Hacia un programa de Investigación Científica en materia de medios y modos para la producción de Imágenes e Imaginarios
Instituto de Investigaciones sobre la Imagen
Hacia un programa de Investigación Científica en materia de medios y modos para la producción de Imágenes e Imaginarios
Diagnóstico general provisional y no apocalíptico:
Sobre la investigación y producción de Imágenes e Imaginarios domina el empíriocriticismo. Hay una crisis de sobreproducción de Imágenes generadora de caos y barbarie cultural e intelectual. Se rinde culto fetichista al fetichismo. La producción de imagen e imaginarios se ejerce dentro de los límites fijados por las leyes del utilitarismo convencional burgués[1].
A pesar del avance tecnológico se ha detenido notoriamente el desarrollo de Imágenes e Imaginarios con estereotipos alienantes e instituciones culturales rígidas. Los trabajadores de los medios y modos de producción de Imágenes e Imaginarios viven bajo condiciones de explotación y alienación aceleradas. Tanto los independientes como los asalariados soportan estragos del modo de producción y distribución hegemónicos que sólo depara abandono y depresión. Hay conciencia gremial limitada, poca organización y poca capacitación transformadora por miedo al desempleo y la violencia legalizada.
Un cierto clientelismo académico y científico elude el debate y la investigación crítica entre docentes y alumnos frente a los medios y modos de producción. Se incentiva poco o nada el desarrollo de protocolos o estatutos de enseñanza, investigación o creación teórica, hacia una práctica científica transformadora. En lo general el concepto Imagen se reduce a lo visual y, casi exclusivamente, se privilegia el estudio lineal de técnicas y formas de producción sin contexto y crítica. En su estudio crítico, la Imagen aparece en la pedagogía como esclava de lo visible y disuelta en un laberinto de confusiones visualistas. Hay, no pocos, devaneos mercantiles para la formación e inserción de estudiantes, investigadores y creadores dóciles, al mercado laboral hegemónico. Cierta degeneración en algunas organizaciones científicas, universitarias, ha producido grupos y tendencias sectarias de géneros diversos. En general se niegan a luchar por los intereses y las necesidades elementales de las sociedades en su situación actual. Dan la espalda a la realidad con sus verdades. Permanecen indiferentes ante la lucha interna de las universidades, a sus debates, tensiones y contradicciones. Como si se pudiera conquistar la verdad y la ciencia sin intervenir en esa lucha. Se rehúsan a poner en práctica la ciencia con sus teorías y métodos para la transformación total de la realidad burguesa, imperialista y el fascismo, camuflado como se camufle. La producción científica sobre la imagen, en el campo de la educación, tiene, además, tareas críticas importantes vinculadas con la transmisión de imágenes e imaginarios en el proceso enseñanza aprendizaje desde la escuela primaria. No están exentas de un estudio crítico las teorías y las tecnologías para la educación. Tales tecnologías son aún hoy objeto de pocas intervenciones críticas. Es imprescindible advertir el riesgo de farandulización del conocimiento en manos de vendedores de herramientas e ideas para el apoyo educativo.
Hay una Imagenfilia fetichista de cierto estrellato libresco dirigido por algunos poseedores del secreto mayor. Convierten el maná de la Imagen en votos. Gurúes del poder que santiguan a sus clientes (y a sí mismos) con estrategias de mercado más o menos funcionales. Para bienes o servicios, para la farándula o la política. Hay una lógica fetichista que instaura en la Imagen poderes domesticadores sobrenaturales que constituyen un adiestramiento al consumo temprano de tecnologías e ideologías de época. Con apoyo de algunos gobiernos. Desde 1994[2] se desarrolla un movimiento vertiginoso que ha sido capaz de producir experiencias de Imagen alternativas, independientes, rebeldes no son una novedad, tienen historia y herencias muy concretas, se trata de un estallido de imágenes e imaginarios dispuestos a construir modos y medios de producción transformadores. Con sus limitaciones y contradicciones diversas, semejante estallido debe ocupar un lugar privilegiado en las investigaciones sobre la Imagen, algunas de ellas también en efervescencia. Eso está en ciernes.
Definiciones inconclusas:
Imágenes e Imaginarios son producción social siempre. Son recuerdos, sueños, fotografías, films, videos, escritos, dibujos, palabras, sonidos son estrategia de la inteligencia para adquirir y expresar el conocimiento, la comunicación y la creación.[3]
Toda producción de imágenes ha sido desigual y combinada. Objetiva y subjetiva. Como secreción valiosísima impregnada de conciencia e inconsciencia[4], razón e instinto, enigma y praxis, la imagen es realidad y fantasía[5], la Imagen es producción humana que a través de sus realizaciones bio-psíquicas más complejas interroga nuestra relación dialéctica entre conocer y transformar. Pero también es producción humana frecuentemente fetichizada[6] al calor de ciertos intereses dominantes que también poseen carácter alienante.
