Contribución sobre la coyuntura de “Libertad y lucha” al Congreso Extraordinario de la UNE (Unión Nacional de los Estudiantes)
“El capitalismo -sea autoritario o liberal- admite su incapacidad para ofrecer el más mínimo alivio a la miseria y el sufrimiento de la juventud trabajadora. Los jóvenes quieren un trabajo, y cuando (¡de vez en cuando!) se les da uno, es sólo para encadenarlos mejor a una máquina que se detendrá mañana y luego les dejará muertos de hambre, a pesar de las muchas riquezas que producen. Los jóvenes quieren trabajar para producir con sus manos, para utilizar la energía que han acumulado, pero el capitalismo les ofrece la perspectiva del desempleo o de “realizar un trabajo en condiciones diferentes a las normales de producción” (…). Los jóvenes quieren aprender, pero el camino de la cultura les está vedado. Los jóvenes quieren vivir, pero el único futuro que se les ofrece es el de morir de hambre o pudrirse en las alambradas de una nueva guerra imperialista. Los jóvenes quieren crear un mundo nuevo, pero sólo se les permite mantener o consolidar un mundo decadente que se desmorona. Los jóvenes quieren conocer su futuro, pero el capitalismo sólo les responde: “Hoy tenéis que apretaros más el cinturón; mañana ya veremos… En cualquier caso, puede que no tengáis ningún futuro”. (Resolución de la Juventud – Documentos fundacionales de la IV Internacional)
Vivimos en una sociedad que presenta los síntomas de un moribundo. La miseria se convierte en el nivel de vida de un número cada vez mayor de personas, los trabajadores se enfrentan al desempleo masivo, los estudiantes no tienen acceso universal a la educación pública, el conocimiento científico, fruto de la acumulación de innumerables generaciones, es sustituido por el oscurantismo y el misticismo, e incluso el más primordial de los derechos, la vida, nos es privado. Frente a esto, la consigna “socialismo o barbarie” nunca ha estado más presente que hoy, porque la barbarie ya no es un pronóstico de un futuro lejano, ni una profecía pesimista, sino que ya aparece en diversas situaciones de la vida cotidiana de los explotados y oprimidos.
Pero esta situación también empuja a la clase obrera y a la juventud a rebelarse, porque ya no aceptan el peso que la burguesía les echa encima. En los cuatro rincones del planeta, la juventud se levanta contra los abusos, la represión y la pobreza. Esto significa que estamos en una época de revolución. La barbarie capitalista se ha acentuado en el transcurso de los meses, las llamas revueltas entre la juventud y la clase obrera han renacido, agudizando la guerra de clases. Incluso en medio de la pandemia, en Colombia, Perú, Paraguay, Chile, Israel y Palestina, en Myanmar y en Estados Unidos hemos visto expresiones de ebullición social y fuerza revolucionaria contra el Estado burgués.
Brasil no es una excepción en esta guerra de clases, el gobierno de Jair Bolsonaro es un representante de la barbarie del sistema. Su estrategia negacionista de inmunización en manada nos lleva como ganado al matadero y su cruzada contra la ciencia, además de la corrupción de este gobierno en torno a las vacunas, ha provocado la pérdida de más de 500.000 vidas, según datos oficiales. Su política de felpudo del capital imperialista quita puestos de trabajo e intensifica la explotación de los trabajadores, además de enajenar el futuro de millones de jóvenes con recortes en la educación, llevando a instituciones educativas centenarias, como la UFRJ, a cerrar sus puertas.
Este modo de producción posee todos los recursos, técnicas y ciencias para el desarrollo de la humanidad, para satisfacer todas las necesidades humanas en armonía con la naturaleza, pero es incapaz de hacerlo por sus propias contradicciones, la propiedad privada de los grandes medios de producción y las fronteras de los estados nacionales sobre todo son los obstáculos a remover, teniendo en Brasil su máxima expresión en este gobierno reaccionario, asesino, corrupto, ultraliberal y negacionista.
La tarea imperativa de la juventud y sus órganos de representación, en alianza con la clase obrera y sus órganos sindicales, es hacer caer al gobierno de Bolsonaro ¡ya! Muchos se preguntan por qué aún no ha caído este gobierno y sólo podemos responder que no es porque los trabajadores y la juventud sean conservadores y estén acobardados, sino por el papel de las direcciones del movimiento obrero y estudiantil.
Libertad y Lucha ha defendido desde los primeros meses de este gobierno la consigna “Fuera Bolsonaro”. Prácticamente todas las organizaciones, incluida la dirección de la UNE, estaban en contra de esta consigna. Debido a la presión de las masas, sólo se unieron al “Fora Bolsonaro” el año pasado, pero buscando distorsionar su significado, apuntando a Fora Bolsonaro en 2022, sólo en las elecciones, o lanzando la tarea de terminar el gobierno al Congreso Nacional, a través del juicio político.
Entendemos que quien tiene la tarea y la capacidad de derribar a este gobierno es la movilización de la juventud y la clase trabajadora, en los espacios de trabajo y estudio, en los barrios, movilizándose en las calles y preparando una huelga general. Esta es la movilización que puede no sólo derribar a Bolsonaro, sino abrir el camino para un verdadero gobierno de los trabajadores.
Si, por la presión de las masas en las calles avanza un proceso de impeachment en el Congreso Nacional, obviamente no nos oponemos a la destitución de Bolsonaro. Pero no tenemos, ni albergamos ninguna ilusión en el podrido Congreso Nacional, no son las instituciones burguesas las que van a resolver los problemas de la clase obrera y de la juventud. Señalamos como perspectiva un Gobierno de los Trabajadores sin jefes ni generales, que garantice la vacunación masiva, la restitución de todo lo privatizado, que ponga fin al criminal pago de la Deuda Pública, interna y externa, para destinar todo el dinero necesario a los servicios públicos (sanidad, educación, etc.), para que sean realmente gratuitos y se extiendan a todos, abriendo el camino a una sociedad socialista que planifique la economía bajo control obrero.
En tiempos de revolución y contrarrevolución, la burguesía nos ataca y nos quita nuestros derechos y nuestro futuro, pero nosotros nos levantamos en respuesta contra toda opresión, represión y explotación. El capitalismo no tiene nada más que ofrecer y tampoco los que intentan gestionarlo y darle un rostro más humano. ¡El capitalismo ya no puede ofrecer nada a la juventud! ¡Nuestra única opción es un cambio radical de sistema, es la lucha por el Socialismo y por el futuro del planeta y de la Humanidad! ¡Estamos aquí por la Humanidad! ¡Somos la juventud en tiempos de revolución! ¡Únete a nosotros!