La ‘Semana Trágica’ de enero de 1919

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La oligarquía terrateniente argentina, que estaba en el poder desde los inicios de nuestra nacionalidad, advirtió que era necesario aflojar un poco las tensiones que se acumulaban, y por medio de la ley Saénz Peña, permitió el triunfo electoral del radicalismo.

El primer gobierno de Hipólito Irigoyen, que va de 1916 a 1922,significó el avance de sectores inferiores de la burguesía a la dirección del estado. Pero los resortes decisivos del poder político, económico y militar siguieron en manos de las mismas clases dominantes ligadas al imperialismo dominante de la época: el británico. Además, dentro del radicalismo tenían la hegemonía sectores de la alta burguesía urbana y rural que entraban en contradicción con su base obrera y popular. Estos sectores formaban parte del bloque de clases dominantes. Por eso no es extraño que el aparato represivo creado por los gobiernos conservadores se haya mantenido con el gobierno radical y se haya descargado con furia contra el naciente movimiento obrero argentino. Las mayores matanzas de trabajadores en nuestra historia, anteriores al golpe del 76,tuvieron lugar en este período(Semana Trágica, Patagonia trágica, huelgas de la Forestal): Lo cual es prueba del corto vuelo progresista (comparable al de una gallina) de nuestra burguesía nacional.

Estalla la huelga

En los establecimientos metalúrgicos Vasena, en la ciudad de Buenos Aires, trabajaban más de dos mil obreros, en su mayoría venidos del interior. Se les pagaban salarios miserables. Los obreros reclamaron un reajuste de salarios y mejores condiciones de trabajo. La patronal respondió con despidos y tomó personal adventicio(carneros o crumiros, como se los llamaba en esa época). Ante esta situación el personal se declaró en huelga. Era el 2 de diciembre de 1918.

La huelga se extendió durante diciembre y prosiguió en enero. La empresa recurre al concurso del crumiraje a fin de quebrarla. Poco tiempo atrás se había formado la Asociación Nacional del Trabajo(ajeno, decían los obreros), presidida por el oligarca Joaquín S. de Anchorena. Su objeto: proporcionar rompehuelgas, reclutados entre el lumpenaje y el hampa. Estos elementos desclasados jugaban el papel de matones armados dentro de las fábricas en conflicto. Esta organización fue la vertiente para la formación de la Liga Patriótica Argentina, fundada en enero del 19 con el nombre de Defensores del Orden, dirigida por Manuel Carlés.Fue una guardia blanca que intervino en diversos conflictos obreros, colaborando con la policía y el ejército.

Los propietarios de los medios de producción creaban estos cuerpos represivos en gran parte por el pánico que había entre ellos por el desarrollo de los acontecimientos internacionales. La gran Revolución Rusa había conmovido profundamente a nuestro proletariado. Se estaba formando el primer gobierno obrero en Alemania, bajo la dirección de Karl Liebknecth y Rosa Luxemburgo(que casualmente por estos días eran asesinados por el mismo odio de clase que barrió tantas vidas aquí). El décimo Congreso de la FORA aprobó una resolución que expresaba "su más amplia solidaridad y adhesión a los trabajadores de Rusia y Alemania por los heroicos esfuerzos que realizan para dar cima a los anhelos que constituyen el nervio de la actividad creadora del proletariado universal: libertar al trabajo y suprimir la explotación del hombre por el hombre".

La sangre por las calles

El siete de enero al mediodía se produce un choque entre trabajadores y policías, bomberos y matones que custodian un vehículo de la empresa. Las fuerzas represivas balean alevosamente a los obreros y producen una masacre: cinco muertos y quince heridos.

Es la primera matanza de la semana, que provoca honda indignación popular. El Partido Socialista Internacional (que luego cambiaría su nombre por el de Partido Comunista) llama a la solidaridad e invita a concurrir al sepelio de las víctimas. La FORA del X Congreso(la mayor central obrera de entonces) condena el proceder de la fuerza pública que ampara, dice, a mercenarios armados por Vasena.

En este clima sangriento creado por la represión, los gremios van paralizando el trabajo. Primero son los del calzado, de ebanistería y de las fábricas cercanas al establecimiento en conflicto. El día 8 la huelga se hace general. El 9 se hace el sepelio de las victímas. El cortejo fúnebre es baleado desde una iglesia situada en Corrientes y Yatay.Esto no atemorizó a los obreros, que siguieron hasta la Chacarita.Allí estaba hablando a la multitud el dirigente gráfico Luis Bernard, cuando la policía empezó a disparar nuevamente sus armas sobre la muchedumbre. En esta jornada hubo unos treinta y nueve muertos y cientos de heridos.

Esa misma tarde, Irigoyen designó al general Dellepiane comandante en jefe de las fuerzas represivas. Este demócrata manifestó: "si en el plazo de 48 horas no se restablece la normalidad y la situación se agrava, haré emplazar la artillería en la plaza del Congreso para atronar con los cañones la ciudad, y el escarmiento será tan ejemplar, que por cincuenta años nadie osará alzarse para perturbar la vida y la tranquilidad públicas". Por vez primera se usaba al ejército en la represión de revueltas populares.

