El pacto social, con su complemento de ajuste, arrancó con todo en este inicio de 2008, elevándose el costo de vida con el ajustazo en los combustibles y transporte, que catapultó todo tipo de aumentos. Y este pacto social inicia su implementación en el Estado, particularmente en la ciudad de Buenos Aires. Macri -el gerente jefe de gobierno-, tardó solo una semana en sincerar su programa de gobierno que destila su carácter reaccionario por donde se lo mire. Todo lo que ocultó en la campaña paña para no perder las elecciones, vio luz verde en estos últimos días.
Contra la implementación del pacto social en la ciudad de Buenos Aires
El pacto social, con su complemento de ajuste, arrancó con todo en este inicio de 2008, elevándose el costo de vida con el ajustazo en los combustibles y transporte, que catapultó todo tipo de aumentos. Y este pacto social inicia su implementación en el Estado, particularmente en la ciudad de Buenos Aires.
Macri -el gerente jefe de gobierno-, tardó solo una semana en sincerar su programa de gobierno que destila su carácter reaccionario por donde se lo mire. Todo lo que ocultó en la campaña para no perder las elecciones, vio luz verde en estos últimos días.
Primero anunció el fin de la atención en hospitales porteños para aquellos que no vivan en la ciudad de Buenos Aires., en el medio de una crisis fenomenal del sistema de salud en todo el territorio nacional, especialmente en la provincia de Buenos Aires..Esta medida es además de reaccionaria profundamente discriminatoria.
Enseguida iba a golpear a su propia base social, subiendo (en algunos casos más de 100 %) los impuestos municipales, generando un rechazo importante en dicha base social.
Y para cerrar una semanita de terror, dejó en la calle a 2.300 trabajadores de la ciudad (y hay más de 18.000 puestos que pueden seguir el mismo destino) aduciendo que son ñoquis, interviniendo además su Obra Social con la excusa de normalizarla.
Claro que Macri no da puntada sin hilo. Sabe que es ampliamente conocida y rechazada por amplios sectores de la población, la presencia de ñoquis, que son puestos/favores políticos, que no cumplen casi ninguna prestación.
HABLANDO DE ÑOQUIS
Pero la estatura moral de Macri para hablar de ñoquis resulta pigmea. Deberíamos encontrar una nueva categoría (superior) para hablar de él mismo hablando de ñoquis, ya que en su tarea legislativa es ampliamente conocido que casi no presentó proyectos, y fue un permanente ausente sin aviso de las labores parlamentarias, ocupado en la gerencia de Boca y el grupo Socma. ¿Ñoqui? Macri es el queso desparramado que va arriba de los ñoquis.
Lo que oculta Macri, es que los verdaderos ñoquis no cobran $900 y no se cuentan seguramente entre los despedidos. Oculta que su objetivo son los trabajadores precarizados que en su mayoría cumplen funciones sociales y comunitarias, como maestros, asistentes sociales, profesionales de la salud, la comunicación, etc. Y que en algunos casos cuentan con hasta 7 años de antigüedad.
Se ensaña contra estos trabajadores porque son los más débiles, precarizados vergonzosamente por el Estado que es el mayor empleador en negro del país y particularmente de la ciudad, y que Macri no denuncia ni modificará. Mientras los ñoquis de verdad seguirán pululando, ahora con aportes del macrismo. Además Macri ya ha destinado una cifra similar a la que ¨ahorraría¨ con los despidos, en un fondo destinado a privatizar algunas áreas y también ha duplicado los ingresos mensuales de los más altos funcionarios incluidos los suyos.
SIN TREGUA CONTRA LOS TRABAJADORES.
Con la misma lógica que muestra en los despidos, Macri se para sobre hechos objetivos para justificar su otra arremetida contra los trabajadores municipales en busca de más negocios. La Obra Social de los Trabajadores de la Ciudad de Buenos Aires (OBSBA) cuenta con más de 120.000 afiliados y maneja un presupuesto de más de $20 millones mensuales.
