El 2 y 3 de mayo, los camaradas de la Organización Comunista Militante (OCM) celebraron un plenario en Rosario en lo que fue un gran éxito político y organizativo. Contamos con la presencia de tres camaradas invitados de la Internacional Comunista Revolucionaria (ICR) de Bolivia, Chile y Brasil, y un compañero del Brote Comunista, que aportaron profundidad y redondez a nuestros debates.
El viernes, 2 de mayo, realizamos un homenaje a nuestro camarada Ángel Perouch, quien falleció el diciembre pasado. Asistieron además de los camaradas de la OCM, compañeros de su trabajo como bancario, y amigos. Sus camaradas Lautaro y Lisandro trazaron el recorrido de su vida militante y explicaron qué ideas defendió. Ángel comenzó su vida de militante en el secundario, antes de la dictadura militar. Rápidamente adoptó las ideas del marxismo y del comunismo, que defendería hasta su muerte
Camaradas de la Internacional Comunista Revolucionaria de Brasil y Chile destacaron el internacionalismo de Ángel, un internacionalismo no sólo de palabras, sino en los hechos concretos, demostrado por el papel importante que jugó en la construcción de las secciones de ambos países.
Quedó claro el papel clave que jugó en la construcción de nuestra herramienta política, la organización marxista, y la necesidad que tenemos de que cada camarada tome un paso adelante para llenar el vacío que dejó.
Durante el acto leímos una carta de Jorge Martín, en nombre del Secretariado Internacional, y proyectamos un video de Serge Goulart, dirigente de la Organización Comunista Internacionalista, sección brasileña de la ICR, junto con un saludo de Verónica, militante y compañera de Ángel.
Al día siguiente colocamos un cartel nuevo en nuestra librería, en La Toma de Rosario, dándole el nombre de Librería Obrera Ángel Perouch, en reconocimiento a su labor militante y a la importancia que le dio a la lectura de los libros clásicos del marxismo.
Para esta ocasión, editamos una revista con una selección de los escritos de Ángel que abarcan la construcción del partido revolucionario, su militancia sindical, los problemas de la juventud además de varios temas teóricos. El folleto está disponible para todos que quieren estudiar el legado, y aprender las lecciones que Ángel nos dejó.

Afinando nuestras perspectivas
El segundo día estuvo dedicado a intensas discusiones políticas y teóricas. Estamos ante un nuevo período de relaciones globales, en el que el imperialismo estadounidense, la potencia más fuerte y reaccionaria del planeta, ya no puede ejercer una hegemonía absoluta sobre todos los rincones del mundo, debido a su declive relativo, mientras surgen otras potencias imperialistas como China y Rusia. Esto conduce a una disputa por la división de esferas de control, algo que los imperialistas no hacen en absoluto de forma pacífica, sino a través de guerras regionales y de la guerra económica, que no es más que otra forma de guerra.
Las tensiones imperialistas están agravadas por la crisis capitalista mundial, donde cada país experimenta una crisis de sobreproducción, y Estados Unidos y Europa en particular enfrentan una crisis de competitividad de su producción industrial. Es en este contexto que Trump despliega sus tarifas, destejiendo las redes complejisimas de producción y cambio del capitalismo moderno en un sueño utópico y reaccionario de volver a una “edad de oro” pasada. Trump es producto de la crisis mundial del capitalismo, pero sus medidas reaccionarias no pueden resolver una crisis de tal profundidad, orgánica al sistema. La única manera que tiene la burguesía de recuperar su rentabilidad es atacando las condiciones de vida y trabajo de la clase trabajadora, pero esto agravará la crisis de sobreproducción y será a costa de provocar una fuerte respuesta de los trabajadores en la lucha de clases
La crisis ya llevó a explosiones revolucionarias en países de capitalismo atrasado, como Sri Lanka, Kenya, Grecia y Serbia. En la Argentina, en medio de una crisis profunda económica y social, la cuestión de mantener la gobernabilidad preocupa a todos los partidos del régimen, desde el Peronismo al Mileísmo, y a las instituciones del imperialismo, como el FMI. Todos temen que el descontento social se exprese por vías que no controlan, en protestas espontáneas en las calles.
