La “Esquerda Marxista” de Brasil se une a la Corriente Marxista Internacional

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A principios de febrero, el grupo brasileño "Esquerda Marxista", celebró su congreso donde unánimemente acordaron unir sus fuerzas a la Corriente Marxista Internacional (CMI). Esto representa un importante punto de inflexión para el marxismo a escala mundial. Esquerda Marxista es la izquierda marxista del PT y reúne en sus filas a dirigentes del movimiento de fábricas ocupadas de Brasil, del Movimiento Negro Socialista, dirigentes sindicales importantes y muchos jóvenes revolucionarios.

Un gran paso en la unificación del trotskismo internacional

El grupo brasileño, Esquerda Marxista, celebró una Escuela de Cuadros y su Congreso al que asistieron unos 60 delegados y algunos simpatizantes. En su congreso, Esquerda Marxista decidió por unanimidad unir sus fuerzas a la Corriente Marxista Internacional (CMI). Esto representa un importante punto de inflexión para el marxismo a escala mundial. Esquerda Marxista es la izquierda marxista del PT y reúne en sus filas a dirigentes del movimiento de fábricas ocupadas de Brasil, del Movimiento Negro Socialista, dirigentes sindicales importantes y muchos jóvenes revolucionarios.

Nuestro vínculo con los compañeros de Esquerda Marxista nació como resultado del trabajo de la CMR (Corriente Marxista Revolucionaria), la CMI en Venezuela. Nuestro trabajo en las fábricas ocupadas de Venezuela es muy similar al que hacen en Brasil. A través de este canal el grupo de Brasil se acercó a nosotros. Cuando conocimos más al grupo, también descubrimos que ellos habían desarrollado un análisis de la revolución venezolana muy similar al nuestro. En las discusiones posteriores estuvimos de acuerdo en prácticamente todos los puntos importantes.

Los compañeros provienen de la tradición "lambertista" (nombre que procede de Pierre Lambert, el líder y fundador de esta tendencia). Lo que les llevó a romper con el lambertismo fue su trabajo en las fábricas ocupadas, el análisis de la revolución venezolana y su método de trabajo dentro del movimiento obrero. Estos mismos elementos les acercaron a la Corriente Marxista Internacional (CMI). Podemos decir con bastante claridad que la revolución venezolana acercó al grupo brasileño y a la CMI. La revolución separa a los reformistas y a los sectarios de los auténticos marxistas, pero une a los verdaderos revolucionarios.

La Esquerda Marxista ahora se ha unido a la CMI. Este es un acontecimiento de inmensa importancia en la construcción de una auténtica internacional revolucionaria. También va en contra de la tradición que aqueja a los grupúsculos sectarios que se mueven al margen del movimiento obrero, su constante fraccionalismo y la división de fuerzas. Aquí tenemos un ejemplo de verdaderas tendencias revolucionarias que unen sus fuerzas. La adhesión del grupo brasileño a nuestra corriente internacional marca un paso adelante importante en la construcción de una tendencia marxista en toda América Latina. También estamos seguros de que existen muchos más grupos que finalmente terminarán uniéndose a nosotros en América Latina.

Antes del Congreso hubo una Escuela de Cuadros que duró cuatro días. El orden del día fue el siguiente: 1) Informe de la reciente reunión de la CMI, principalmente el desarrollo de nuestra organización internacional; 2) El marxismo y el Estado; 3) La teoría de la revolución permanente; 4) Perspectivas Mundiales; 5) Colecta. Antes hubo una reunión especial para coordinar la lucha contra los ataques que está recibiendo el Movimiento de Fábricas Ocupadas, y que incluye temas legales, juicios, etc.,

Las fábricas ocupadas

El año pasado hubo un ataque concertado contra las fábricas ocupadas, con CIPLA e Interfibra como centros de este ataque. Como ya hemos informado en otros artículos, el Estado organizó una operación militar contra las fábricas. En CIPLA, los principales activistas sindicales y políticos fueron inmediatamente despedidos, después de que la policía ocupara la fábrica y ahora muchos de ellos están enfrentando procedimientos judiciales. Desde entonces han despedido, aproximadamente, a unos 250 activistas de la fábrica.

