La política que ha llevado a cabo la actual dirección del PRD ha significado el aislamiento del partido de las luchas sociales y populares, lo que ha llevado al descalabro electoral de la izquierda. En las últimas elecciones no ganamos absolutamente nada: Zacatecas, un estado bastión de la izquierda, nos lo arrebató el PRI; en Oaxaca, el candidato postulado no provenía de las filas de nuestro partido; en Hidalgo y Puebla, las alianzas triunfaron, pero con personajes cercanos al PRI y Elba Esther Gordillo; en Guerrero ya se ha acordado postular un conocido priísta y la actual dirección ya amenaza con ir en alianza con el PAN en el Estado de México.
La política que ha llevado a cabo la actual dirección del PRD ha significado el aislamiento del partido de las luchas sociales y populares, lo que ha llevado al descalabro electoral de la izquierda. En las últimas elecciones no ganamos absolutamente nada: Zacatecas, un estado bastión de la izquierda, nos lo arrebató el PRI; en Oaxaca, el candidato postulado no provenía de las filas de nuestro partido; en Hidalgo y Puebla, las alianzas triunfaron, pero con personajes cercanos al PRI y Elba Esther Gordillo; en Guerrero ya se ha acordado postular un conocido priísta y la actual dirección ya amenaza con ir en alianza con el PAN en el Estado de México.
Esta política de colaboración, ha sido avalada por Manuel Camacho Solís coordinador del DIA, las corrientes Foro Nuevo Sol y Alianza Democrática Nacional, incluso el actual jefe de gobierno, ha apoyado en algunos casos las alianzas electorales con la derecha. Pero esto ya ha provocado reacciones. Es indudable que existe un profundo descontento entre la militancia, y se ha reflejado en las elecciones y en las acciones de rechazo a la dirección. Ahora dirigentes de algunas corrientes se han pronunciado por renovar la dirección del PRD, revisar la política de alianzas y el proceso de afiliación, han hecho un llamado a la militancia y han organizado un Bloque dentro del Consejo Nacional.
Lejos de representar un triunfo, las alianzas han sido todo un retroceso histórico del PRD. El argumento principal de la actual dirección es que debemos aliarnos con el PAN para vencer a los caciques del PRI, que es necesario impedir que el PRI se fortalezca de aquí al 2012 y, que por ahora, este partido es nuestro enemigo principal.
Este argumento cae por su propio peso, la actual dirección no ha dudado en ningún momento en postular a connotados priístas en los estados y municipios, como es el caso ahora en el estado de Guerrero, como lo fue anteriormente en las elecciones de Sinaloa e Hidalgo y a un colaborador cercano a Elba Esther Gordillo en Puebla. Muchos trabajadores, amas de casa, jóvenes estudiantes, campesinos pobres, decepcionados por la política colaboracionista de la actual dirección del PRD han preferido no salir a votar, ¡como explicarnos que en 2006 ganamos la mayoría de las secciones electorales y en las recientes votaciones hemos perdido en la mayoría!, algo tuvo que haber cambiado. ¿Qué fue?, sin duda la dirección del PRD. Al frente encontramos a Nueva Izquierda, aplaudiendo todas las iniciativas del gobierno espurio, impulsando y apoyando reformas que van en contra de los intereses de la clase obrera y el pueblo mexicano. Junto a Manuel Camacho Solís coordinador del DIA, han querido que el PRD sea la pata izquierda del régimen, quieren un PRD y una izquierda incolora, sinsabor e inodora, una izquierda pintada de azul, que represente los intereses de la mafia que está en el poder. Estos “grandes dirigentes”, se han asustado de los triunfos del PRI y corren buscando cobijo en la derecha, estos “dirigentes de la izquierda moderna”, han creado en su imaginación un poderoso gigante priísta y lo quieren derrumbar pero ¡con otros priístas.