Eso maravilloso que permite capturar, alojar y cargar, con ayuda de los sentidos, el universo, un universo entero, la materia en la cabeza, se llama Imagen. Eso que resulta de transportar (expresar) el universo interior a otro universo interior, a través de algún medio y modo sensorial expresivo, es Imagen. Esa materia prima producto y productora del conocimiento, la comunicación y la creación es Imagen. Imagen que es producción material humana concreta, objetiva y subjetiva, basada en datos sensoriales, para conocer y producir conocimiento, comunicar y producir comunicación, crear y recrear el universo exterior en el universo interior de la cabeza (y viceversa) Es, también, falible, maleable y no pocas veces inefable.
La Imagen prueba, de entrada y de salida, la unidad material del universo con su diversidad formal. Esa es su magnificencia, poderío y misterio.[7] Una parte en la historia de la Imagen está plagada de ensayos fallidos, y/o acertados, para descubrir y usufructuar los mecanismos de la imagen. Desentrañarla es una pesquisa histórica guiada por los intereses más contradictorios y extravagantes. Desde las religiones hasta las rebeliones, desde la perversión hasta la liberación. Dominar la Imagen hacerla propia y hacerla funcional o rentable ha sido pretensión y sueño de muchos. ¿Por qué? ¿Qué hay en la imagen que suponga poder… poderes? ¿Qué hay tan seductor en dominar la producción individual y social de imágenes? ¿Qué debate o guerra se gana con la fabricación e imposición de imágenes? La historia tiene en el conjunto de las relaciones humanas, su modo y realidad, repuestas importantes. Y diversas.
Nuestra definición provisional sostiene:
Que la Imagen es materia dinámica determinada por la naturaleza, la historia y los sentidos y el trabajo; proceso en sí y parte indisoluble de procesos más complejos para la representación mental y la producción y transformación de la realidad objetiva y fantástica.
Que la Imagen es materia dinámica determinada por la naturaleza, la historia, la necesidad y los sentidos, proceso en sí y parte indisoluble de procesos psíquicos más complejos. Representación mental transformadora de la realidad y de sí en la satisfacción dialéctica de necesidades objetivas y subjetivas. Síntesis del conjunto de las relaciones humanas con el universo y consigo para la producción de hechos científicos, espirituales y fantásticos
Estas definiciones provisionales apuntan a estudiar orígenes, comportamientos y alcances de la Imagen como agente dinámico constitutivo (como ya se mencionó) de 3 operaciones fundamentales: el conocimiento, la comunicación y la creación. ¿De qué medios se vale la inteligencia para ordenar con Imágenes pensamientos combinados, desiguales y evolutivos.
Cómo correlaciona lo sensorial con lo mental, colectiva, particular, e históricamente. Qué puentes establece entre lo real y lo fantástico. Qué papel desempeña (entre otras funciones) con las emociones, lo onírico, la síntesis, lo lúdico, la memoria y la intuición. Cómo opera entre lo mental y la práctica?.
Son nuestras necesidades y las exigencias del intercambio quienes suscitan las imágenes. La imagen cumple un papel fundamental en la transformación del mono en hombre. La imagen ha servido como materia comodín maleable al arbitrio de la experiencia para construir resoluciones intelectivas en las que se acumula la memoria toda y una parte de ella que es útil para lo general como para lo muy particular de cierta imagen o grupo de imágenes. La imagen es portadora augural de sus propios devenires y es muy probable que la aparición de las primeras imágenes en el hombre hubiesen creado estupores inenarrables por lo pasmoso de un encuentro, al tiempo que resolución de necesidades, potencia viva para la construcción de la memoria, del conocimiento y de la cultura toda. Hoy aún no terminamos de asombrarnos.
A la relación dialéctica entre la realidad objetiva y la realidad subjetiva pertenece doblemente un grado de arbitrariedad para la producción de imágenes y un grado de libertad y de liberación de ciertas tensiones emocionales consustanciadas en toda Imagen. Es probablemente el campo interno de la creación. Y ahí no hay gobierno posible sobre las imágenes. Su comportamiento es de tipo salvaje. Instintivo. Tales imágenes pertenecen a la categoría más profunda de la identidad individual. Orbitan planos de la actividad mental que desbordan los marcos culturales con una persistencia y consistencia totalmente únicas.