Sin embargo, incluso en estas condiciones terribles, la llama de la resistencia de la clase obrera no se ha extinguido completamente. Un ejemplo fue lo ocurrido durante las elecciones al Comité Nacional del PT. Todavía hay algunos militantes del PT que trabajan en CIPLA. De éstos, más de 40 votaron a Esquerda Marxista. Aparecieron en el local del PT y dijeron que los únicos serios eran los compañeros de Esquerda Marxista y tomaron las papeletas para votar delante de todos. Este pequeño dato en sí mismo sirvió para subir la moral de los compañeros. Incluso en medio del control policial de la fábrica, las ideas de los trabajadores más avanzados están claras.

Ahora, el administrador impuesto en la fábrica por los tribunales está despidiendo a técnicos y trabajadores de cuello blanco. Este hecho es significativo, porque esta capa nunca estuvo totalmente sólida detrás de la ocupación. Ahora ven a través de los hechos reales y concretos que sus empleos no están garantizados por los empresarios. Mientras tanto, el administrador se ha aumentado el salario, incluso mucho más de lo que es normal para los niveles aceptables de la burguesía.

Daremos un ejemplo del nivel de represión. Esquerda Marxista tiene un concejal por el PT en Joinville, el compañero Mariano. Ha participado en la organización de mítines, protestas, etc., para apoyar a los trabajadores de CIPLA y en otros temas, como por ejemplo el costo del transporte público. Sólo este compañero enfrenta 19 causas judiciales distintas, incluyendo cosas como obstruir el transporte público. También sufre ataques desde dentro del PT, pero cuenta con un gran apoyo de la clase obrera de la ciudad. Para finales de este año será la reelección y una de las batallas de los compañeros es garantizar su reelección.

Los compañeros han discutido rigurosamente la situación. Lo que les sorprende no son los ataques a las fábricas, sino que éstas hubieran estado dirigidas y controladas por los trabajadores durante casi cinco años. Los compañeros siempre tuvieron la perspectiva de que, a menos que se extendiera el movimiento de fábricas ocupadas, éstas, tarde o temprano, se quedarían aisladas. La Fábrica ocupada Flaskô aún lo está, pese a los intentos por parte de las autoridades estatales de tomar la fábrica. Otras fábricas que pertenecen a este movimiento aún están en lucha. Es verdad que la situación objetiva ha cambiado algo desde que se creó el movimiento de fábricas ocupadas. Una breve visión de la situación de Brasil nos ayudará a comprender este panorama.

La situación objetiva de Brasil

Brasil está experimentando un nivel de crecimiento económico muy elevado: más del 5 por ciento. Está entrando en el país una enorme Inversión Directa Extranjera (IDE), los compañeros dicen que el año pasado fue mayor que la de China. Se están abriendo nuevas fábricas con miles de trabajadores. En algunas zonas realmente hay escasez de mano de obra calificada, el nivel de desempleo, aunque aún es elevado, es el más bajo de los últimos años. Este proceso tiene dos caras. Por un lado explica la relativa calma en la lucha de clases y, por otro lado, fortalece al proletariado brasileño. En la clase obrera brasileña existe una situación contradictoria.

El gobierno de Lula ha introducido lo que se conoce como "Bolsa Familia". Proporciona una ayuda mínima a las capas más pobres de la población. Antes de la elección de Lula, él había prometido que una vez en el poder garantizaría que todos los brasileños comerían tres veces al día. Eso no ocurría en el pasado. Gracias a la Bolsa Familia es una realidad que todos los brasileños comen tres veces al día. Sólo este hecho explica por qué Lula sigue contando con un fuerte apoyo entre las capas más desfavorecidas de la población.

Por otro lado están las privatizaciones de las empresas públicas, los recortes al Estado del bienestar, ataques a las pensiones, ataques a las condiciones laborales y la desaparición de muchas de las conquistas del pasado. De este modo vemos cómo muchos trabajadores tienen empleo, algunas capas han conseguido aumentos salariales por encima de la inflación, pero en los centros de trabajo hay un sentimiento de que las cosas empeoran. Todo esto sólo sirve para preparar, en determinado momento, una reacción de los trabajadores, y no muy lejana. Pero por ahora la situación se caracteriza por una relativa calma.