El día 10 se realiza el plenario convocado por la FORA del X. Propone seguir la huelga hasta lograr la solución del conflicto de los obreros de Vasena a satisfacción de los mismos y exigir la libertad de todos los presos por causas sociales. Además se exige retirar la policía y las fuerzas armadas de los lugares públicos y que cese el baño de sangre.

Frente a la violencia policial y de los guardias blancos, los trabajadores respondieron con valentía. Se levantaron barricadas cerca de la fábrica, fue incendiado el auto del jefe de policía y fueron asaltadas algunas armerías para poder organizar la autodefensa.

Los guardias blancos hicieron progroms contra los judíos concentrados en la seccional séptima. La derecha inventó la especie de que se había formado un soviet y que había sido detenida su dirección. Todo lo que resultó ser una burda patraña. Al igual que los supuestos asaltos al Correo Central y al Departamento de Policía.

En circulares internas recibidas en las comisarías se recomendaba hacer fuego sin previo aviso contra los revoltosos. Se practicó una verdadera caza del obrero. Además, hubo particular odio hacia los rusos y catalanes, a quienes se sindicaba como líderes revolucionarios por el delito de portación de nacionalidad.

Triunfo y balance

Ante la decisión de proseguir la huelga, el ministerio de interior citó a una delegación de la FORA y a la patronal. El gobierno se comprometió a ordenar la libertad de los detenidos y a permitir la reapertura de los sindicatos clausurados. Los trabajadores de Vasena obtuvieron las conquistas por las que lucharon: jornada de 8 horas, aumento de salarios, fin del trabajo a destajo, la no obligatoriedad de trabajar horas extras y nada de represalias con motivo de la huelga.

Frente a este éxito, la Fora del X resolvió levantar la huelga el sábado 11.El trabajo se reanudó el lunes 13.En Vasena las labores recomenzaron el lunes 20 debido a que la empresa deseaba poner en condiciones las instalaciones.

Fue un gran triunfo de la clase obrera, de su unidad, de su lucha y de la solidaridad de todos los trabajadores. Claro que este triunfo se dio sobre un baño de sangre. No se sabe cuantos muertos hubo. Se ha hablado de varios cientos(600 a 800), de 4 mil heridos y de miles de presos.

Los hechos de la Semana Trágica mostraron toda la barbarie de que es capaz la oligarquía, aún actuando desde posiciones de poder paralelo, y la colaboración de la burguesía gobernante con ella. Pero a la vez mostraron la valentía y la combatividad de los trabajadores, que escribieron una de las páginas más notables de la historia del movimiento obrero argentino.

La memoria recobrada

Desde el año 1999 vecinos, partidos de izquierda y organizaciones barriales (a los que se sumaron estos dos últimos años las asambleas populares de la zona), vienen conmemorando estos hechos mediante marchas en el sitio donde acaecieron los mismos. Se formó incluso una Comisión por la Memoria de la Semana Trágica. Con la recuperación de la memoria histórica, los trabajadores empezamos a recobrar nuestra dignidad.

Terminamos esta nota con el comunicado de la Asamblea Popular de San Cristóbal-Boedo (Plaza Martín Fierro) invitando a concurrir a la Quinta Marcha por la memoria de la Semana Trágica, que tuvo lugar en enero de este año.

"Hace 84 años este predio fue escenario de una lucha obrera y popular a la cuál los poderosos de turno encabezados por el gobierno radical de Irigoyen reprimieron a sangre y fuego con las balas del ejército, la policía y los fascistas civiles de la época. Nos sentimos herederos de esos luchadores obreros y populares a los cuáles aplastaron con la fuerza de la injusticia y la impunidad. Nos sentimos herederos de esas reivindicaciones por condiciones de trabajo y aumento de salarios que ellos levantaron como justas banderas. Nos sentimos herederos de su capacidad de enfrentar a los poderosos que ayer como hoy se imponen a sangre y fuego. Nos sentimos herederos de esos luchadores por una sociedad justa. Asimismo, acusamos a los actuales gobernantes de ser ellos herederos de aquel Irigoyen, de aquellos represores y de aquellos fascistas. Las balas que han desaparecido 30.000 compañeros, las que reprimieron el 19 y 20 de diciembre, las que asesinaron a Maxi, a Darío, a los chicos de Floresta entre otros, responden a los mismos intereses que masacraron trabajadores de Vasena, vecinos de Pompeya y San Cristóbal, cometieron todo tipo de violación antisemita en el Once y no permitieron enterrar a nuestros muertos en el cementerio de la Chacarita. Recordando la huelga general y la insurrección de la Semana de Enero de 1919 reafirmamos hoy como hace 84 años el enfrentamiento al capitalismo. Recordando a las víctimas de la masacre repudiamos la impunidad de ayer y de hoy. Reafirmamos como hace 84 años que la unidad de todos los explotados es el único camino para que la igualdad y la libertad se instalen en nuestra sociedad. En este año en el cual ya no solo pedimos "que se vayan todos" sino que proponemos la unidad popular necesaria para echarlos a todos y que no vuelva ni uno solo y en este lugar dónde lucharon por nuestros mismos ideales miles y miles de anónimos compañeros reafirmamos nuestro compromiso de enfrentar hasta su fin las injusticias en todas sus formas. Por esto, Compañeros de la Semana de Enero de 1919 PRESENTES! ! "