Macri, la inmoralidad y el desgobierno

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Los primeros días de Abril, los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y el país todo, volvimos a sufrir una nueva afrenta al raciocinio, a la verdad, a la dignidad y a la vida humana. Así de contundente.

Un perfecto cuadro montado por el PRO volvió a provocar la muerte de una persona por abandono, cuando una ambulancia del SAME se negó a entrar a la Villa 31 para la atención urgente de un caso de resolución relativamente sencilla.

Los primeros días de Abril, los habitantes de la ciudad de Buenos Aires y el país todo, volvimos a sufrir una nueva afrenta al raciocinio, a la verdad, a la dignidad y a la vida humana.

Así de contundente.

A pesar de la tenebrosa experiencia del Parque Indoamericano, que provocó en la práctica un “progrom¨ y el asesinato (no está claro aún si los mató la policía) de dos personas -víctimas múltiples de la migración forzosa por pobreza, la discriminación, la pauperización y el linchamiento xenófobo exacerbado desde el mismo Jefe de Gobierno de la Ciudad, Mauricio Macri-, un perfecto cuadro montado por el PRO volvió a provocar la muerte de una persona por abandono, cuando una ambulancia del SAME se negó a entrar a la Villa 31 para la atención urgente de un caso de resolución relativamente sencilla.

Era la podrida “frutilla” de un postre preparado en la cocina reaccionaria del PRO con ayuda de Clarín y la cadena de medios propatronales.

El gobierno nacional decidió cumplir con el anuncio del retiro de personal de la Policía Federal en numerosos puntos para custodia, tareas administrativas y adicionales en la ciudad, para que las asumiera la policía Metropolitana, fuerza sin dirección (en la cárcel), sin orientación (se desconoce sus atributos y tareas exactos), y con excesivo presupuesto.

Macri decidió una vez más, que la oportunidad era muy buena para evitar miradas sobre la pobreza de su gestión, el descalabro de la obra pública en la ciudad, el fin de sus posibilidades “presidenciables”, y el futuro incierto del PRO en su bastión de la ciudad de Buenos Aires donde no tiene posibilidades de triunfo aunque se presente el mismo Mauricio.

El objetivo era y es el mismo que levanta siempre la derecha: miedo, miedo y más miedo.

 

Argumentaron el abandono de la seguridad pública por parte del gobierno nacional, algo improbable y falso, más allá de la pregunta lógica de, ¿para qué tanto apuro y chicana, por tener policía propia si no puede custodiar hospitales y algunas escuelas?

Fabricaron un paro en los hospitales públicos con el inédito apoyo del gobierno de la ciudad, pero no con el apoyo de la inmensa mayoría de los trabajadores de la salud, por lo que, la medida terminó en un rotundo fracaso.

Y finalmente el episodio de la villa 31, que costó una vida. Una vida para la fallida campaña política de Macri. Demasiado.

Creemos de todas formas, que el gobierno nacional peca de ingenuidad cuando decide (correctamente) desacreditar a Macri. Como en el Indoamericano y ahora mismo, la respuesta debe ser garantizar lo que Macri no quiere o no puede, y exponer la absoluta ineficacia y el uso de las más viles tácticas en pos de ensuciar al kirchnerismo y ensalzar su perfil, despreciando para ello incluso la integridad física de los habitantes de la ciudad.

Además, se debe avanzar en el desmantelamiento de la federal, su poder mafioso, sus negociados, su verticalidad, y su chantaje permanente; elementos éstos que la convierten en parte importante del problema de la “inseguridad”. No se soluciona sólo con terminar con los adicionales.

No se le puede hacer el juego a este tipo de hienas, que encima, juegan desesperadas sus últimas cartas marcadas, desahuciados y desorientados por su falta de base y apoyo social.

En su momento la dirección de Proyecto Sur desperdició todo su potencial, disparando sus estériles dardos contra el blanco erróneo, jugando para la derecha, “perdonándole” la vida a Macri y aislándose de las masas…se pueden cometer errores, pero no todos juntos.

Por eso llamamos a todas las fuerzas progresistas de la ciudad, especialmente a la juventud –trabajadora y estudiantil- a aunar fuerzas, a crecer en organización, para derrotar a la derecha en la ciudad y el país, poniendo a Macri contra las cuerdas, llegue o no las elecciones, para no permitir a esa derecha poner en pie ninguno de sus programas, de ningunos de sus fieles monaguillos.