Además tenemos la actitud hacia el PT. Aunque las capas más pobres están sólidamente detrás de Lula, entre una capa importante de la clase obrera organizada el ambiente hacia él se caracteriza por el cinismo. Eso se puede ver en la caída de militancia del partido. En muchas zonas el partido esta vacío. El año pasado se pudo ver claramente en las elecciones de delegados al congreso nacional del PT. Se suponía que debían asistir 2.000 delegados elegidos por la base del partido, pero como en muchas zonas no se consiguió la participación necesaria, es decir, el quórum, sólo pudieron elegir a 950 delegados.

También debemos recordar que el actual gobierno Lula es una coalición del PT con varios partidos burgueses. En realidad, este gobierno ha girado más a la derecha que el anterior gobierno de Lula, muchos trabajadores activos lo pueden ver con mucha claridad. En este proceso, la burocracia de la CUT, la principal confederación sindical, está intentando controlar el nivel de descontento dentro de sus filas.

Esta circunstancia también se ha reflejado en escisiones en la CUT. Aunque, la aplastante mayoría de la clase obrera organizada ha permanecido con la CUT, un número significativo de federaciones sindicales han roto con ella en el último período. Este hecho refleja la frustración de una capa de la clase con la actual dirección. Desgraciadamente, algunas fuerzas políticas sectarias han promovido estas escisiones con la CUT, en lugar de organizarlas como una oposición a la dirección, desde adentro. De esta manera, lo que hacen es separar a las capas más avanzadas de la clase de las más atrasadas, mostrando así que no comprenden nada de la relación de las masas con la dirección. ¡Si Lenin se levantase de su tumba!

Esta situación ayuda a explicar por qué el Movimiento de Fábricas Ocupadas ha estado aislado y por qué el Estado ha decidido que es el momento de atacar. Sin embargo, sería un error subestimar el nivel de apoyo y autoridad que el Movimiento de Fábricas Ocupadas tiene dentro del movimiento obrero brasileño y en América Latina. Federaciones sindicales y sindicatos regionales enteros han salido en apoyo de las fábricas ocupadas. Más allá de las fronteras de Brasil, cuentan con un gran respeto, por ejemplo, de los mineros bolivianos, que invitaron el año pasado a su congreso a los dirigentes de las fábricas ocupadas brasileñas.

Orígenes de Esquerda Marxista

Como ya hemos mencionado, Esquerda Marxista en Brasil nació como una escisión de la sección brasileña de la Internacional lambertista. Este es uno de los distintos grupos sectarios que surgieron tras el colapso de la Cuarta Internacional. Este grupo ha atacado sin ningún tipo de escrúpulo a la CMI, algo de lo que nos ocupamos en un artículo: Qué defiende realmente la Corriente Marxista Internacional. Respuesta a los Lambertistas (en inglés).

El grupo brasileño, en realidad, llevaba años de conflictos con la dirección de su internacional. No fue un giro repentino que se da de un día para el otro. Lo que finalmente precipitó esta situación fue el trabajo en las fábricas ocupadas y el análisis sobre la situación en Venezuela. El grupo de Lambert, aunque dio su apoyo formal, en realidad no movilizó nada ni dio ningún tipo de apoyo político o material al Movimiento de Fábricas Ocupadas.

Durante la escisión, el grupo sufrió maniobras burocráticas y ataques de los que creían que eran sus compañeros. Se enfrentaron al ataque del Estado y desde dentro del PT, pero también sufrían los ataques desde dentro de su propia Internacional.

Habían conseguido construir un grupo considerable y la mayoría se fue con Esquerda Marxista. En realidad, la escisión llegó porque un sector del grupo, que sigue con los lambertistas, había adoptado una posición oportunista respecto al PT. A partir de una serie de discusiones, los compañeros finalmente llegaron a la conclusión de que aunque era necesario romper con esta tendencia oportunista, era necesario mantener una posición equilibrada hacia el PT, comprendiendo que a pesar del giro a la derecha de la dirección del partido, éste sigue siendo el principal partido de la clase obrera brasileña.