En esas latitudes tanto la materia como la forma de la Imagen reordenan y rearman escenarios obedientes a su propia ley y donde la interpretación de significados pierde parcialmente jerarquías para exigir interpretación de sensaciones. Especie de sutilización de lo semántico que sin dejar se serlo muta su lógica por una más arbitraria determinada por el accidente y la variabilidad del juego de imágenes. Una especie de ruptura peculiar con todo código, empeñada en descargar emocionalmente andanadas de conmociones emocionales. Se mezclan colores, aromas, texturas, sonidos. La materia ingresada sale de ciertos archivos conscientes y se desplaza a aquellas zonas rebeldes para reconstruirse como en un baile de mascaras donde los olores se disfrazan de sabores para convencernos de que son texturas.
Y ello genera nichos lúdicos extraordinarios tanto como picos de angustia inexplicables. La imagen reina en esos lares como constructora aparentemente caprichosa que va dejando para la perspectiva general un paisaje cuya lógica arquitectónica escasamente es legible por esquemas convencionales. Es un hecho de creación con su estética. Una recopilación de repertorios que para el gusto o el disgusto siempre promete ordenaciones nuevas. Ese plano profundo de la subjetividad se mantiene permanentemente, tiene sus claves en el exterior. Por momentos logra exaltarse lo suficiente y expide imágenes armadas con ingredientes de circunstancia.
Unas veces más intensa que otras, más tenue o luminosa según cierto azar propio. La Imagen hace suyo lo profundo, lejano y extenso para acercarlo a lo inmediato, cercano y específico. Red de planos y dimensiones obediente al arbitrio de las necesidades. Red de luz transparente y expansiva. Retícula sobre la totalidad de las experiencias; síntesis y proyecto inmensurable. Violencia de espacios y tiempos fiel a lo accidental, lo histórico y lo social. Individual, colectiva y viceversa. Tiene por garantía el vacío. Se expande sobre él cardinalmente para alimentar diálogos y debates con el caos. No es deidad, no es curiosidad, no es fatalidad.
Al lado de esas intenciones que emplazan el fenómeno de la Imagen como hecho estrictamente cerebral, hay que presentar hipótesis más amplias que incluyen la totalidad de los sistemas sensomotrices con sus funciones de regulación y su carácter vehicular proveedor de información y estímulos. Además hay que considerar el papel determinante de las relaciones sociales, su tipo e historia y el modo en que estas se desarrollan. Es decir el conjunto de las relaciones también sociales es materia prima de la Imagen. El fenómeno de la Imagen es irreductible a lo neurofisiológico y tiene como función primordial generar la praxis en la gestación, consolidación y evolución del conocimiento, la comunicación y la creación.
Si la imagen se comporta como suponemos, es decir como producción de la tensión dialéctica entre varias líneas de la experiencia y la necesidad. Si de inmediato ese choque genera sobrecargas en todas las líneas de la red y, por tanto, otros choques o chispazos. Si esto sucede, además, en todas direcciones y dimensiones con una intensidad tal que logra inquietar el ánimo general de individuos o grupos; el problema de la investigación es extraordinariamente complejo y amplio. Compete a la Epistemología, a la Semiótica y a la Estética entre otras disciplinas. ¿Debe estudiarse la Imagen también como materia de ciencia física, natural, y/o social? ¿Qué metodología está habilitada y/o habilita semejante complejidad?
Más allá de los imperialismos de la imagen, que la pretenden propiedad exclusiva para la imposición de modelos ideológicos, y muy al margen de las prepotencias estético-mercantiles, la imagen continúa siendo un acontecimiento irreductible y problematizante. La necedad comunicacionalista de algunas teorías empeñadas en apropiarse la Imagen, quiso hacernos creer que la reiteración, saturación, posicionamiento publicístico, son clave de un saber incuestionable. Produjeron, con reduccionismos, tantas confusiones y engaños que es necesario hoy replantear medios y modos para el estudio de la Imagen.
Hacer un programa de investigación cuya capacidad crítica puntualice eso que, en lo individual y colectivo, poseemos para pensar y liberar la riqueza de las imágenes. Nada más aterrorizante que la idea de direccionar la producción natural de imágenes a cambio de "mundos felices" donde todos se someten al "modo de producción" para imágenes, verticalista, autoritario y domesticador.
Hoy se llama Imagen a casi cualquier signo icónico, portador de discursos verticalistas. Se llama "imagen corporativa", "imagen pública", "imagen política", "imagen publicitaria", "civilización de la imagen", etc. en una época en que los signos se cretinizaron para sustituir las expresiones humanas más genuinas.
El estudio de la Imagen no puede prescindir de una ética que obligue a poner en claro peligros y consecuencias, que sobre la historia de la cultura, inflige toda alienación humana. Esta investigación sobre Filosofía de la Imagen privilegia la creación sobre la erudición sin reñirlas. Pone énfasis en la importancia de expandir el conocimiento para obedecer al carácter bacteriológico y creativo de la imagen con sus potencias exteriorizantes, liberadoras del espíritu… sus enigmas y promesas, es decir, la vida misma.