La tarea de los revolucionarios en la Argentina no es lamentar que muchos trabajadores hayan votado a un presidente tan reaccionario como Milei, ni caer en el impresionismo y dejarnos llevar por el miedo de estar ante un gobierno fascista o bonapartista. Nuestra tarea es comprender científicamente la dinámica de la conciencia de clase, el proceso molecular de la revolución, y las raíces materiales que la sustentan, ancladas en las condiciones económicas del país.
Después del colapso del boom de los commodities y el final de los gobiernos Kirchneristas, Macri aplicó un ajuste con contrarreformas brutales que provocaron protestas masivas y batallas callejeras con la policía. Cuando estas pusieron en cuestión la continuidad de su gobierno por su intensidad, lo único que lo salvó era la autoridad de masas que retenía el Peronismo, que puso al servició de canalizar el descontento hacia una salida electoral e institucional, con las consignas de “Queremos un 2003, no un 2001”, y “Hay 2019”.
Los trabajadores votaron al gobierno de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner en 2019 en un intento de revertir el ajuste que venían sufriendo durante los años anteriores. Pero, en vez de una recuperación de las condiciones que vivieron durante el auge de los precios de los commodities en el mercado mundial, se encontraron con más ajuste, inflación y pérdida del poder adquisitivo a manos del gobierno y del ministro de Economía, Sergio Massa.
La sociedad seguirá polarizándose, y la clase trabajadora oscilará entre fuerzas políticas de izquierda y derecha, y de vuelta a la derecha; los cambios bruscos y zigzagueantes están implícitos en la situación política. Los trabajadores se moverán hasta encontrar quién pueda realmente defender sus intereses cuando estos vayan en contra de las necesidades del capitalismo en crisis. Podrán ser ganados por demagogos de derecha que se autoproclaman anticasta o antiestado, mientras que vean a todos los políticos e instituciones de siempre como corruptos y garantes del ajuste. Este proceso será más prolongado por el hecho de no existir un partido revolucionario de masas en el país, y por el hecho de que los partidos de la izquierda demuestran cada vez más su oportunismo parlamentario, aferrándose cada vez más a las instituciones burguesas e ignorando los sentimientos de las masas que buscan una salida precisamente de esa institucionalidad.
Hemos visto una tendencia a protestas autoconvocadas masivas y energéticas en 2024 y la primera parte de este año. Este impulso desde abajo, que logra canalizar la bronca de ciertos sectores de la clase trabajadora, también ha provocado en varias ocasiones una respuesta de los jefes burocráticos de las centrales obreras, quienes convocaron a un puñado de huelgas generales de un día, sin continuidad ni plan de lucha, para no dejar que la situación se les vaya de las manos.
El plan económico de Milei, basado en la especulación financiera y en mantener un peso artificialmente fuerte, se demostró agotado cuando el Banco Central quedó sin reservas y el Gobierno tuvo que recurrir a un préstamo del FMI por 20 mil millones de dólares para evitar que la bicicleta financiera se desarmara por completo y provocara una corrida cambiaria. El Gobierno busca intentar llegar hasta las elecciones legislativas a fin de año.
Por el momento, el ingreso de dólares baratos ha calmado a los especuladores financieros que poseen los bonos del Banco Central, pero tarde o temprano estos dólares también se van a agotar, y el plan económico de la timba financiera va a explotar, como ocurrió cada vez que fue implementado en el país.
Cuando esto ocurra y vuelva a golpear la inflación, Milei se encontrará en medio de una fuerte crisis, con su capital político desgastado.
En el debate que siguió, camaradas aportaron sus perspectivas y opiniones para redondear la discusión y debatir las mejores formas de intervenir en el movimiento, ganar fuerzas para la construcción de nuestra organización y formar cuadros para la revolución.