Sin embargo la burocracia sindical liderada por Genta y Datarmine ha hecho un saqueo importante de la Obra Social por más de 20 años pauperizando la atención de los afiliados, algo que es padecido por los mismos y genera un rechazo importante. Pero si está claro que la enfermedad es la burocracia y sus privilegios, la cura no es la intervención macrista que firmará el certificado de defunción de la obra social.
Es que Macri se propone como defensor de los derechos de los trabajadores, pero la única imagen que se nos viene a la mente, es la de un lobo proponiéndose como pastor de un rebaño. A Macri no le interesa en lo más mínimo la OBSBA y menos lo que opinen los afiliados.
Desregular una obra social con tantos recursos se traducirá en pagar más para tener una atención digna; entonces sí los que no puedan hacerlo serán rehenes de la atención básica que brindará lo que quede de la obra social. Es la forma encubierta (no solo en esto) de arrasar con un bien social sin decirlo ni eliminarlo de manera directa, imponiendo el negocio de las prepagas.
NI UN PASO ATRÁS, FRENTE UNICO CGT-CTA
La lucha contra el pacto social tiene en el conflicto de los trabajadores de la ciudad de Buenos Aires su primera batalla, la guerra es por el Estado Nacional (municipio por municipio) y empresa por empresa, por eso es tan importante esta pelea en el corazón del poder y por su capacidad de influir en el resto de los trabajadores y sus luchas.
Frente a ello no hay posibilidades de confusión: es necesaria la MÁS AMPLIA UNIDAD DE ACCIÓN, y una muy firme organización desde la base.
La dirección del sindicato SUTECBA salió a encabezar la lucha nada menos que con el apoyo de la CGT y Moyano, pero pronto está demostrando sus limitaciones sentándose a negociar con Macri, levantando el paro anunciado sin reincorporaciones ni el fin de la intervención. Está muy claro que lo que está en juego para la burocracia no son los despidos ni la intervención sino sus privilegios. Pero la unidad desde la base con una fuerte organización y verdadera democracia obrera que permita una resistencia masiva y exitosa, aún codo a codo con la dirección gremial burocrática, es una condición indispensable para garantizar torcerle el brazo a Macri. Una lucha unitaria y consecuente contra los despidos y la intervención será lo que permitirá luego ajustar cuentas con la burocracia sindical.
En este sentido la dirección de ATE (CTA) no puede permitirse actitudes infantiles ni sectarias, debe llevar adelante la máxima unidad al lado de SUTECBA y la CGT. Creemos que las medidas de fuerza de ATE deberían estar acompañadas de llamamientos a los trabajadores de SUTECBA en apoyo, solidaridad y coordinación de la lucha, llamando a la realización de asambleas masivas en todas las dependencias, sean los trabajadores no afiliados o afiliados al gremio que sea.
Si esto es válido para ATE y la CTA, creemos que mucho más lo es para el Movimiento Intersindical Clasista (MIC) y todo sus dirigentes y activismo, con resoluciones, conferencias de prensa, asambleas en los lugares de trabajo y las medidas de fuerza que se puedan coordinar.
*CONTRA EL PACTO SOCIAL, NINGUN DESPIDO EN EL GOBIERNO DE LA CIUDAD;
*PASE A PLANTA PERMANENTE DE TODOS LOS CONTRATADOS, CON LOS MISMOS BENEFICIOS QUE GOZAN LOS TRABAJADORES DE PLANTA, IGUAL TRABAJO IGUALES CONDICIONES DE CONVENIO;
*NO A LA INTERVENCION DE LA OBRA SOCIAL, POR LA RECUPERACION Y CONTROL DE LA MISMA POR PARTE DE LOS TRABAJADORES, EXPULSION DEL DIRECTORIO Y APERTURA DE LIBROS CONTABLES;
*NO AL RECORTE DE LOS SUBSUDIOS SOCIALES, EDUCATIVOS, DE SALUD Y COMUNITARIOS.