Pronóstico reservado:
Emprendemos, como Instituto Universitario, tareas que consideramos indispensables en nuestros días. Declaramos:
Que allí donde otros proponen sólo estudios más o menos aislados, nosotros pretendemos una ciencia de la imagen comprensiva, permanente y transformadora. Que la actividad científica consiste también en arder en guerras contra la miseria. Que la investigación científica debe ser producto de cierto trabajo no alienado y purificante… una transformación. Trabajo que no es mejor o peor que otros, que no es beneficiario de iluminaciones o privilegios de especie o clase. Trabajo que no está sólo en las formas lógicas o metodológicas. Ciencia que comienza en las ideas para la libertad, que es capaz de transformar la vida… cambiar al mundo.
Esto es un llamado a unirse en un frente único mundial por la investigación crítica y la transformación de medios y modos para la producción de Imágenes e imaginarios. Aparece en un momento en que el imperialismo aplica políticas de superexplotación en todas partes. Las dos terceras partes del mundo son colonias. Muchos científicos sobreviven perseguidos, calumniados, encarcelados, o exiliados.[8]
Frente en movimiento para ganar espacios hacia la transformación y resignificación del concepto Imagen y su práctica rumbo a la liberación definitiva de sus medios y modos de producción. Frente para quebrar todo exclusivismo en la producción y distribución de Imágenes e Imaginaros. Tarea y lucha que desde la ciencia busca ampliarse y tejerse con la lucha totalizante contra la explotación. Frente y lucha en el campo filosófico, científico, técnico e ideológico.
No entendemos la ciencia con sus problemáticas, costos y fines, sin conciencia de las necesidades humanas todas. No creemos en saberes cerrados o sectarios.
Emprendemos el desarrollo de un Programa de Investigación basado en un diagnóstico crítico sobre la economía política de la Imagen, sus medios y modos de producción, en el presente, donde se sintetiza la evolución humana con sus magnificencias o calamidades. Con nuestro Programa de Investigación en desarrollo nos negamos a todo fatalismo predicativo que ve como imposible la transformación del mundo. No hay medio y modo para la producción de Imágenes e imaginarios que no queramos estudiar y emplear para la liberación total de la humanidad.
Nuestro trabajo de investigación estriba en el desbrozamiento, no atomista, de objetos de estudio precisos. Eso incluye las relaciones entre ideología e imagen, la violencia en el imaginario cotidiano, campos oníricos de la imagen, relación entre conducta y producción hegemónica de imágenes etc. Según nosotros, la investigación sobre los modos y medios para la producción de imágenes e imaginarios, no puede separarse de un examen riguroso al estado actual de las fuerzas productivas en general, al estado actual del trabajo y a la producción y distribución de la riqueza material y espiritual. Tratamos de entender la economía de la imagen como producción social que nos permite cuestionar la Historia toda. Y acaso transformarla. Impulsamos programas de experimentación, científicos, pedagógicos, que se asumen como frente crítico a salvo de escolásticas moribundas y miseria de Imágenes.
Nuestras estrategias en el período próximo están fuertemente vinculadas a los problemas concretos de organización y movilización social e investigación sobre el estado de la producción y distribución creadora de imágenes e imaginarios hacia condiciones de vida digna, justa y para todos. Contra la confusión y descorazonamiento de la humanidad hacia su desarrollo y libertad plena. Para eso nuestro programa científico posee líneas de trabajo, provisionales y transitorias, que parten de las condiciones actuales y de la conciencia actual de las sociedades.
Consideramos que este es el momento de decir abierta y claramente cómo entendemos la producción de imágenes y a sus protagonistas, cómo caracterizamos tal producción desde marcos teórico-metodológicos diversos y cómo creemos que debe ser planteada la liberación de los medios y modos para la producción de imágenes con interrelación poderosa, en estos momentos.
Partimos de la concepción de que toda producción científica, sin importar si responde a las ciencias físicas o a las ciencias sociales, es una producción social. No puede dejar de serlo porque emerge en el seno de una comunidad -o varias- pagada de una manera u otra por ella(s), en un momento histórico determinado.
Pero la investigación científica no puede omitir su paradigma rector trabado en el problema de encontrar, divulgar y defender la verdad (y los marcos teórico-metodológicos para conocerla) incluso ante el poder y los poderes productores de realidades científicas. Nuestras investigaciones sobre la Imagen están comprometidas doblemente en este terreno. Por una parte diagnóstico y búsqueda de la verdad implícita en el modo hegemónico actual de producción y reproducción de imágenes, por otra, la verdad alcanzable por la investigación científica de los medios a los modos, de las ideas a las prácticas para transformar la situación actual.
