México: ¡Contra la represión y el inminente fraude electoral!

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Durante los últimos meses el ascenso de las luchas de los trabajadores y campesinos se está haciendo sentir también en México. El gobierno de Vicente Fox quiere establecer un régimen afín a los intereses capitalistas basado en un nuevo gobierno del PAN (derecha) y en las fuerzas policiales, reprimiendo cualquier brote de oposición.

¡Por la unidad de acción y una Huelga General de 24 horas!

Durante los últimos meses el ascenso de las luchas de los trabajadores y campesinos se está haciendo sentir también en México. El gobierno de Vicente Fox quiere establecer un régimen afín a los intereses capitalistas basado en un nuevo gobierno del PAN (derecha) y en las fuerzas policiales, reprimiendo cualquier brote de oposición.

La ofensiva contra los trabajadores se ha traducido en repetidos intentos por privatizar el petróleo y la electricidad, reformas laborales reaccionarias, así como atacando la existencia misma del Seguro Social. La represión contra los trabajadores mineros de Lázaro Cárdenas, en Michoacán, y los campesinos de Atenco, en Texcoco, pretenden dar un aviso a las masas de demostrar hasta dónde está dispuesto a llegar el régimen en defensa de sus intereses.

Durante el último año los trabajadores han mostrado su fuerza evitando que los ataques más estratégicos en su contra se concreten. El movimiento sindical está adquiriendo nuevos bríos, avanzando una recomposición a la izquierda en los sindicatos que se suma a la ya tradicionalmente acción combativa de los trabajadores electricistas y su Frente Sindical Mexicano.

Esto explica la reacción virulenta de la burguesía, imponiendo la dirección del Congreso del Trabajo y luego intentando utilizar la coyuntura generada por la tragedia de la muerte en un derrumbe de 65 mineros en Pasta de Conchos para destituir al dirigente del sindicato minero, Napoleón Gómez Urrutia, que había apoyado una dirección alternativa en el Congreso del Trabajo y acusó a la empresa de asesinato industrial. La lucha combativa de los mineros en defensa de su sindicato fue siendo respondida con la violencia armada y el asesinato de 2 mineros, pero éstos no se han amedrentado.

El paro del 28 de abril y la marcha del 1º de mayo fueron muestras de un poder de movilización y de unidad cada vez mayores. Las direcciones sindicales han formado un frente unido y preparan un paro nacional de 24 horas. Esto muestra que la presión de los trabajadores sigue creciendo, que no se dejan amedrentar y que están dispuestos a seguir hasta la victoria.

En el frente electoral, la candidatura de López Obrador está siendo atacada a diestra y siniestra. Las masas trabajadoras han tomado a la candidatura de López Obrador (PRD) como un medio para expresar sus deseos de transformación social. Por tanto, pese a la feroz campaña sucia y del fraude que se avecina, es probable que consigan que López Obrador sea presidente.

Lamentablemente, en el seno de la dirección del PRD existen sectores que hacen todo lo posible para perder la elección y, en el caso de triunfo, continuar con la misma política burguesa. En el mejor de los casos, la dirección del PRD ha mostrado una fría indiferencia ante las luchas, generando desconcierto entre los trabajadores más combativos, aunque en la mayoría de los casos eso no ha modificado la idea de las masas de emplear el voto a López Obrador para luchar contra el sistema.

Un hecho absolutamente inadmisible y condenable es el papel jugado por los dirigentes locales de Michoacán y Texcoco, como instrumentos de las acciones represivas y asesinas del Estado, siendo partícipes del crimen contra los trabajadores. Corresponde a los activistas de base y a los trabajadores exigir la inmediata expulsión del PRD de estos elementos nefastos. Por eso, resulta doblemente significativa la importancia de luchar por un PRD combativo y con un programa socialista.

El otro frente de aglutinación de las masas, aunque pequeño comparativamente, es el que se ha agrupado en torno a la “otra campaña” impulsada por los zapatistas. Todas las inconsistencias del PRD, toda la falta de sensibilidad frente a las luchas de los trabajadores se ha traducido en nuevos adeptos para la “otra campaña”, principalmente en ciertas regiones donde la presencia del PRD no es importante.

Los marxistas debemos plantear la necesidad de promover la unidad de acción de todos estos sectores (sindicatos, PRD y la “otra campaña”) en la defensa de las propias organizaciones, las cuales en general están siendo atacadas, y en pos de la derrota del actual régimen.

Debemos luchar por concretar la Huelga General en defensa de la autonomía sindical, por la libertad de los presos políticos, y contra toda la política del gobierno, formando en todas partes comités pro-Huelga General. Al mismo tiempo debemos frenar a la derecha PRI-PAN votando masivamente como un medio de dar un golpe contundente a los planes estratégicos de la burguesía y de prepararnos para enfrentar las tareas que se avecinan en los próximos años de manera organizada y combativa.

Pero no olvidamos que aun una Huelga General exitosa sólo es un paso en el camino por la transformación social. Por ello debemos continuar manteniendo la difusión de un programa socialista y revolucionario para enfrentar la represión y la miseria a la que nos condenan este sistema capitalista.