¡Fuera las tercerizadas del Subte!

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El pasado 12 de abril los trabajadores del Subte sufrieron una brutal represión policial cuando se cumplían 36 horas de un paro por tiempo indeterminado para exigir el encuadramiento gremial en la UTA de 188 trabajadores.

Tras la brutal represión policial, los trabajadores del Subte se mantienen alerta

El pasado 12 de abril los trabajadores del Subte sufrieron una brutal represión policial cuando se cumplían 36 horas de un paro por tiempo indeterminado para exigir el encuadramiento gremial en la UTA de 188 trabajadores.

Detuvieron, durante más de 12 horas, a 10 trabajadores, dos de los cuales eran delegados de Subterráneos. Cientos de activistas obreros, populares y de izquierda nos concentramos en las inmediaciones de las estaciones Primera Junta, Constitución y Lacroze para exigir la libertad de los compañeros detenidos. Finalmente, a altas horas de la noche se alcanzó un compromiso con el Ministerio de Trabajo. Los detenidos fueron liberados y se retomaban las negociaciones para el pase al gremio de UTA de todos los trabajadores tercerizados. Todo esto fue aprobado en asambleas de trabajadores.

Como decíamos, el conflicto tiene como eje el encuadramiento en el Convenio Colectivo de UTA, de los 188 empleados de Metropolitano, a los cuales se les viene negando ese derecho desde hace más de 6 meses, si bien existen otros colectivos de trabajadores tercerizados a quienes se obligan a realizar horas extras y mantienen básicos en el salario muy por debajo del resto de los trabajadores del Subte.

Esta pelea tiene gran importancia para el conjunto de la clase trabajadora. Todas las grandes empresas han empeorado las condiciones laborales, subcontratando y tercerizando servicios y producción para dividir a los trabajadores encuadrados en diferentes convenios de trabajo, sindicatos y salarios.

El conseguir en el Subte que todos los trabajadores disfruten del mismo convenio de trabajo, la misma jornada laboral y el mismo sindicato significaría que los servicios tercerizados dejarían de tener sentido para la empresa, abriendo el camino para reforzar la unidad de los trabajadores y su confianza en sí mismos. este ejemplo podría ser seguido por trabajadores de otros sectores.

Por supuesto, la patronal lo intentará todo para impedir la victoria de los trabajadores, lo que hace imprescindible elaborar un plan de lucha bien organizado y que busque la unidad y la comprensión del resto de los trabajadores y los usuarios.