Esto exige un desarrollo científico autocrítico capaz de declarar y depurar sus fuentes teóricas y los procedimientos seleccionados para el conocimiento de la verdad. En el regateo sobre qué investigaciones científicas tienen los estatutos científicos y cuáles no, cuáles investigaciones merecen bendiciones y cuáles no, la conciencia política y la ética de la ciencia es el orientador único y su crisol en la práctica, su determinante mayor. Eso si el fin de la investigación científica es la verdad no reduccionista.
Es ineludible el requisito ético científico de plantearse no sólo el problema de la verdad sino el conjunto de acciones pertinentes para transformar una problemática concreta ayudado por la verdad alcanzada por una ciencia. No hay ciencias asexuadas en tanto que son producción social. La satisfacción y autosatisfacción científica de alcanzar una verdad por la verdad misma, desvinculada de la intervención social para la transformación de un problema en beneficio colectivo social, reproduce la división social del trabajo, y mantiene a cada grupo-clase ajeno, alejado, sin conciencia de su fuerza transformadora que debería ser ayudada por investigaciones que le son propias de hecho y derecho. Es una usurpación disfrazada que goza de impunidad absoluta. La investigación científica que no interviene socialmente con sus ideas y métodos cumple con la tarea añeja de probar que el conocimiento sólo es posible para unos elegidos lejos de su contexto e historia[9].
No basta con ser capaces de identificar, caracterizar y estudiar problemas en los medios y modos para la producción de Imágenes e Imaginarios. No bastan, aun siendo indispensables, los diagnósticos más conspicuos ni las casuísticas más originales. Hace falta la práctica, el Trabajo científico, artístico, académico organizado para intervenir socialmente. ¿Estamos preparados?
Nosotros planteamos la necesidad de un Instituto de investigaciones sobre la Imagen en movimiento crítico contra todo sectarismo. Si la humanidad, fuere por lo que fuere, a la altura de sus rebeldías, lucha por adueñarse de sí para desaparecer todas las miserias que la aquejan y alejan de su razón y amor, no seremos indiferentes ni indolentes, por eso pretendemos contribuir a producir la libertad de la imagen, la imaginación y la fantasía de toda la miseria que las abruma. Quizás sea el momento en que la imaginación esté próxima a ejercer los derechos que le corresponden. Hace falta unidad para debatir y construir abiertamente la ciencia sin excluir los paradigmas que faltaron en muchas discusiones, pensar en conjunto, incluir lo que antes no pudimos, por ignorancia, prejuicio o atraso. ¿Será esta la hora? Veremos[10].
[1] En todo el mundo, gigantescos conglomerados se apoderan de los medios de comunicación. En Estados Unidos, donde las normas contra las concentraciones en el campo audiovisual se abolieron en febrero de 2002, America Online ha comprado Nestcape, la revista Time, la Warner Bros y la cadena de información CNN; General Electric, la empresa mundial más importante por su capitalización bursátil, se ha hecho con la NBC; la firma Microsoft de Bill Gates reina en el mercado de los programas informáticos y quiere conquistar el de los videojuegos con su consola X- Box, mientras que con su agencia Corbis domina el mercado de la fotografía de prensa; la News Corporation de Rupert Murdoch ha asumido el control de algunos de los periódicos británicos y estadounidenses de mayor difusión (The Times, The Sun, The New York Post) y posee una red de televisión por satélite (BskyB), una de las cadenas de televisión de Estados Unidos (Fox) y una de las principales empresas de producción de películas (20th Century Fox). En Europa, Bertelsmann, la mayor editorial del mundo, ha adquirido RTL Group y controla actualmente en Francia la cadena de radio RTL y la cadena de televisión M6; Silvio Berlusconi posee las tres cadenas privadas de televisión más importantes de Italia y controla, como Presidente del Consejo, el conjunto de las cadenas públicas; en España, el Grupo Prisa controla el diario El País, la Cadena SER, el canal codificado Canal Plus y un polo de editoriales. En Francia, la crisis del mercado de la publicidad, la caída en las ventas de periódicos y la llegada de los diarios gratuitos han llevado al reagrupamiento de las publicaciones periódicas, favoreciendo la entrada de industriales en el capital de las sociedades de prensa que se encuentran en dificultades. En este contexto, el desmantelamiento de Vivendi Universal Publishing (VUP) ha provocado un cambio radical. El grupo Dassault, presidido por Serge Dassault, hombre de derecha que obtuvo la alcaldía con los votos del Frente Nacional y que ya controla Le Figaro y numerosos periódicos regionales, ha podido adquirir de este modo el semanario L"Express, la revista Expansion y catorce publicaciones más, convirtiéndose, mediante la empresa Socpresse, en el primer grupo de prensa del país. Por otra parte, el grupo Lagardère, presidido por Jean-Luc Lagardère, hombre igualmente de derecha, próximo a Jacques Chirac, que constituye el principal editor de Francia (Hachette, Fayard, Grasset, Stock, etc.) y que ya posee diversos periódicos regionales (Nice-Matin, La Provence), domina el sector de las revistas (Paris Macht, Elle, Tele 7 Jours, Pariscope, etc.) y controla la distribución de periódicos a través de la red de quioscos Relay y de las Nouvelles Messageries de la Presse Parisienne (MNPP), ha comprado el polo editorial VUP (Larousse, Robert Laffont, Bordas, etc.), convirtiéndose en uno de los gigantes europeos de la comunicación y no oculta sus deseos de absorber bien Canal Plus o bien la cadena de televisión pública France 2.