Reivindicando nuestras raíces para construir nuestra organización
La OCM tiene un enorme ventaja al ser parte integral la Internacional Comunista Revolucionaria, que tiene una herencia política riquísima que viene, sobre todo, del legado de Ted Grant.
En la tarde del segundo día, discutimos ese legado de Ted Grant, sus actividades después de la muerte de Trotsky, y lo comparamos con la confusión y el sectarismo que reinaba entre los otros dirigentes de la Cuarta Internacional.
Cuando murió Trotsky, en plena Segunda Guerra Mundial, la IV Internacional estaba recién fundada y no contaba con otros dirigentes suficientemente sólidos teóricamente para enfrentar los giros abruptos que ocurrirían en el período de posguerra. Los dirigentes de la IV Internacional interpretaron las perspectivas de Trotsky de forma mecánica y no fueron capaces de formular perspectivas adecuadas a la nueva situación del fortalecimiento del estalinismo en el Este de Europa y la socialdemocracia en Europa occidental. Ted Grant, junto con otros camaradas del Partido Comunista Revolucionario en Inglaterra, fue uno de los pocos en advertir la necesidad de preparar a los cuadros para un período de un nuevo auge del capitalismo y formular perspectivas adecuadas. Los demás líderes de la IV Internacional repetían que la Segunda Guerra Mundial no había terminado, que venía una tercera guerra mundial o que lo que venía eran gobiernos bonapartistas en Europa.
Al no poder aplicar un analisis marxista a los nuevos fenómenos, cometieron errores típicos del sectarismo, con cambios repentinos de su posiciones sin nunca realizar un balance para corregir errores previos. Primero declararon que los nuevos Estados Obreros del Este de Europa no eran tales, sino que tenían capitalismo de Estado. Luego sembraron ilusiones en la Yugoslavia de Tito y la Revolución China, como movimientos antiestalinistas, y ejemplos de Estados obreros relativamente sanos. Siguieron esto con otras posiciones ajenas al marxismo, sembrando ilusiones en el estudiantilismo y, criminalmente, en el guerillerismo, un error que costó la vida de muchos de los militantes más valientes y comprometidos en el movimiento.
Estos errores tuvieron graves consecuencias para la revolución boliviana de 1952, donde el POR, un partido trotskista, que tenía cierta influencia en las masas obreras no pudo intervenir de forma adecuada en el movimiento revolucionario, y terminó dando apoyo al gobierno nacionalista y capitalista cuando la clase trabajadora tenía el poder político en sus manos.
Las principales corrientes en el trotskismo argentino, el Morenismo, el Altamirismo y el Posadismo, todos participaron en esos errores.
Todas las introducciones fueron seguidas por un debate amplio y democrático, donde casi todos los asistentes intervinieron libremente.
Sólo a través de un debate democrático entre cuadros formados podemos evitar y corregir errores, y desarrollar la línea política correcta para conectar con las capas más avanzadas de la clase trabajadora, quienes están buscando entender el sistema capitalista en el que vivimos y luchar por su derrocamiento. Como insistía Lenin, no queremos formar a tontos obedientes, sino a revolucionarios pensantes, dotados de todas las herramientas que nos proporciona el marxismo.
Terminamos cantando energéticamente La Internacional y Bandera Rossa, himnos del movimiento obrero internacional. Salimos del plenario fortalecidos en nuestras ideas y perspectivas, y con la confianza revolucionaria que proviene de una comprensión de los procesos vivos, para redoblar nuestros esfuerzos en nuestra tarea más importante: la construcción de un partido revolucionario que pueda mostrar el camino para resolver los problemas más acuciantes de la clase trabajadora, expropiando a la burguesía, derrocando al capitalismo y construyendo una economía planificada sobre la base de un Estado Obrero.
Alzamos las banderas de la Internacional Comunista Revolucionaria en Argentina, en América Latina y en todo el mundo. Alzamos las banderas de Ángel Perouch.
Organizate con nosotros y ayudanos a construir la Internacional Comunista Revolucionaría en Argentina.
