A 20 días de las elecciones el ambiente se polariza
Después de las movilizaciones históricas del movimiento estudiantil #YoSoy132 el ambiente de cara a las elecciones el 1 de julio ha tomado nuevos rumbos. En las últimas encuestas menos tramposas, las del periódico Reforma, la diferencia entre Peña Nieto y López Obrador es de 4 puntos, es decir de empate técnico. (A la hora de escribir este artículo aún no se dan los resultados de la consulta realizada independientemente por diversos científicos y académicos donde muy probablemente en esta encuesta imparcial AMLO resulta favorecido).
El impacto de la movilización estudiantil en el ambiente pre electoral
El movimiento estudiantil entró como una ráfaga de aire fresco a mover todo el ambiente político y social pre electoral. El candidato de la gran burguesía EPN estaba seguro que sería el ganador y fanfarroneaba de que tenía 20% de ventaja en todas las encuestas, veía por sobre el hombro como sus contrincantes se esforzaban para poder alcanzarlo.
El viernes negro de EPN ha suscitado una avalancha de movilizaciones que ahora se han manifestado claramente anti Peña Nieto, en cada uno de sus eventos la juventud ha salido con pancartas de repudio. Esta “plaga” lo está siguiendo y ha implicado una caída en las preferencias electorales que anuncian las encuestas, ha puesto encima de la mesa otra cosa que está jugando un papel fundamental.
Por primera vez desde el 2006 la gente siente que se puede ganar en esta lucha, el debate se ha abierto en todos lados, los trabajadores en los centros de trabajo discuten, en los mercados, en las escuelas; el pueblo habla sobre la necesidad de votar, las artimañas del fraude electoral y la necesidad de organizarse.
Este hecho significa un cambio en el ambiente fundamental. Hasta antes del movimiento de la juventud predominaba un ambiente de desánimo, introversión y apatía, esto como resultado de las condiciones sociales en las que ha sumergido el gobierno a los trabajadores y sus familias: el efecto de la crisis económica, la violencia tan brutal en el país, la descomposición política y social, etc.
Ahora ha comenzado a cambiar el ambiente y esto ha significado necesariamente una posibilidad real de que AMLO pueda ganar las elecciones.
Las preocupaciones de la burguesía: la guerra sucia
Este cambio ha sido muy perceptivo para todo el mundo, los candidatos de la derecha, apoyados por la burguesía nacional e internacional, inmediatamente han comenzado a reaccionar con declaraciones, fortaleciendo el acarreo de votos para el día de la elección, pero también recuperando argumentos utilizados en el 2006 para calificar a AMLO de violento, irrespetuoso, etc.
La campaña sucia ha comenzado y va a recrudecer de forma brutal en estos últimos días de la campaña. Los spots que están listos para salir nuevamente están orientados a generar miedo y confusión en los jóvenes y trabajadores. Utilizando el tema central de la violencia agitan en torno al peligro para México. Incluso algunos han llegado a argumentos ridículos como decir que la devaluación del peso es por el repunte de AMLO en las encuestas. Otra es el pase de charola que se le están imputando por pedir 6 millones de dólares para su campaña.
Lo que va a causar esto es un proceso de polarización aún mayor a izquierda y derecha. Por el lado del PRI-PAN quieren crear o recuperar ese ambiente de incertidumbre y paralizar a los votos indecisos. Ellos son los mismos que patrocinan la campaña de miedo para crear parálisis de participación social de los trabajadores y la juventud.
Sin embargo entre la juventud que se está movilizando y los activistas del Morena y Morenaje, estos ataques totalmente infundados y escandalosos lo que van a provocar es un proceso de radicalización y cierre de filas en torno a AMLO y las aspiraciones democráticas de los jóvenes.