Estos dos grupos -Dassault y Lagardère- tiene en común la inquietante particularidad de haberse constituido en torno a una empresa central dedicada a la actividad militar (aviones caza, helicópteros, misiles, cohetes, satélites, etc.). El viejo temor se ha hecho realidad: algunos de los principales medios de comunicación están ya en manos de los vendedores de cañones. En el momento en el que se producían las tensiones con Irak, es de imaginar que estos medios de comunicación no se opondrían enérgicamente a una intervención militar contra Bagdad. El apetito voraz de los nuevos señores de la comunicación ha llevado a otras publicaciones a buscar una orientación crítica para poder escapar a su control. El grupo Le Monde (2), por ejemplo, se ha aproximado recientemente a las Publications de la Vie Catholique (Télérama, La Vie) adquiriendo el 30% del capital, así como al semanario Le Nouvel Observateur, y proyecta colocar una parte de su capital en bolsa.
[2] Se hace referencia al levantamiento zapatista del 1º de enero de 1994 y en especial a su capacidad de producción y reproducción colectiva y mundial de Imágenes e imaginarios apoyada en medios y modos di-símbolos.
[3] Imagen: Es usual llamar imágenes a las representaciones que tenemos de las cosas. En cierto sentido los términos imagen y representación tienen el mismo significado. Pueden emplearse asimismo imagen e imágenes para designar las representaciones enviadas por las cosas a nuestros sentidos. Así Epicuro indica en su carta a Herodoto que las imágenes sobrepasan en finura y sutileza a los cuerpos sólidos y poseen también más movilidad y velocidad que ellos, de tal modo que nada o muy pocas cosas detienen su emisión. No afectan solamente al sentido de la vista, sino también a los oídos y el olfato; las sensaciones experimentadas por estos son causadas asimismo por irradiaciones de imágenes. El concepto imagen ha sido usado con mucha frecuencia en psicología. En la mayor parte de las ocasiones se ha entendido como la copia que un sujeto posee de un objeto externo. Aunque las opiniones sobre el modo como se produce tal copia, y aún sobre la naturaleza de la misma, han variado mucho a través de las épocas, ha habido un supuesto constante en casi todas las teorías sobre la imagen psicológica: el de que se trata de una forma de realidad interna que puede ser contrastada con otra forma de realidad externa. La mencionada doctrina de los epicúreos acerca de los simulacros, las tesis escolásticas sobre la naturaleza de las especies inteligibles, y muchas teorías psicológicas modernas que han intentado explicarla psicofisiológicamente La aparición de las imágenes no difieren entre sí considerablemente. Nicola Abbagano. Diccionario de Filosofía.
