La lucha contra la ocupación militar en Irak es la lucha por el socialismo

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Tras el ingreso de las tropas imperialistas a Bagdad, y al resto de grandes ciudades del país, se abre una nueva fase en la lucha del pueblo de Iraq y del resto de los pueblos en la zona. EEUU va a imponer en Iraq un gobierno militar dirigido por unGeneral norteamericano, en el clásico accionar de una fuerza de ocupación colonial. Tras el ingreso de las tropas imperialistas a Bagdad, y al resto de grandes ciudades del país, se abre una nueva fase en la lucha del pueblo de Iraq y del resto de los pueblos en la zona. EEUU va a imponer en Iraq un gobierno militar dirigido por un General norteamericano, en el clásico accionar de una fuerza de ocupación colonial.

Las consecuencias de la guerra imperialista

No encontraron una sola evidencia de “armas de destrucción masiva” en manos del gobierno iraquí, lo que prueba de nuevo que este argumento fue solamente una sucia excusa para justificar la guerra. En cambio, las consecuencias de esta guerra imperialista criminal se están mostrando a todo el mundo: miles de muertos, decenas de miles de heridos y mutilados, destrucción de todas las infrestructuras, hambre, saqueos; en suma, un retroceso a condiciones de verdadero barbarismo. Y todo ello se hizo en nombre de ¡”la civilización occidental, los valores democráticos y el humanitarismo”!

Como auténticos buitres, las fuerzas imperialistas se preparan para disputarse la carne ensangrentada
de Iraq. Ya se repartieron contratos multimillonarios entre varias multinacionales norteamericanas para la llamada “reconstrucción” de Irak y para quedarse con el petróleo.

¿Qué puede hacer la ONU?

La guerra también dejó claro el papel de la ONU, un organismo controlado por los países imperialistas ladrones más poderosos (EEUU, Gran Bretaña, Francia, Rusia, Alemania y otros), que se limita a administrar los intereses comunes de todos estos países en el mundo cuando se ponen de acuerdo; pero cuando hay desacuerdo, como en el caso de Iraq, la ONU se vuelve inútil y es el ladrón más poderoso (en esta caso el imperialismo EEUU) quien impone la política más favorable a sus intereses. Y si ahora Francia, Rusia y Alemania insisten en que sea la ONU quien administre Iraq, y no los EEUU y Gran Bretaña, es porque no quieren quedarse fuera de los multimillonarios contratos derivados de la reconstrucción y los negocios del petróleo. Nada que ver con su preocupación por la soberanía del pueblo iraquí.

El nacionalismo no sirve para combatir al imperialismo; la lucha internacional de los trabajadores, sí

Los corruptos gobiernos árabes también mostraron su carácter en esta guerra como aliados dóciles de las fuerzas imperialistas, mientras veían impasibles la masacre de la población iraquí. Ningún gobierno árabe movió un solo dedo para apoyar la lucha de resistencia contra el invasor imperialista. Todo lo contrario, reprimieron brutalmente en sus países las movilizaciones de masas de rechazo a esta guerra imperialista. Incluso algunos gobiernos que se opusieron a la invasión imperialista, simplemente se limitaron a hacer declaraciones. Esto pone de manifiesto una vez más la absoluta incapacidad de la burguesía árabe (o de cualquier otra parte del mundo excolonial, incluida Latinoamérica) para luchar contra el imperialismo, y muestra que ningún programa basado en el nacionalismo o el fundamentalismo es capaz de llevar a cabo la liberación nacional y social de estos pueblos. Solo hay una fuerza en el mundo capaz de vencer a los imperialistas, esa fuerza la representa la clase obrera armada con un auténtico programa socialista que agrupe a los campesinos pobres y al resto de los sectores oprimidos de la sociedad.

¿Por qué hay que luchar por el socialismo?

Un programa socialista que convierta la lucha por eliminar el control imperialista en una lucha por el control de los recursos naturales, la tierra y las riquezas del país en beneficio de la mayoría de la población, estableciendo un régimen de democracia obrera en cada país; es decir, genuinamente socialista, para organizar así una federación socialista de todos los pueblos de la zona, única manera de que cada pueblo pueda ser realmente libre. Esto sería un paso adelante colosal que unificaría a las masas del mundo árabe y supondría una fuerza que ningún ejército, incluyendo el poderoso ejército norteamericano, podría derrotar. Estas serían las mejores condiciones para organizar a la mayoría de la población en autenticas milicias para enfrentar a cualquier ejercito imperialista, y sería el mejor instrumento para conseguir la solidaridad activa del movimiento obrero a escala internacional, incluida la clase obrera estadounidense, que vería mucho más claro el autentico carácter de agresión y rapiña de estas guerras, exponiendo de manera clara y evidente los intereses de clase en disputa.

La denuncia sobre los auténticos motivos de esta guerra, llevada a cabo por millones de manifestantes en todo el mundo se verá confirmada por la realidad de los acontecimientos en los próximos meses, como ya está empezando a verse. Es necesario organizarse para acabar con las raíces de esta guerra y eso significa acabar con el capitalismo; y como hemos venido defendiendo desde El Militante, acá y a nivel internacional, eso significa luchar conscientemente por el auténtico socialismo, por la democracia obrera.

¡Fuera las tropas invasoras del territorio iraquí! ¡Contra la masacre imperialista en Iraq!
¡Luchemos por el socialismo!