La definición política del movimiento #YoSoy132
Hacemos un paréntesis en torno a las demandas del movimiento #YoSoy132 y su clarificación política. El movimiento ha sido un factor fundamental en la ecuación hasta el momento pero lo puede ser aún más. Las discusiones que se han tenido hasta el momento en la coordinación interuniversitaria, que es la que dirige el movimiento, y en la asamblea universitaria realizada en Ciudad Universitaria, han avanzado sobre la dirección política de la lucha: se ha declarado anti Peña Nieto, anti neoliberal, a favor del voto informado, y han dicho que no están en contra de la participación política aunque se declaran apartidistas.
Esto es bueno porque le dan un portazo en las narices a todos los grupos sectarios, infiltrados de derecha que han planteado el voto nulo como forma de hacerse valer, está claro que esta consigna a los únicos que benefician es al PRI y al PAN.
La prueba de fuego para el movimiento son los últimos días de campaña. Hemos comentado que la derecha va arreciar todas las artimañitas (incluido el fraude) para imposibilitar la llegada de AMLO a la presidencia, y todo lo que representaría 6 años más de guerra, militarización, ataques contra la juventud y los trabajadores.
Frente a esta posibilidad el movimiento estudiantil tiene que sobrepasar sus prejuicios y defender decididamente la necesidad de votar críticamente por la izquierda. No estamos hablando de fundir al movimiento en el Morenaje ni de diluir el movimiento sino de ponerse a la altura de las circunstancias para lograr los objetivos, no sólo del movimiento sino de todo el pueblo trabajador y sus familias.
En realidad la única forma que se logren las demandas del movimiento, como la democratización de los medios de comunicación, es con un gobierno que sea presionable, y favorezca a las luchas sociales, para que el duopolio de las televisoras sean nacionalizadas y administradas por los trabajadores y la juventud. No se puede aspirar a la democracia mínima con un gobierno de derecha, sea el PRI o el PAN, que plantean que el ejército sea el garante de resolver los conflictos sociales.
Sí el movimiento no es claro pagará las consecuencias del fraude y la imposición de la burguesía y el imperialismo. Se levantará sobre la cabeza de todos aquellos que hemos estado en la movilización el manto de la venganza.
El fraude ha comenzado 3 años atrás
El PRI y sus medios de comunicación están insistiendo y presionando en este último periodo para que AMLO diga claramente que va a respetar los resultados electorales que el IFE de a conocer. Esta es una trampa porque lo que intentan es poner un candado a las movilizaciones contra el fraude electoral.
En el 2006 vimos al IFE y al TRIFE accionando en favor de los poderosos, y no es raro. El Estado, como una herramienta de dominación de una clase sobre otra utiliza todos los medios para hacer que los grandes empresarios y más ricos del mundo dominen a sus anchas a nuestro pueblo. Ellos no tienen empacho en hacer fraudes o salirse de los lineamientos de la constitución, siempre y cuando sigan manteniendo su poder económico y político.
Está claro que utilizan a los medios de comunicación, las encuestas, el IFE, el ejército o la policía y cualquier otra institución para mantener su dominio, en este caso no va a ser diferente. Es claro que si hubiera una competencia libre y democrática AMLO hubiera llegado a la presidencia en el 2006 e incluso ahora en 2012 pero la oligarquía nacional y el imperialismo no quieren.
Este fraude que ahora se maquila no va a comenzar el día de la elección, ha comenzado desde hace 3 años atrás cuando el PRI fue destinando recursos ingentes, acarreando gente y reprimiendo para ganar los 21 estados que hoy controla. A partir de ese poder estatal ha fortalecido sus vínculos mafiosos con sindicatos charros como el de PEMEX o la CFE para acarrear, sin pena de despido, a empleados y familiares. En los últimos días se han dado a conocer contratos que tiene Televisa con Peña Nieto para favorecer su imagen y denostar la de AMLO
Desde esos 21 estados está operando para que todos los trabajadores al servicio del estado puedan votar, bajo amenazas, por el PRI. En las zonas rurales, con las organizaciones campesinas, están aprovechándose de la ignorancia para prometer el cielo y las estrellas, recoger credenciales y obligar a votar a la gente, etc.
