El paro del 25 de septiembre arrancado por los trabajadores al triunvirato Cegetista tuvo un altísimo acatamiento en el país.
En la ciudad de Buenos Aires como en las principales ciudades no se movió un solo engranaje, ni un solo papel, ni el transporte público, quedando paralizadas totalmente y demostrando asi la fuerza de los trabajadores. Expresó además el hartazgo a un gobierno que solo muestra miseria y desolación en las mesas obreras y que se somete a las disposiciones del Fondo Monetario Internacional.
Solo en CABA el 24 de septiembre, se movilizaron más de 500.000 personas. Siendo por lógica el acto más multitudinario en el país, contó con un variopinto de dirigentes en el palco que expresaron el armado del gran acuerdo nacional de todos los partidos políticos del régimen, que tienen como bandera sostener la gobernabilidad y las instituciones capitalistas, para que Macri-Cambiemos sea derrotado en las urnas con el voto popular.
Es facil decir que hay que esperar a 2019 cuando el hambre es un problema ajeno.
Un paro sin continuidad
El armado político del operativo 2019, desconoce en los hechos la realidad de cientos de miles de familias obreras, que padecen las políticas del ajuste, sin pan y sin trabajo. Nos encontramos en una situación en la cual la educación y la salud se hallan en un profundo deterioro producto del desfinanciamiento y vaciamiento pautado entre el gobierno nacional y el FMI.
En sus intervenciones, todos los dirigentes sindicales no ahorraron críticas al ajuste de Macri-Cambiemos – FMI, pero en los hechos llegar hasta diciembre de 2019, -faltando 14 meses- implica literalmente llegar en condiciones de miseria, desempleo y hambre, perores que en 2001, no dando lugar a un plan de lucha que dé continuidad con el paro del 25 de septiembre.
El operativo 2019 no escatimó críticas al presupuesto que el Gobierno Nacional intenta pasar por el Parlamento Nacional. Señalamos que los empresarios, los capitalistas y sus representantes políticos tienen la plena conciencia qué, para materializarse el mismo en el plano de las masas, implica infligir una derrota a la clase obrera y la juventud que resiste en las calles. A su vez si el Gobierno no consigue materializar el presupuesto esto podría llevar a romper la gobernabilidad ante la salida del FMI. Se encuentran entre el suicidio político o salvar las Instituciones del régimen que representan la continuidad de la explotación de los trabajadores y sectores populares.
Se trata de desarrollar un plan de lucha en las asambleas de base, las juntas internas como en los cuerpos de delegados, que junto al activismo combativo deben llevar esta tarea adelante. Debemos votar al mismo tiempo un Pliego Nacional de reivindicaciones que sea el programa que vincule las necesidades básicas, como la defensa de la salud, educación y el empleo, ligado a la política que permita derrotar al ajuste de Macri – FMI.
¡Fuera Macri y el FMI!
¡Fuera el Parlamento del ajuste y la entrega!
¡Desconocimiento de la deuda externa cuya totalidad es ilegitima, fraudulenta, ilegal o basada en la usura!
¡Reestatización sin compensación de todas las empresas privatizadas, bajo control obrero!
¡Establecer el monopolio estatal del comercio exterior!
¡Estatización sin compensación, y bajo control de los trabajadores, de todas las empresas que cierren o despidan trabajadores!
¡Por un plan de obras públicas que atienda las necesidades de vivienda e infraestructura y así dar trabajo a los desocupados!
¡Nacionalización y estatización de la Banca, monopolios, multinacionales y latifundios bajo el control de los trabajadores y sin compensación, para así planificar los recursos productivos en beneficio de la mayoría de la sociedad!
¡Ningún pacto social gobierno-CGT para frenar la lucha por el salario, los despidos y el empleo digno!
¡Salario promedio equivalente al costo de la canasta familiar!
¡Asambleas en empresas, fábricas, escuelas, universidades que defina democráticamente un plan de lucha!
¡Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario, para así acabar con la desocupación. Por el cumplimiento efectivo e inmediato de la jornada laboral máxima de 8 hs y su reducción progresiva a 6 hs!
¡No al empleo precario. Efectivización inmediata de los trabajadores contratados y “en negro”!
¡No a la discriminación de la mujer trabajadora. A igual trabajo, igual salario!
¡Escala móvil precios-salarios. Indexación de los salarios con los precios de acuerdo a la inflación!
¡Jubilación con el 100% del salario!
¡Por las libertades democráticas, no a la judicialización de la protesta. Desprocesamiento y liberación de todos los luchadores populares encausados o presos. Libertad a Milagro Sala, Daniel Ruiz, libertad a Pablo Giusto y Diego Parodi, desprocesamiento de Sebastián Romero, Dimas Ponce y César Arakaki. Esclarecimiento de los asesinatos de Rafael Nahuel y Santiago Maldonado!
¡Por un gobierno de trabajadores!