[4] Inconsciente e imaginería: Una de las ideas fundamentales que supone el enfoque psicoanalítico del espectador de la imagen consiste pues, en subrayar la estrecha relación entre inconsciente e imagen: La imagen <...>; inversamente, el inconsciente – contiene – imágenes, representaciones. A decir verdad, es imposible precisar de que modo está presente en el inconsciente esta imaginería, puesto que, casi por definición, el inconsciente es inaccesible a la investigación directa y sólo indirectamente es cognoscible a través de las producciones sintomáticas que lo traicionan. El hecho de que, en estas producciones sintomáticas, desempeñen un papel las imágenes, no dice evidentemente nada sobre su existencia en el inconsciente, y esta cuestión sigue siendo una de las más especulativas de toda la doctrina freudiana. No iremos, pues, más lejos, sino para operar fugazmente un acercamiento entre esta imaginería inconsciente y otras formas de imaginería <...>. Ya hemos mencionado el llamado pensamiento visual, pero a lo que se alude aquí más bien es llamado conscientemente imágenes mentales. El acercamiento parecerá escandaloso a algunos, puesto que fue desde una de las ciudadelas del cognitivismo (del antipsicoanálisis pues), en el MIT (Massachussets Institute of Technilogy) donde se realizó hace unos diez años el estudio de las imágenes mentales. Pero nos ha parecido posible, e incluso útil, realizarlo en un libro que no pretende tomar partido entre diversas verdades reveladas y sus profetas, sino enumerar lo que existe. El debate sobre las imágenes mentales es más o menos el siguiente: dado que innumerables experiencias y la introspección usual ponen en evidencia la existencia de imágenes internas a nuestro pensamiento, ¿Cómo concebir éstas imágenes? ¿Son (posición pictorialista) verdaderas imágenes, en el sentido de que, al menos parcialmente y en cuanto algunas de ellas, representan la realidad según el modo icónico? ¿O son (posición descripcionalista) representaciones mediatas parecidas a las representaciones del lenguaje? La querella es más sutil de lo que dejan suponer las palabras <...> y <...> el lenguaje <....>, pues todo el mundo está muy de acuerdo en que no se trataría de imágenes en el sentido cotidiano, fenoménico de la palabra. Acaso una de las maneras más esclarecedoras de exponerlo es ésta: es <...> lo que en nuestros procesos mentales no podría ser imitado por un ordenador que utilizase información binaria. La imagen mental no es, pues, una especie de <...> interior de la realidad, sino una representación codificada de la realidad (aunque estos códigos no sean los de lo verbal). Pero por otra parte, se han provocado en los laboratorios de psicología situaciones en las que los sujetos confunden imaginería mental y percepción, y que parecen indicar la existencia de similitud funcional entre las dos. Muchas hipótesis actuales sobre las imágenes mentales (cuya realidad nunca se pone en duda), giran alrededor de la posibilidad de una codificación que no sea ni verbal ni icónica, sino de una naturaleza de algún modo intermedia. Sin que nunca haya estado sometida a procedimientos experimentales del mismo orden, es posible, si no probable, que pueda decirse otro tanto de la imaginería inconsciente. No es, en cambio, posible ir más lejos. Nadie sabe, ni siquiera el enfoque cognitivista, cómo informan <...> las imágenes reales a nuestras imágenes mentales, a fortiori las imágenes inconscientes. Jaques Aumont La Imagen pp.123, 124.
[5] Fantasía: (del griego fantasía: imagen psíquica, fruto de la imaginación). Imaginación que se caracteriza por una especial fuerza, por la brillantez y lo extraordinario de las representaciones e imágenes creadas. Diccionario soviético de filosofía Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo 1965 páginas 169-170.
[6] Fetichismo: (del portugués «feitiço»: artificial, fabricado).Veneración de objetos y fenómenos de la naturaleza; es una de las formas tempranas de la religión de la sociedad primitiva. El término «fetichismo» fue propuesto por el historiador y lingüista francés Charles de Brosses (1760). Al no conocer la esencia de los objetos materiales, el hombre les atribuía propiedades sobrenaturales, creía que dichos objetos (fetiches) daban satisfacción a sus necesidades. El fetichismo se halla relacionado con el totemismo y con la magia. Forma parte de muchas religiones modernas (adoración de iconos, de la cruz). (Fetichismo de la mercancía). Representación tergiversada, falsa e ilusoria del hombre acerca de las cosas, mercancías y relaciones de producción; surge cuando impera el régimen de la producción de mercancías basado en la propiedad privada, sobre todo bajo el capitalismo. La aparición del fetichismo de la mercancía se explica por el hecho de que los vínculos de producción entre los individuos, en la sociedad basada en la propiedad privada, no se establecen de manera directa, sino a través del intercambio de cosas en el mercado, a través de la compra y venta de mercancías, adoptan la envoltura de una mercancía (se materializan), y, como consecuencia, adquieren el carácter de relaciones entre cosas, se convierten aparentemente en propiedades de las cosas, de las mercancías. Las cosas, las mercancías creadas por los hombres empiezan, en apariencia, a dominar sobre los propios hombres. Esta materialización de las relaciones de producción entre los hombres, de la dependencia en que el hombre se encuentra respecto al movimiento espontáneo de las cosas, de las mercancías, constituye la base objetiva del fetichismo de la mercancía. En los hombres surge la idea ilusoria de que las cosas mismas, las mercancías, por su propia naturaleza, poseen ciertas propiedades misteriosas, que en realidad no poseen. El fetichismo de la mercancía oculta la verdadera situación: la subordinación del trabajo al capital, la explotación de la clase obrera. En la superficie de los fenómenos, las relaciones entre los capitalistas y los obreros aparecen como relaciones entre poseedores iguales de mercancías. Todas las ideas ilusorias sobre la igualdad y la libertad engendradas por el capitalismo se apoyan en dicha forma tergiversada, inevitable en la sociedad capitalista, en que se manifiestan las categorías económicas. La economía política burguesa, vulgar, utiliza el fetichismo de la mercancía con el propósito de encubrir la auténtica naturaleza del capital y ocultar la causa verdadera de la explotación de la clase obrera. El primero en develar el secreto del fetichismo de la mercancía, sus raíces, su base objetiva, fue Marx. El fetichismo de la mercancía tiene un carácter histórico; desaparecerá cuando se aniquile el modo capitalista de producción. Diccionario soviético de filosofía. Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1965, página 172.