A pesar de que se puedan cubrir el 100% de las casillas por parte del Morena y que los estudiantes se sumen a los observadores de casilla, el fraude esta cocinándose previamente. Solo si hace falta van a meter la mano en las casillas pero de antemano el aparato priista está funcionando al son de la danza de los millones.
Aquí está la clave de las próximas elecciones, si los trabajadores y la juventud no salen a votar masivamente por AMLO veremos años difíciles para el movimiento social y para los trabajadores. Es por esto tan importante que el movimiento estudiantil se sume claramente a favor de AMLO y que salga a las plazas públicas, mercados, centros fabriles, al campo a contagiar su alegría, su lucha y convencer que no es lo mismo votar o no, que no es lo mismo el PRI que AMLO.
Después de las elecciones qué se puede esperar
Ahora mismo la moneda sigue en el aire, desde la izquierda se percibe el ánimo y confianza en que se está adelante en las preferencias electorales, es posible que así sea, sin embargo la burguesía tiene mucho que perder si es que AMLO llega a la presidencia. Esta es la razón más fuerte por la cual se impondrá ante cualquier elección popular.
Los grandes negocios de la mafia que gobierna están en juego, las instituciones no son fieles representantes de la democracia, sino simples administradores de las fortunas inmensas de los poderosos y para salvaguardarlos harán lo que sea. La burguesía ya eligió y va a imponer a su candidato.
En este escenario de imposición el futuro a corto plazo sería muy incierto. Miles de jóvenes y trabajadores, amas de casa y campesinos arruinados no van a estar de acuerdo en que se les imponga un nuevo presidente –la ultima imposición ha costado 71 mil muertos por la guerra contra el narco, una crisis económica brutal y una caída en los niveles de vida de las familias obreras.
Habrá movilizaciones muy radicalizadas por parte de los sectores más activos de la coyuntura, el SME, la OPT, el #YoSoy132, sectores del Morena y Morenaje estarán decididos a todo, sin embargo la dirección no está muy clara. AMLO en el 2006 pudo imponer su autoridad política y moral para detener el movimiento, él mismo lo ha mencionado en muchas ocasiones (en la película sobre el fraude electoral lo comenta claramente). Ha dicho que si no hubiéramos optado por el plantón el movimiento hubiera ido mucho más lejos y se hubiera desatado la violencia.
El freno al movimiento o no llevar la lucha hasta sus últimas consecuencias ha sido pagado muy caro por nuestra clase, se quería evitar violencia y Calderón nos ha hundido en una espiral de represión y asesinatos sin que nosotros tengamos la posibilidad de defendernos.
La pregunta entonces es ¿hasta dónde va a llevar la lucha Andrés Manuel? No lo podemos saber de antemano, sin embargo nuestra opinión es clara, tenemos que llamar a movilizaciones a nivel nacional y paralizar el país, si es necesario, con una Huelga general indefinida, para obligar a que se reconozca nuestra victoria.
En caso de que logremos vencer al fraude electoral –cosa que está condicionada como lo comentamos más arriba- el ánimo de las masas se desbordará y veremos a la juventud y los trabajadores, a los campesinos empeñados presionar para que se solucionen pronto sus problemas, en algunos casos ni siquiera esperaran ordenes del gobierno, ellos mismos se pondrán a trabajar para resolver sus problemas. Podríamos estar hablando del inicio de un proceso revolucionario donde las masas apolíticas entren a la política para resolver, por sus propios medios, sus problemas. Esto sería el mejor de los escenarios para terminar con las calamidades a las que hoy nos ha destinado este sistema capitalista y caminar, fortaleciendo las organizaciones revolucionarias, hacia una sociedad donde no exista la explotación del hombre por el hombre: una sociedad socialista.
11 de junio de 2012