Después de un período difícil, particularmente con el brutal ataque policial contra las fábricas ocupadas, la tendencia ha salido fortalecida por la experiencia de los últimos años. Ellos han sobrevivido tanto a los brutales ataques del Estado como a los ataques que recibían de sus propios compañeros. El ambiente ahora es de entusiasmo y determinación para construir una verdadera corriente marxista en Brasil.

Escuela de cuadros y congreso

Este ambiente se pudo ver de una manera muy elocuente durante la escuela de cuadros y el congreso. El primer día de la escuela, un representante de la CMI dio un informe internacional a los compañeros, destacando los progresos de la CMI en muchos de los países donde está presente. No es una exageración decir que los compañeros recibieron entusiasmados el informe.

Lo que se destacó en las diferentes intervenciones es que la internacional lambertista nunca dio este tipo de informes. Mantenían la situación de los otros países en la oscuridad. Los compañeros decían que nunca habían recibido este tipo de informes detallados, con cifras de militancia, avances de cada sección, una explicación del trabajo de cada una de las secciones, etc., Eso los hacía sentir que esta internacional, la CMI, era algo serio y que las cosas serían diferentes.

Después siguieron dos días dedicados a dos temas: el Estado y la teoría de la revolución permanente. Durante la discusión sobre el Estado, introducida excelentemente por el compañero Castro, salieron en la discusión todos los clásicos marxistas sobre esta cuestión, desde Marx a Engels, pasando por Lenin. La cuestión del papel del Estado se veía muy bien en la experiencia de los compañeros durante el año pasado con la intervención policial en CIPLA y otras fábricas. Después siguió una discusión sobre la teoría de la revolución permanente, muy relevante para Brasil, que fue introducida de manera excelente por el compañero Daniel. También hubo una discusión muy amplia.

La colecta

Creemos que uno de los momentos más importante de la escuela de cuadros fue la colecta. No formaba parte de la tradición del grupo hacer colectas en sus congresos. Los compañeros que asistieron el año pasado a la escuela de la CMI pensaron que sería una buena idea tratar de hacer lo mismo en su congreso. También introdujeron un elemento nuevo: un informe detallado de los ingresos y gastos del año pasado, y el presupuesto de 2008. La colecta fue presentada por el compañero Caio que explicó los distintos objetivos que había para este año. Después hubo intervenciones de cada compañero con su compromiso económico.

La cantidad recogida fue de 15.000 reales, unos 9.000 dólares, que es una cantidad de dinero enorme si se tiene en cuenta los niveles salariales de Brasil. Además los compañeros se comprometieron en aumentar sus cotizaciones regulares. La suba total de las cotizaciones anuales fue de 10.000 reales, unos 6.000 dólares, lo que les permitirá fortalecer su aparato. Algunos compañeros duplicaron sus cotizaciones.

Otros comprometieron cantidades importantes de dinero. Basta con un ejemplo, un compañero jóven que llevaba tres meses sin cobrar explicó que dentro de poco recibiría sus salarios atrasados y que daría un mes de su salario para la colecta. Y en particular hay que destacar el caso de un compañero despedido de CIPLA, y que aún lucha por sobrevivir, que dio los pocos billetes que tenía en su bolsillo. Existía un sentimiento genuino de esfuerzo colectivo, desde la contribución más pequeña a la más grande.

El congreso

A la escuela de cuadros le siguió el congreso de la organización. El documento principal era el análisis general y las perspectivas de la situación en Brasil, que también planteaba el tema de su afiliación internacional. El documento explica claramente su deseo de afiliarse a la CMI e hicieron una petición formal. Esta propuesta se aprobó por unanimidad de todos los delegados e invitados. No hubo ni una sola palabra de desacuerdo ni dudas. Cuando se celebre el congreso mundial de la CMI, se aceptará su entrada y formalmente será la sección brasileña de la CMI. En la práctica, ya actúan como tal. Llevamos dos años trabajando con los compañeros y su unión es sólo una cuestión formal. Ya en Venezuela, donde tenían un pequeño grupo, estos compañeros se habían fusionado con la CMR en una única organización.

