LA LUCHA DEL PUEBLO VASCO POR EL SOCIALISMO

Hace un año que el Partido Popular, con el apoyo del PSOE, aprobó la Ley de Partidos que implicaba la ilegalización de Batasuna y de todas las organizaciones del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco, impidiéndoles participar en las elecciones. Esta ilegalización y el recorte de los derechos democráticos que lleva implícita se excusan en la lucha contra el terrorismo individual de ETA. El recorte de estos derechos afecta a toda la población y está siendo utilizado contra todas las organizacnizaciones de izquierda del Estado español La represión de la burguesía española

Hace un año que el Partido Popular, con el apoyo del PSOE, aprobó la Ley de Partidos que implicaba la ilegalización de Batasuna y de todas las organizaciones del llamado Movimiento de Liberación Nacional Vasco, impidiéndoles participar en las elecciones. Esta ilegalización y el recorte de los derechos democráticos que lleva implícita se excusan en la lucha contra el terrorismo individual de ETA. El recorte de estos derechos afecta a toda la población y está siendo utilizado contra todas las organizaciones de izquierda del Estado español
Hace 20 años hubiese sido impensable que se pudiera llegar a esto. La responsabilidad de lo que ocurre hoy en Euskadi recae en primer lugar en la burguesía española que tras la pérdida del imperio colonial en América Latina quiso resarcirse sometiendo a las zonas industrialmente más desarrolladas.

La hipocresía de la burguesía vasca

En los últimos cien años la cuestión nacional vasca jugó papeles muy diferentes. El Partido Nacionalista Vasco (PNV), un partido burgués, la utilizó en la revolución española de los años 30 para dividir al proletariado vasco e impedir que la ola revolucionaria llegase a Euskadi. En la Guerra Civil la burguesía vasca entregó Bilbao a Franco con toda su industria intacta, y durante la época de la dictadura nada les impidió hacer grandes negocios mientras el pueblo vasco era machacado y su lengua, el euskera, perseguida. Fue precisamente de su pasividad en esa época de la que surgió ETA respondiendo con el terrorismo individual a la brutalidad de la dictadura franquista. Sin embargo, a pesar de atentados espectaculares como el del Almirante Carrero Blanco, la dictadura cayó como consecuencia de las gigantescas movilizaciones de masas y no de los atentados terroristas.
En los años 70 la cuestión nacional vasca actuó como un potente motor añadido a la lucha de clases. Todas las organizaciones de izquierda defendían el derecho de autodeterminación y millones de obreros del Estado español veían en el sacrificio de muchos jóvenes y trabajadores vascos en la defensa de sus derechos democráticos, su ansia de libertades y su determinación para poner fin a esa pesadilla de cuarenta años llamada Franquismo.
En las primeras elecciones democráticas del año 1977 el Partido Socialista logró ser el Partido más votado en Euskadi. Las organizaciones nacionalistas radicales, con apoyo principalmente entre la pequeña burguesía, estaban divididas ante el auge espectacular del movimiento obrero. La propia ETA experimentó sucesivas escisiones.
Sin embargo la política de los dirigentes socialistas y comunistas de pactar con la burguesía una "reforma democrática" expresada en la Constitución que garantizaba "la unidad de la patria" de la mano del ejército y del mantenimiento del capitalismo creó un gran desánimo y frustración, que pagó su precio en Euskadi con el surgimiento de Herri Batasuna (Unidad Popular) que reclamaba la independencia de Euskadi, como una fuerza de masas.
La victoria del PSOE en 1982 creó enormes esperanzas, pero su política fue gestionar el capitalismo, apoyándose para "resolver la cuestion nacional vasca" en lo mas reaccionario del viejo aparato estatal franquista. Apoyaron los GAL, un grupo paramilitar que atentó contra activistas de ETA ocasionando numerosas víctimas civiles. El problema del terrorismo individual, lejos de solucionarse, se enquistó al tiempo que las acciones de ETA cada vez eran mas sanguinarias con atentados brutales como el de Hipercor, un supermercado donde murieron decenas de personas.

El rol negativo del terrorismo individual

Lo único que logró el sectarismo y el terrorismo individual fue fortalecer el aparato represivo del Estado y liquidar el apoyo logrado en décadas de lucha contra la dictadura, mientras el PP vio crecer su apoyo electoral en Euskadi hasta niveles impensables.
Batasuna defiende la teoría estalinista de las dos etapas, primero la independencia y luego el socialismo. Así, toda su táctica se orienta a lograr el apoyo del PNV para alcanzar la soberanía de Euskadi. Sin embargo la burguesía vasca no tiene ningún interés en separarse del Estado Español que es el principal mercado para sus productos, además de la Unión Europea. Los enfrentamientos entre PNV y el PP se producen de forma tan violenta porque el PNV quiere defender sus propios negocios en Europa directamente, y Aznar se lo niega. El nacionalismo del PNV es egoísta, voraz y reaccionario, sin embargo el nacionalismo que sienten muchos jóvenes y trabajadores vascos es una forma de oponerse a la represión, al deterioro de las condiciones de vida de los trabajadores y la juventud.

La unidad de la clase obrera

La experiencia de los últimos años demostró que sólo la lucha unitaria de la clase trabajadora y la juventud con los métodos revolucionarios del proletariado, la huelga general y la insurrección, pueden poner fin a la opresión nacional. Los marxistas defendemos el derecho de autodeterminación del pueblo vasco vinculándolo a la defensa de la unidad de los trabajadores por encima de fronteras nacionales para transformar la sociedad.
El movimiento revolucionario toda América Latina es hoy la mayor fuente de inspiración para muchos revolucionarios vascos que están comprendiendo que deben abandonar los métodos desesperados y pequeño burgueses de la acción individual y unirse a la lucha internacional de la clase obrera.