Miles de trabajadores, estudiantes y desocupados salimos hoy a la calle exigiendo vivir, trabajar y estudiar en condiciones dignas. El salario promedio de los trabajadores apenas alcanza los $700, los subsidios a los desocupados se mantienen en $150y las pensiones siguen siendo de hambre. Además, desde hace semanas, a pedido de los empresarios, el gobierno de Kirchner endureció su política represiva contra los luchadores sociales. Amenazan y violan nuestras libertades democráticas impidiéndonos tran transitar libremente por nuestras calles y plazas.
En defensa de las libertades democráticas
Miles de trabajadores, estudiantes y desocupados salimos hoy a la calle exigiendo vivir, trabajar y estudiar en condiciones dignas. El salario promedio de los trabajadores apenas alcanza los $700, los subsidios a los desocupados se mantienen en $150 y las pensiones siguen siendo de hambre. En las escuelas y universidades los techos se caen sobre las cabezas de los alumnos, las aulas están supermasificadas, y miles de docentes son obligados a trabajar gratis o con salarios insuficientes. Pero los empresarios aumentan sus ganancias un 50% cada año, el Estado paga anualmente más de $20.000 millones para la deuda pública y subsidia con miles de millones de pesos a los empresarios y banqueros.
Dicen que nuestras demandas son exageradas. Sin embargo, el salario acorde a la canasta familiar que exigimos ($1.800) simplemente equivale, en poder adquisitivo, al salario promedio que recibíamos los trabajadores en 1975 (¡hace 30 años!) según reconoce el propio Ministerio de Trabajo. Los $150 miserables recibidos por los desocupados desde hace 3 años, perdieron más de la mitad de su poder adquisitivo por el aumento de los precios, lo mismo que las pensiones. Por eso desde El Militante exigimos un subsidio universal para todos los desocupados mínimo de $500 y pensiones por encima de la canasta de la pobreza ($800). Exigimos que se doble el presupuesto destinado a educación y a salud. Que el dinero de la deuda se destine a un verdadero plan de obras públicas, bajo control obrero, para terminar con la desocupación. Dinero sí hay, pero se lo llevan los empresarios, los banqueros y las agencias imperialistas que lucran con la explotación de los trabajadores, el dinero público y la deuda externa.
Ni un paso atrás en nuestras libertades democráticas
Desde hace semanas, a pedido de los empresarios, el gobierno de Kirchner endureció su política represiva contra los luchadores sociales. Amenazan y violan nuestras libertades democráticas impidiéndonos transitar libremente por nuestras calles y plazas. Esto es una seria advertencia para todo el movimiento obrero de nuestro país. Hoy quieren cortarnos un dedo, pero mañana querrán cortarnos el brazo y las piernas. Hoy atacan a la izquierda, a los piqueteros y a los activistas obreros antiburocráticos. Pero mañana dirigirán su ataque al conjunto de la clase obrera si ésta amenaza con sus luchas la explotación capitalista. Por eso es inadmisible y vergonzoso que los dirigentes de la CGT y la CTA estén manteniendo un silencio cómplice ante la arremetida represiva del gobierno.
Debemos impulsar una campaña nacional en defensa de las libertades democráticas con actos y movilizaciones en todo el país, implicando al conjunto del movimiento obrero y estudiantil, y vinculándolo con la satisfacción de nuestras demandas por empleo, salario, salud y educación.