Fujimori detenido en Chile

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En un marco de crisis de las relaciones diplomáticas con Chile por delimitaciones limítrofes, el genocida Alberto Fujimori fue detenido en tierra chilena. El objetivo del asesino parece ser fortalecer su campaña electoral y cumplir los planes burgueses imperialistas. Esta osadía ha estremecido la situación política peruana generando una gran indignación de cientos de jóvenes y trabajadores que el día lunes 7 de noviembre nos movilizamos hacia la embajada chilena. Sin embargo, es necesario aclarar quer que sólo a través de la organización y movilización popular podremos obtener que Fujimori y sus secuaces terminen en la cárcel

El retorno del genocida

En un marco de crisis de las relaciones diplomáticas con Chile por delimitaciones limítrofes, el genocida Alberto Fujimori fue detenido en tierra chilena. El objetivo del asesino parece ser fortalecer su campaña electoral y cumplir los planes burgueses imperialistas. Esta osadía ha estremecido la situación política peruana generando una gran indignación de cientos de jóvenes y trabajadores que el día lunes 7 de noviembre nos movilizamos hacia la embajada chilena. Sin embargo, es necesario aclarar que sólo a través de la organización y movilización popular podremos obtener que Fujimori y sus secuaces terminen en la cárcel.

Una región andina muy convulsionada

Vivimos uno de los períodos más turbulentos e inestables de la historia. Son tiempos de guerra y revolución. Esto debido a que el capitalismo ya no puede desarrollar las fuerzas productivas al mismo ritmo y con la misma intensidad que antes. La crisis de sobreproducción capitalista ha conllevado a la guerras interimperialistas e interburguesas por los mercados económicos (la 1ra, la 2da guerra mundiales, la guerra del Pacífico y la invasión a Irak son un ejemplo de esto). El propio Hugo Chávez en la anticumbre de Mar de Plata presionado por el movimiento revolucionario bolivariano ha llegado a la conclusión de que el capitalismo es un sistema hambreador y de muerte.

Este sistema ha provocado que centenas de miles de trabajadores europeos, asiáticos, africanos, norteamericanos, estén en las calles luchando contra las reformas neoliberales. El levantamiento de jóvenes inmigrantes en Francia es un ejemplo contundente. Sin embargo, es en la tierra andina donde las protestas obtienen un carácter más revolucionario por sus tradiciones y condiciones objetivas, cuestionando el sistema político en su conjunto y en algunos casos avanzando hacia la toma del poder como en Ecuador, Bolivia y Venezuela.

Es ante esta perspectiva que las clases capitalistas de ambos bandos (chileno y peruano) en alianza con el imperialismo (japonés o norteamericano), se ven en la necesidad de dotarse de un Plan para frenar el avance de las luchas populares.

Así, Fujimori en coordinación con sectores empresariales chilenos y parte de la mafia dictatorial llega a tierra chilena con la anuencia de Bush.

A esto hay que sumar que el jefe de las FF.AA. ecuatoriano declaró recientemente que existe un Ejercito Popular guerrillero muy activo. Por otro lado, Pedro Pablo Kuchysnky, ministro de economía (y los medios de comunicación), magnifican el “resurgimiento” de Sendero Luminoso.

Así las cosas la perspectiva pareciera ser que ante un futuro desgaste del movimiento revolucionario de los trabajadores andinos (elecciones, asamblea constituyente, etc.), se impongan gobiernos bonapartistas con una base de apoyo que ponga “orden” ante el “caos social” que se vive en la región contando con el apoyo de las fuerzas militares de la OEA o la ONU.

La guerra con Chile también es una probabilidad que plantean los sectores burgueses más duros, pero que no parece ser la más conveniente por ahora por la efervescencia revolucionaria que se vive en Bolivia y Ecuador.

Lo que en algunos sectores de la intelectualidad, la juventud y los trabajadores no se explican es porque Fujimori escogió Chile y no Brasil, Colombia o Ecuador.

¿Por qué Chile?

Para poder entender esto es necesario analizar las relaciones comerciales entre ambos países. Así tenemos que el Perú es el tercer destino de las inversiones chilenas, con más de 4.000 millones de dólares, y que cuenta con la presencia de varios de los principales grupos económicos de Chile (LAN, Lucchetti, Falabella, etc.). Existe un acuerdo comercial (ACE- Acuerdo de Complementación Económica, Nº 38), que implica por ejemplo, que las exportaciones de Chile a Perú aumenten un 41% del 2004 al 2005.