Este es un paso importante para el desarrollo de la CMI en América Latina y a escala mundial. Brasil es un país muy importante. Es el quinto país del mundo, tiene unos 200 millones de habitantes, pero más importante aún es que cuenta con una clase obrera muy grande y con una tradición muy militante. A pesar de la actual dirección de Lula, no debemos olvidar que el PT surgió de las luchas militantes de los trabajadores metalúrgicos, principalmente en la región de San Pablo. Los compañeros de la Esquerda Marxista tienen una larga tradición y cuentan en sus filas con miembros fundadores del PT, como Serge Goulart. La composición social del grupo también es importante. Como ya hemos mencionado, tiene a los dirigentes del Movimiento de Fábricas Ocupadas, muchos dirigentes sindicales importantes, dirigentes del Movimiento Negro Socialista y una capa amplia de jóvenes.

El grupo también está implicado en la extensión de las ideas del marxismo a nivel internacional. Tiene estrechos contactos en Paraguay entre dirigentes de las fábricas ocupadas, que han creado vínculos con las fábricas ocupadas brasileñas. Estos dirigentes también tienen interés en la CMI. Tienen contactos en Uruguay y lazos muy estrechos con los mineros bolivianos. El grupo brasileña puede jugar un papel clave en el desarrollo de la CMI en toda América Latina.

Orientación

La cuestión de la orientación también surgió en las discusiones. Los compañeros corrigieron su orientación en el último congreso del grupo de 2007, reafirmándose en el objetivo de construir una corriente marxista en el PT. Antes de tomar esta decisión habían abandonado el trabajo en el PT, fue la experiencia concreta de las elecciones de finales de 2006 los que les convenció de la necesidad de seguir orientándose al PT.

Sin embargo, esta corrección en sí misma no resuelve el problema de cómo construir en las circunstancias inmediatas. Como hemos explicado antes, el PT actualmente pasa por una etapa de reflujo. Ha perdido militantes, para algunos trabajadores y jóvenes más avanzados no es una opción atractiva. Este hecho plantea la cuestión de cómo atraer a las mejores capas mientras que al mismo tiempo se consigue mantener una posición dentro del PT. En este aspecto la situación en Brasil es muy parecida a la de otros países y por tanto plantea la necesidad del trabajo independiente.

Han decidido centrar una de sus actividades en la campaña de solidaridad con Venezuela. Han promovido la Campaña internacional "Manos Fuera de Venezuela" en Brasil, Tirem as Mâos da Venezuela. También tienen su frente juvenil: Juventud Revolucionaria. Se aprobaron además resoluciones sobre organización, elecciones, campaña para reelegir al concejal en Joinville, fábricas ocupadas, formación y el Movimiento Negro Socialista. Todo este material está disponible en portugués (www.marxismo.org.br.

Conclusiones

En 1992 nuestra corriente en América Latina estaba limitada a pequeñas fuerzas en México. Desde entonces nos hemos extendido a Argentina, Venezuela, Perú, Bolivia, El Salvador, Canadá y EEUU. También tenemos contactos en Paraguay, Uruguay, Honduras, Guatemala, Colombia y Chile. En Cuba estamos contribuyendo al debate sobre el destino de la revolución, hemos participado este año en la Feria del Libro de La Habana con la presentación del libro de Trotsky: La revolución traicionada.

Cuando iniciamos este trabajo hace 7 u 8 años, varias sectas latinoamericanas nos atacaron por ser un grupo "europeo" que no comprendía lo que estaba sucediendo en América Latina y que no podríamos construir nada allí. Esto refleja su miopía y falta de verdadero internacionalismo. En la realidad estamos demostrando, con resultados concretos, que podemos crecer en cualquier país. No es una cuestión de en qué continente tengamos la base, la cuestión es tener un análisis correcto, comprensión, perspectivas y métodos. Somos marxistas, internacionalistas y nuestro deber es construir la corriente en todos los países. La afiliación del grupo brasileño representa un avance importante en esta tarea histórica.