[7] Lo que quiere decir que, fuera de nosotros, independientemente de nosotros y de nuestra conciencia, existe el movimiento de la materia, supongamos ondas de éter de una longitud determinada y de una velocidad determinada, que, obrando sobre la retina, producen en el hombre la sensación de este o el otro color. Tal es precisamente el punto de vista de las ciencias naturales. Estas explican las diferentes sensaciones de color por la diferente longitud de las ondas luminosas, existentes fuera de la retina humana, fuera del hombre e independientemente de él. Y esto es precisamente materialismo: la materia, actuando sobre nuestros órganos de los sentidos, suscita la sensación. La sensación depende del cerebro, de los nervios de la retina, etc., es decir, de la materia organizada de determinada manera. La existencia de la materia no depende de la sensación. La materia es lo primario. La sensación, el pensamiento, la conciencia es el producto supremo de la materia organizada de un modo especial. Tales son los puntos de vista del materialismo en general y de Marx y Engels en particular Lenin, Materialismo y Empiriocriticismo pp. 29
[8] Domingo 20 de julio de 2003. MUNDO. La Tercera. Según estudio de institución sueca la lucha antiterrorista provoca alza de gasto militar mundial .La lucha contra el terrorismo liderada por Washington luego de los atentados terroristas de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono ha generado un fuerte aumento del gasto militar mundial. Así lo reveló ayer un informe realizado por el Instituto Internacional de Investigación de la Paz de Estocolmo (Sipri), que también indicó que Estados Unidos ha sido el mayor exportador de armas del planeta en los últimos cuatro años. De acuerdo al estudio, el gasto mundial en el sector militar, que ha crecido gradualmente desde 1998, se incrementó en un 6% en 2002 hasta un total de US$ 794 mil millones. Según el Sipri -institución independiente que analiza los conflictos- Estados Unidos es responsable del 43% del gasto militar en el mundo. www.tercera.cl/Copesa/LaTercera/CDA
[9] Son clásicos en esta línea los trabajos de Beltrán (1978), Beltrán y Fox (1981), Bernal Sahagún (1982), Dorfman (1980), Mattelart (1976 y 1977), Portales (1981) y Reyes Matta (1977). Más recientemente, autores como Esteinou (1990) y Fox (1989) continúan con el estudio del imperialismo cultural en América Latina. En México, la firma de un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos y Canadá que entró en vigor en enero de 1994, ha renovado los análisis compatibles con la tradición del imperialismo cultural. Los ensayos e investigaciones de Alva de la Selva (1993), Barrera (1993), Casas (1994) y Sánchez Ruiz (1992c), entre muchos otros, reflejan la vitalidad del enfoque del imperialismo cultural en los tiempos de la integración económica y la apertura de fronteras, aunque en algunos de esos autores se observan matices y distancias con respecto a los postulados clásicos de esta perspectiva
[10] Hambre: 840 millones castigados por hambre; 25 mil víctimas diarias; en las naciones donde la situación es más trágica, un pequeño tiene una expectativa de vida sana de apenas 38 años; uno de cada siete niños nacidos en los países pobres morirá antes de completar su primer lustro de existencia; más de 2 mil millones de personas sufren falta de micro nutrientes, con los infantes y las mujeres como los grupos más vulnerables. ONU y (FAO) alrededor de 30 países hacen frente en la actualidad a situaciones de emergencia alimentaria, 67 millones de personas necesitan ayuda urgente. El dato es conservador, según la propia fuente. África presenta el cuadro más crítico -las cifras más recientes revelan que aproximadamente 200 millones de personas (el 28 por ciento de la población africana) están crónicamente hambrientas. Pero, hasta dentro de los propios países industrializados, se contabilizan 11 millones de personas con déficit nutricional. será preciso reducir cada mes 2 millones de hambrientos de las cifras mundiales, un ritmo insospechado a partir de las estrategias actuales, que necesariamente deben rebasar el principio de las ayudas internacionales.