Apuntábamos en el número anterior de El Militante un hecho relevante: que la conflictividad social en la provincia de Santa Fe no cedía. Esta situación se ve plasmada en la multiplicidad de huelgas, movilizaciones y actividades desenvueltas por los sindicatos y grupos piqueteros, en orden a la obtención de mejores condiciones de vida.
SANTA FE
Apuntábamos en el número anterior de El Militante un hecho relevante: que la conflictividad social en la provincia de Santa Fe no cedía pese a la puesta en marcha de un nuevo sistema electoral que impuso desarrollar en el inicio de agosto una jornada de internas abiertas para elegir candidatos con carácter obligatorio que simuló en gran parte una jornada electoral oficial.
Esta situación se ve plasmada en la multiplicidad de huelgas, movilizaciones y actividades desenvueltas por los sindicatos y grupos piqueteros, en orden a la obtención de mejores condiciones de vida.
En particular, los reclamos se concentran en el llamado Sector Público de la economía, toda vez que los agentes del Estado provincial, en casi todas sus esferas, a excepción de los empleados del Poder Judicial, han expresados sus reclamos movilizándose.
Asume el rol de vanguardia AMSAFE, sindicato docente, desde donde se motoriza además instancias organizativas orientadas a la estructuración en la zona de una corriente sindical clasista que exprese orgánicamente el sentir de todos los trabajadores en lucha.
Asumieron en este marco particular relevancia las huelgas y marchas desarrolladas el miércoles 24 de agosto en Santa Fe capital y en Rosario, convocadas por AMSAFE y ATE, con alto índice de participación y acatamiento, aun cuando en esa misma jornada el presidente de la Nación realizaba el acto de lanzamiento de la campaña electoral con presencia de todos los popes del peronismo en la cuna de la bandera.
Hay que avanzar en la coordinación de los sectores en conflicto, no sólo a nivel de la provincia sino también a nivel nacional, exigiendo el paro nacional de CTERA y a la CTA. Es necesario movilizarnos en cada escuela, en cada sector de nuestra provincia para unirnos todos los trabajadores que estamos peleando para lograr la totalidad de nuestros reclamos.
A pesar de esto y de la continuidad que asumen las luchas en la semana entrante, toda vez que no existe satisfacción por el gobierno para ninguno de los reclamos, debemos referirnos a otro componente de la lucha de clase. Nos referimos al endurecimiento de las políticas represivas, con intensificación de la judicializaciòn de la protesta social, y falta de predisposición al dìalogo por los distintos estamentos del Estado. El manejo mediático de la opinión publica se orienta decisivamente a predisponer a los sectores medios contra los legítimos reclamos de trabajadores estatales y grupos piqueteros. Se estigmatiza a los dirigentes sindicales con apelativos como "sectores ultra" "dirigentes trotskystas" etc., buscando enfrentar a trabajadores entre sí. Frente a esto, debemos agitar en torno a la necesidad de la unidad de los trabajadores en lucha, a la extensión social de los conflictos, a romper con las tendencias al aislamiento, buscando una amplia difusión de los reclamos, interviniendo en torno a las causas que generan este estado de cosas y las miserables condiciones de vida en las que nos toca existir.
