Hay que profundizar la lucha

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La jornada nacional de protesta organizada hoy por la CTA es un paso adelante para hacer oír los reclamos de los trabajadores y desocupados de toda la nación. Tras un año donde los capitalistas nacionales y extranjeros están incrementando de manera importante sus beneficios y prebendas a costa del pueblo trabajador es ya la hora de que los trabajadores exijamos la plena satisfacción de nuestras demandas.

Por los $250 de aumento salarial, por empleo digno, por la reestatización de las privatizadas y contra la represión de la protesta social

La jornada nacional de protesta organizada hoy por la CTA es un paso adelante para hacer oír los reclamos de los trabajadores y desocupados de toda la nación. Tras un año donde los capitalistas nacionales y extranjeros están incrementando de manera importante sus beneficios y prebendas a costa del pueblo trabajador es ya la hora de que los trabajadores exijamos la plena satisfacción de nuestras demandas.
A pesar de toda su verborragia, el gobierno de Kirchner ha cedido, en lo fundamental, a la presión de los empresarios, las multinacionales y el FMI.
Esto explica la aprobación de una Reforma Laboral que mantiene lo fundamental de la legislación anterior, la renovación del pago de la infame deuda externa, la “indemnización” por miles de millones de pesos a los banqueros parásitos, los subsidios millonarios a cientos de empresarios nacionales, el aumento generalizado de las tarifas, la no reestatización de las empresas privatizadas y el endurecimiento de la legislación penal que mañana será utilizada contra los trabajadores y los luchadores sociales.
Los trabajadores sólo tenemos un camino para hacer valer nuestra demandas: utilizar la presión combinada del conjunto de la clase obrera, que constituímos la inmensa mayoría de la población.
El pliego de demandas presentado por la dirigencia de la CTA apunta en el camino correcto: aumento de salarios, subsidios para las familias y jubilados sin recursos, utilización del superávit fiscal a favor del pueblo trabajador, enfrentar las pretensiones de las multinacionales y rechazar la criminalización de la protesta social. Sin embargo, nos parece insuficiente. Es necesario luchar por un aumento salarial inmediato de $250 para todos los trabajadores, por un salario mínimo de $800, por un subsidio de $500 para los desocupados y jubilados. Sobre el reclamo para el pueblo trabajador de los $8.000 millones de superávit fiscal hay que sumar el no pago de la deuda externa. Dudamos mucho de la viabilidad de un plebiscito no vinculante para conseguir esto. Sólo con la movilización masiva de los trabajadores podríamos conseguirlo. Hay que rechazar el aumento de los $150 no contributivo para el 40% de los estatales. ATE y el resto de gremios de empleados públicos (docentes, etc) deben unificar una lucha contundente por los $250 en el básico para todos y el blanqueo de todos los trabajadores.
Entre las demandas de la convocatoria se destaca la “autonomía nacional”. Pero la verdadera soberanía nacional debe ser recuperar Argentina para el pueblo trabajador argentino. Para conseguir esto se hace necesario nacionalizar sin indemnización, y bajo el control de los trabajadores, no sólo las multinacionales que devoran nuestros recursos naturales, sino también las grandes empresas, los latifundios y los bancos para planificar los recursos de la nación en interés de la inmensa mayoría de la sociedad.