También esta el grupo Von Appen (con un patrimonio estimado en más de 1.000 millones de dólares en nuestro país), con intereses en el negocio naviero, agencias de servicios portuarios, el negocio portuario, transporte terrestre, logística, transporte aéreo, negocio energético, forestal, etc, y que está asociado con el gangsteril grupo Romero, adjudicándose en conjunto la concesión de la Terminal Puerto de Arica.

Además, esta el negocio de la privatización de los puertos, aeropuertos y las minas que significan mas de $2 600 millones.

Si a esto agregamos que el Perú es el primer productor mundial de harina de pescado (40%), Chile es el segundo (20%) y que en los 35.000 km2 de territorio marítimo en disputa limítrofe, se extraen entre el 35% y el 40% de los 4,5 millones de toneladas de pescado que sirven de materia prima para hacer la harina de pescado. Y que a su vez, este producto, se utiliza en la dinámica y crecientemente importante industria del salmón chileno, entonces estamos hablando de grandes intereses económicos que se mueven como telón de fondo.

Claro, teniendo a Fujimori como el lobbysta eficaz de las transnacionales chilenas que se beneficiaron con su gobierno y una perspectiva electoral positiva (expresando los sectores más reaccionarios), con la probabilidad de colocar unos 15 parlamentarios, quién no desearía tener a Fujimori en su país.

Tal vez las cosas no le salieron exactamente como el “Chino” las deseaba pero es casi seguro que este gángster de la política sabe que cuenta con el respaldo de los Luksic y demás grandes empresarios que financian a la partidocracia chilena. En Santiago también están los Borobio y demás compinches que viven como en su casa.

Cuando Ibazeta, decano del Colegio de Abogados de Lima (CAL), declara que “nadie hace nada al azar” está en lo correcto. Lo que no va decir es que los jóvenes y trabajadores no nos enfrentamos a un individuo con dinero, sino a una mafia organizada que se ha recompuesto en todos los niveles de la sociedad peruana (política, prensa, iglesia católica, etc.) y que tiene el apoyo del imperialismo japonés y norteamericano. Es por esto que el embajador de Japón en Santiago ha declarado que Fujimori es japonés y ha pedido al gobierno de Lagos un trato justo para el “nipón” y que los mantengan informados sobre el caso; y EE.UU. a través de su diplomacia en Lima a dicho que esperan que todo se resuelva conforme a la “ley”.

El gobierno de Toledo y los líderes del stablishment

De otro lado el oficialismo ha respondido enviando una delegación política dirigida por Rómulo Pizarro, Ministro del Interior y Alberto Maldonado, procurador anticorrupción, entre otros. Por su parte viajaron familiares de las victimas de la dictadura.

Alan García, jefe del Partido Aprista Peruano y con un proceso judicial por lesa humanidad, declara “que se cumpla estricta y fríamente la ley”. De la misma manera Mauricio Mulder, subalterno de García dice ”ir a Chile es politizar el tema, no vayan porque eso va a perjudicar el proceso”.

De igual manera, Lourdes Flores, de la ultraderecha; Valentín Paniagua, de Acción Popular, y otros candidatos presidenciales cierran filas en la necesidad de que no se politice el tema de extradición y se respete la “ley”. La misma ley que permitió que Alan García, y varios de la mafia fujimorista estén libres. Lo que hay que decir es que el caso Fujimori es político porque aquí no estamos hablando de cualquier ciudadano común sino del ex dictador que quiere regresar a entronizarse en el poder.

Por el lado de la administración Lagos podemos decir que más allá del exhorto discursivo de Bachelett, candidata por la Concertación a la más alta magistratura, sobre su detención, el gobierno chileno ha declarado a través de su ministro del exterior Walker que “ya quedaron atrás los tiempos de detener sin orden judicial”.

Luego, cuando Ricardo Lagos dice “que esto no signifique un obstáculo mayor en el entendimiento sobre el limite marítimo”, lo que está afirmando es que no van a renunciar para nada sobre su posición respecto al problema mediterráneo y que es la “ley” la que va a dirimir el caso del asesino Fujimori.

