México: estamos con el PRD de abajo que impulsa el MORENA

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 No al fraude. Foto: vonkinderEn los últimos meses se han profundizado las divisiones internas en el PRD, ya que existen dos proyectos políticos para el partido, que representan intereses totalmente antagónicos. Por un lado tenemos a la dirigencia del partido, encabezada por Nueva Izquierda (NI) que ha planteado una política de colaboración con la derecha y de ser un apéndice de esta. La política de las alianzas con el PAN es la condensación de la política de la Nueva Izquierda, quienes aspiran a convivir con el régimen y la oligarquía, y que quieren convertir al PRD en su conjunto en una oposición de terciopelo.  En los últimos meses se han profundizado las divisiones internas en el PRD, ya que existen dos proyectos políticos para el partido, que representan intereses totalmente antagónicos. Por un lado tenemos a la dirigencia del partido, encabezada por Nueva Izquierda (NI) que ha planteado una política de colaboración con la derecha y de ser un apéndice de esta. La política de las alianzas con el PAN es la condensación de la política de la Nueva Izquierda, quienes aspiran a convivir con el régimen y la oligarquía, y que quieren convertir al PRD en su conjunto en una oposición de terciopelo.

“No hay nada que justifique mantener alianzas con el partido que nos robó la Presidencia de la República, pero eso es cosa de ellos. Nosotros, desde el PRD, vamos a fortalecer el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y estoy seguro de que nos va a ir bien”  (Andrés Manuel López Obrador)

No al fraude. Foto: vonkinderNo al fraude. Foto: vonkinderPor otro lado tenemos a Andrés Manuel López Obrador, que desde 2006 ha encabezado un movimiento popular muy importante, que se ha situado a la izquierda del PRD, lo que ha provocado un choque con las posturas de NI y aliados, quienes a su vez han optado por alejarse del movimiento de AMLO. Y colaboran con el gobierno espurio de Felipe Calderón. AMLO ha llamado a los militantes del PRD, las organizaciones de izquierda y el pueblo en general a extender los comités territoriales de  MORENA y crear un gran movimiento popular a nivel nacional.

La elección del Estado de México ha sido un factor que ha sacado a la luz esta división y este choque de intereses que, como AMLO explicó, ya existían desde 2006 o antes dentro del PRD. La dirigencia del partido desea continuar con la línea que siguió el año pasado en las elecciones de siete estados de la república en que decidieron aliarse con el PAN, ya que según dicen, es la única forma de sacar al PRI del gobierno de esos estados. Actualmente son esos mismos argumentos los que se usan para defender una alianza con la derecha en uno de los estados más importantes del país: el Estado de México, solamente han planteado la alianza, como un fin en si mismo, sin presentar un programa de reivindicaciones para el pueblo trabajador, ya que se han empecinado en no asustar a sus aliados conservadores. Lo que esconde la política de alianzas es la claudicación de este sector del partido ante la derecha, ante la oligarquía, revelándose como los representantes de la burguesía a lo interno del PRD.

Hace unos días AMLO en una entrevista al periódico La Jornada comentó cómo se desarrolló este distanciamiento entre el movimiento y la dirigencia del partido:

“Después del fraude electoral, el grupo que tiene esta visión de convivencia con el poder empezó a retirarse de nuestro movimiento. Ya no asistió a los actos y comenzó a negociar la reforma electoral y los presupuestos con (Felipe) Calderón. En el caso del petróleo fue muy claro. Ese grupo aprobó las reformas y ahí están las consecuencias. Nosotros nos opusimos a que se entregaran a particulares bloques para exploración y explotación. Ante esta situación nosotros fuimos tomando distancia. Nos dedicamos a trabajar para construir este movimiento”.

Ante los grandes acontecimientos que se han dado a partir de la lucha del 2006, cada uno de los sectores del partido se ha posicionado en su trinchera. La Nueva Izquierda veía a las protestas como una manera de sacarle presión a la olla, esperaban que después de las jornadas de 2006, podían sentarse a negociar tranquilamente con el gobierno espurio, este distanciamiento se profundizó a partir de las movilizaciones en contra de la privatización de PEMEX, mientras miles estábamos movilizados en las calles, ellos buscaban la manera de negociar, buscando una colaboración con el régimen. Ahí fue la primera gran batalla, podemos decir que mientras un PRD estaba en la calle movilizándose, con el pueblo y demás organizaciones de izquierda, el otro estaba buscando quedar bien con la burguesía y su gobierno.

Es claro que NI controla burocráticamente la estructura del partido pero la última palabra no se ha dicho. Un sector importante de las bases del PRD claramente le ha dado su apoyo y seguirán apoyando a AMLO. Ejemplo de esto es que cuando este solicitó licencia del partido un buen número de personas ha tomado la misma iniciativa en el Estado de México. Según datos de una encuesta realizada por Consulta Mitosfky (debemos tomar en cuenta que esta consultora siempre ha favorecido a la derecha, aún así sus datos son reveladores) publicada a inicios del mes de marzo respecto a la preferencia entre militantes y simpatizantes del PRD, AMLO aventaja con 40 puntos a Marcelo Ebrard para la candidatura presidencial de 2012. Por otro lado 47% de los militantes del PRD votaría por AMLO si este decide postularse por un partido diferente en 2012. Está claro que la mayor parte de las bases, los simpatizantes del PRD están con AMLO, al que seguirían, incluso si Nueva Izquierda y sus aliados buscan un acercamiento con el PAN para las elecciones en el 2012.

Existen dos PRD, uno de la gente que quiere cambiar sus condiciones de vida, transformar su realidad y usar al partido para llevar a cabo esta tarea. Apoyar las luchas de los trabajadores, los estudiantes, los campesinos pobres y el movimiento urbano popular ya que para eso surgió el partido, para ser una herramienta de lucha de los pobres y agraviados. El otro PRD, el de la cúpula del partido, en la entrevista que AMLO dio a La Jornada, lo describe:

“El que dirigentes de ¨izquierda¨, y lo pondría entre comillas, sean regidores, alcaldes, gobernadores, legisladores y se conformen con ello es un modo de vivir, y para no ser tan desconsiderado es también una concepción política. Ellos piensan que poco a poco se puede mejorar la situación del país. Asumen el papel de parlamentarios, presentan puntos de acuerdo, participan en comisiones. Viajan al extranjero y asisten a todos los foros habidos y por haber, aunque les implique ceder ante los 30 mafiosos que han confiscado todos los poderes, que controlan a las televisoras y a casi todos los medios de comunicación. Que usan al PRI y al PAN de acuerdo con lo que les conviene. No sé si tengan algún interés en que el pueblo llegue al poder. Creo que más bien buscan convivir con los poderosos, sin poner por delante los ideales, los principios. Es una visión que ya existía en el PRD desde 2006 o antes, aunque no tan claramente como ahora.”

Los marxistas aglutinados en torno al periódico Militante, hemos decidido posicionarnos claramente con el Movimiento Regeneración Nacional (MORENA) y con los militantes de base que lo impulsan, junto a las demás expresiones de izquierda. Trabajaremos con nuestras fuerzas para construir el movimiento, particularmente entre los jóvenes y trabajadores, a su vez mantenemos nuestra postura de que la única manera de acabar totalmente con los intereses de la oligarquía es construyendo una corriente socialista a lo interno del PRD de base y el MORENA, luchando por la expropiación de la oligarquía.