La realidad es otra, si bien no negamos que un sector de nuestra base natural pueda haber votado por el PRI. La realidad es que el PRI ha ganado con la minoría del electorado, con la quinta parte de los electores en algunos estados y los demás votos están en el PAN, en la izquierda y por supuesto algunos electores están en su casa decepcionados diciendo: ¡yo no votaré por el PRI!, pero tampoco por la alianza entre el PRD-PAN que tiene al frente un candidato priísta. ¡Grandes dirigentes aquellos que se atemorizan por un gigante con los pies de barro!, ¡Grandes dirigentes de la izquierda moderna!, que desafían a los caciques, ocultándose tras los faldones de la derecha, que arengan y dicen ¡venceremos a los caciques! Los vemos felices en los mitines electorales al lado de los dirigentes panistas y levantando la mano de otros caciques, políticos corruptos que defienden los intereses de los potentados y la burguesía. La política de alianzas ha resultado un fracaso total, no se ha vencido al PRI y se ha cobijado la política del PAN, los resultados son evidentes menos para los “dirigentes de la izquierda moderna”, que sentados en sus lujosos sillones de piel, en sus oficinas ven otra realidad y las derrotas las presentan como victorias y ven en los priístas desplazados a los redentores de la izquierda, que ganarán elecciones y transformarán la sociedad.
Es por eso que es necesaria la destitución de la actual dirección del PRD. Que se vayan del PRD los dirigentes de la Nueva Izquierda, los dirigentes del Foro Nuevo Sol y Alianza Democrática Nacional, y los aliados incondicionales de los chuchos.
El pronunciamiento que han sacado dirigentes y consejeros de las Corrientes Izquierda Democrática Nacional, Unión Nacional y Renovación, Red de Izquierda Revolucionaria, y por su puesto de la Izquierda Social es un paso adelante en este sentido, el llamado que hacen a los militantes para recuperar al PRD debe ir acompañado de acciones en este sentido.
La reunión del Consejo Nacional debe ser un paso en este sentido, debemos utilizarlo para llamar a los militantes a que se sumen a la lucha por el rescate del PRD. La dirección sin duda se tiene que renovar, deben quedar compañeros cercanos al movimiento en torno a Andrés Manuel López Obrador, la afiliación se debe orientar en el sentido de darle cabida a los miles de trabajadores, amas de casa, estudiantes y campesinos pobres que luchan día a día bajo la bandera de la izquierda. Debemos hacer un llamado para que los miles de personas del movimiento en torno a AMLO se afilien, hacer un llamado a un debate fraterno, reconocer nuestros errores si los hemos tenido e invitarlos a luchar para que AMLO sea el candidato en 2012.
Por la vía de las acciones la nueva dirección deberá demostrar que el PRD es una herramienta de lucha del pueblo, así ganaremos las elecciones, así lo hicimos en 1988, en 1996 y en 1997. No teníamos diputados, regidores, ayuntamientos y aplastamos al PRI en la elección federal, en Nezahualcoyotl y en la primera elección de la Ciudad de México, derrotamos al PRI y al PAN en 2006, pero porque el pueblo utilizó al partido como herramienta de lucha.
La nueva dirección deberá de asumir los puntos del programa alternativo de nación que ha presentado AMLO y, como se ha hecho, abrir el debate en la izquierda para fortalecerlo. Deberá de elaborar mecanismos democráticos para evitar que una nueva capa burocrática se enquiste y se aleje de los intereses del partido como hasta ahora lo ha hecho Nueva Izquierda. Deberá permitir la participación activa de los militantes en las decisiones del partido.
De no lograrse la renovación, El Bloque de Izquierda deberá encabezar un gran movimiento para la renovación del PRD, levantando las consignas de la democracia partidaria, asumir el proyecto alternativo de nación, acercar al partido a los movimientos obreros sindicales, campesinos, estudiantiles, y del movimiento urbano popular.
En todo esto los marxistas organizados en torno a Militante sin duda estamos comprometidos con la transformación activa del PRD, militando, debatiendo, dando propuestas en la Izquierda Social, ahí estaremos los socialistas del PRD, luchando por nuestro partido y por nuestras ideas.
Los chuchos tienen que irse del partido. Nosotros, los militantes de base, no.
Fuente: Militante (México)