Así las cosas es probable que salga libre y le den detención domiciliaria como sucedió con Pinochet en Inglaterra. Es por esta razón que Fujimori sonríe y sus bases en Perú se sienten fortalecidas (la alegría de Luz Salgado y la Moyano era obvio en las entrevistas que le realizaban). Según lo que comentaba Miguel Jugo, director de la Asociación Pro Derechos Humanos (APRODEH), si el caso por extradición prospera Fujimori puede regresar a Perú en un año, aproximadamente.

Esto quiere decir que para entonces el “chino” puede tener su bancada parlamentaria y una alianza con los demás partidos pro patronales que le abrirán el campo para regresar tranquilamente así como este hizo con Alan García.

La lucha contra la impunidad y la corrupción es parte de la lucha contra el capitalismo

Lo que sucede es que en este tipo de democracia formal (donde uno puede decir más o menos lo que quiere), son los capitalistas y sus políticos quienes deciden la vida de los trabajadores peruanos. Es por esta razón, que mientras prima la celeridad para encarcelar y sentenciar al compañero Nelson Palomino, meten a la cárcel a los humalistas; los casos de Mesa Redonda, Utopía, Hedí Quilca Cruz, se “olvidan” de manera impune, así como todos los asesinatos y desapariciones perpetradas por los gobiernos de Belaunde y García (Acomarca y Cayara).

Es la misma impunidad que ayer como hoy condena a miles de peruanos a la muerte, degradación por la desnutrición, enfermedades, desocupación y la pobreza.

Y es que los jueces en general, no son neutrales en todo esto. Esta casta de funcionarios privilegiados que ganan sueldos de miles de soles no están sometidos a control alguno de la población. Casi todos ellos proceden de familias de clase alta y por lo tanto incorporan a su desempeño toda la psicología, prejuicios y intereses de su clase. Esta es una de las razones que explican el hecho de que en la Corte Suprema del Perú no exista ningún archivo sobre el vinculo de Fujimori con la corrupción en el país como es el caso de los Decretos de Urgencia para la compra de armamento o los juicios por Lesa Humanidad.

Por una Coordinadora que luche contra la corrupción y la impunidad

Es por estas razones que se hace imperativo la construcción de una Coordinadora que con el método de la movilización, independiente del Estado, imponga en las calles la extradición y la cárcel para Fujimori y demás mafiosos de Sí Cumple, Perú Posible, etc.

La movilización masiva del pueblo peruano agitando consignas como “Chile vecino, devuelve al asesino”, “Ni olvido ni perdón, juicio y sanción”, son fundamentales. Ya se han realizado protestas en Arequipa, Chimbote, Lima, Huancayo que han presionado a la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) a convocar una movilización nacional para el 15 de noviembre exigiendo la repatriación de Fujimori. El día de hoy jueves 10 se están realizando otras coordinaciones de ONGs y organizaciones estudiantiles, despedidos, etc. que van a convulsionar a la tierra de Tupac Amaru. Esto expresa la sabiduría de nuestro pueblo trabajador. Tal vez nuestro pueblo no sepa lo que quiere, pero si sabe lo que no quiere. No quiere más dictadura, más opresión, ni privatización, desempleo y pobreza. Y esto es lo que subestiman los fujimoristas y el imperialismo. Por eso debemos organizar y coordinar una gran movilización nacional por la extradición de Fujimori, pero sin engañarnos sobre la naturaleza del Estado capitalista, de sus gobiernos, legisladores y jueces. Esta Coordinadora también debería coordinar acciones de protesta con los exiliados políticos peruanos, el movimiento de los trabajadores chilenos e internacional para fortalecer la lucha antidictatorial y antiimperialista.

Dentro de esto también afirmamos que la única posibilidad de que se haga una verdadera justicia y se castigue a los genocidas es que los trabajadores se hagan cargo de su propio destino a través de sus propias organizaciones, es decir que el poder no lo tengan los capitalistas sino el pueblo trabajador. Hay que luchar por el Socialismo.

¡La sangre derramada jamás será olvidada!

¡Por una Coordinadora Nacional para imponer en las calles la extradición de Fujimori!

¡Socialismo o Barbarie, Venceremos!

Perú, 10 de Noviembre del 2005