Como todos los comienzos de año, en el primer trimestre, comienza la discusión paritaria. Incluso gremios como bancarios o aceiteros, finalizan el año con una apertura de discusiones paritarias parciales, para luego en marzo debatir los porcentajes definitivos para lo que resta del año. Pero este año las mismas resultan por más de difíciles.
Son por demás de claro las dificultades con que nos enfrentamos los que vivimos de un salario para que pueda satisfacer las necesidades de una familia. Y esto lo señalamos en la medida que la suba del salario, en general, recorra caminos para alcanzar, al menos, el aumento de precios impuesto por las grandes cadenas de abastecimiento y comercialización de mercancías.
La voluntad de la presidenta Cristina Fernández de establecer una cantidad de productos básicos de la canasta familiar, con precios que no pueden ser alterados en febrero y marzo con la posibilidad de ser extendido al mes de abril, encuentra resistencias en diferentes facciones de empresarios.
Pero no podemos dejar de advertir que este acuerdo cerrado desde el gobierno, encontró a las cadenas de comercialización que se comprometieron en no aumentar, realizando una suba de precios previo al acuerdo.
Por otro lado, habría que preguntarse qué sucederá en el mejor de los casos, desde mayo cuando el acuerdo termine, con el comportamiento de aquéllos que son formadores de precios de los artículos de la canasta básica.
El moyanismo y el michelismo
Hugo Moyano y su colega Pablo Michelli de la CTA opositora, en los últimos tiempos han despilfarrado su capital político al adherir a los sectores de la derecha recalcitrante. Lo vemos con sus socios actuales, otrora enemigos, como el caso del “Momo” Venegas o Barrionuevo, Macri, o las adulaciones últimas, por parte de Moyano, al dirigente de la centro derecha Hermes Binner, postulándolo como posible recambio presidencial.
El papel que jugó Moyano a fines de 2012 con el gremio bancario, forzando a los dirigentes de este sindicato a una medida de lucha que no fue consensuada en asamblea alguna, resultó equivocado y perjudicial para los trabajadores del sector.
Desde la Corriente Socialista Militante, denunciamos y repudiamos el manejo burocrático e inconsulto, así como las políticas de estos jefes sindicales de hacer frente común con los peores enemigos de nuestra clase.
Queda claro que una de las preocupaciones que tenemos la mayoría de los trabajadores es la constante suba de precios, en tanto observamos la conducta del empresariado que sólo persigue el resguardo de sus intereses económicos. Pero debemos ser honestos en el reclamo salarial, para que el mismo no caiga en la utilización por parte de elementos que sólo buscan el desgaste y la caída del gobierno nacional, cabalgando sobre reclamos sentidos por la inmensa mayoría del país.
También debemos ser conscientes de las limitaciones insalvables de pretender la coexistencia de los trabajadores con las grandes patronales o empresarios, nacionales o extranjeros. La propia historia nos enseña, por un lado, que el respeto de mantener los precios fijos durante un período resulta inviable con las cadenas de comercialización en manos privadas, ya que lo que no se tiene no se puede controlar. Y por otro, la conducta inmanente del empresariado que, como clase social, está determinada por su sed de ganancias, exprimiendo el limón a como dé lugar.
Apelamos a los compañeros y compañeras, que se encuentran preocupados por la reproducción de la vida material de sus familias, y que al mismo tiempo defienden o cierran filas tras el gobierno de la presidenta Cristina Fernández, a no quedar entrampados en los cantos de sirena de la oposición, ni en la política de lo posible.
Por esto, debemos sostener la preparación de asambleas de bases, que en las mismas debatamos abiertamente por todos nuestros genuinos reclamos, incluidos los salariales, que no pueden ser menores a un 25% de aumento, al tiempo que remarcamos la avaricia del empresariado y señalamos a los dirigentes traidores que ahora se suben al caballo de la oposición de derecha al gobierno.
Manos a la obra
¡Apoyemos la lucha docente por el aumento salarial!
La Corriente Socialista Militante comparte el rechazo generalizado de los trabajadores docentes del aumento del 22% en 3 cuotas para el docente inicial que, en realidad implicaría una suba anual del 16,8% porque recién se terminaría de abonar en diciembre. Los sindicatos docentes están exigiendo una suba del 30%, con la idea de acordar una suba algo menor pero por arriba del piso del 22%. Apoyamos este reclamo y exigimos, como mínimo un aumento del 25% y en una sola cuota.