El 12 de octubre una impresionante huelga, con movilizaciones de masas en todo el país, paralizó Colombia. Convocada por la Confederación Trabajadores Colombia (CTC), Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Confederación General Trabajadores (CGT) junto al Sindicato de Clínicas y Hospitales, Confederación de Pensionados de Colombia, organizaciones obreras y populares, cimentaron la huelga contra las reformas tributarias, y en pensiones, educación y salud que prepara el gobierno reaccionario Uribe, qbe, que también quiere gravar los productos básicos reduciendo aun más el salario obrero. También se protestaba contra el Tratado de Libre Comercio a suscribir con los Estados Unidos y por una serie de reclamos sectoriales.
Colombia
El 12 de octubre una impresionante huelga, con movilizaciones de masas en todo el país, paralizó Colombia. Convocada por la Confederación Trabajadores Colombia (CTC), Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Confederación General Trabajadores (CGT) junto al Sindicato de Clínicas y Hospitales, Confederación de Pensionados de Colombia, organizaciones obreras y populares, cimentaron la huelga contra las reformas tributarias, y en pensiones, educación y salud que prepara el gobierno reaccionario Uribe, que también quiere gravar los productos básicos reduciendo aun más el salario obrero. También se protestaba contra el Tratado de Libre Comercio a suscribir con los Estados Unidos y por una serie de reclamos sectoriales.
Todo esto unió en las calles a miles de trabajadores, pensionados, estudiantes, campesinos y desocupados. Solamente en Bogotá la movilización reunió a 300.000 personas. En Cali, Pasto, Barranquilla fue masiva la participación docente. En Barrancabermeja 3.500 se congregaron en ECOPETROL donde desde hace tiempo los trabajadores resisten a la privatización.
La huelga se desarrolló en total normalidad, destacándose la disciplina de las filas obreras. Aunque el gobierno y la patronal intentaron azuzar el miedo, como la ministra de Educación que advirtió a los maestros que se descontaría el día de huelga. Los voceros del Capital decían que éste era un paro político. Claro, para los patrones y sus gobiernos los trabajadores solamente estamos capacitados para trabajar sin parar por salarios de hambre, o quedándonos quietos y aceptando la desocupación y el hambre de nuestros hijos. De lo que va del 2004, 33 huelgas en el sector privado fueron declaradas ilegales, y el gobierno avanza en recortar derechos democráticos, y hace la vista gorda ante la persecución y asesinatos de sindicalistas y luchadores obreros.
Aunque se discutan las cifras, si 500. mil o un millón de trabajadores y pobres urbanos y del campo, lo que es claro y no admite discusión es el poder social que tienen los trabajadores colombianos para revertir la situación critica en el que viven. Esta fuerza es la única capaz de unificar y dar una salida a los problemas cotidianos. Es necesario fortalecer al movimiento obrero pasando a la ofensiva, después de décadas de contrarreformas, hambre y desocupación. Las tres centrales obreras, que aceptaron ser las mas sorprendidas por la masiva respuesta de obreros, estudiantes y desocupados, tienen la obligación de hacer votar por las bases un plan de lucha para avanzar en los reclamos obreros y populares, poniéndole un freno a la reacción de Uribe y los imperialistas.
