FUC: Federación Universitaria de Córdoba Sobre el triunfo del Frente de Unidad Agustín Tosco

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El pasado sábado 25 de septiembre tuvo lugar el 32º Congreso de la Federación Universitaria de Córdoba. El Frente Unidad Agustín Tosco integrado por más de 10 organizaciones, entre ellas La Mella, La Bisagra y Sur venció a la Franja Morada por 119 votos a 108. El MNR -Partido Socialista- obtuvo 8 votos y el FIT –Frente de Izquierda de los Trabajadores-, 4.

La FUC estuvo gobernada durante 27 años por la Franja Morada, el tradicional brazo universitario de la UCR, que expresa en la actualidad a la alianza Cambiemos, UCR-PRO.

Sin dudas la derrota del radicalismo-Pro universitario tiene amplias implicancias para la Universidad Nacional de Córdoba, también para la política cordobesa que se proyecta a la escena nacional como una indicación de importancia.

El Frente de Unidad Agustín Tosco aglutina a una pluralidad de agrupamientos procedentes de diversas tradiciones políticas, que incluye a variantes del kirchnerismo, más o menos críticas, a una izquierda popular y latinoamericanista, a sectores socialdemocráticos. En cualquier caso logró integrar una perspectiva de oposición al gobierno nacional, que, centrada en el espacio universitario, se proyecta a problemáticas políticas, sociales y económicas de más largo alcance.

Es importante señalar el marco en el que se producen estos hechos: en la Asamblea Universitaria del 19 de marzo de este año la UNC eligió a un nuevo rector, el Dr. Hugo Juri, de procedencia radical, al punto de haber pasado por el Ministerio de Educación durante el gobierno de Fernando de la Rúa.

Esta gestión rectoral, en línea con el gobierno nacional y con los sectores más reaccionarios de la provincia de Córdoba, ha puesto en marcha un proceso de contrarreforma en el plano político y académico, que supone un crecimiento en el poder de los “decanos amigos”, una preeminencia de las facultades más grandes como Cs. Médicas, Derecho, Cs. Económicas y semejantes, de corte claramente profesionalista, en detrimento de las facultades más pequeñas, acentuando un modelo de concentración del poder y de privilegios de sectores empresariales y de la economía concentrada. Es destacable el papel que ha jugado la asociación entre la conducción de la Facultad de Cs. Agropecuarias y los líderes del negocio agroindustrial, en especial la compañía Monsanto, en la constitución de este agrupamiento universitario-empresarial.

De la mano de una amañada “reforma política” o modificación en el sistema de elección de las autoridades unipersonales, rector-vicerrector, decanos-vicedecanos, se busca además perpetuar a las camarillas actualmente gobernantes en la conducción de los destinos de la universidad, para consolidar un modelo de educación superior atento a los demandas de los poderes fácticos y subsidiario de las políticas neoliberales en curso, instauradas por el gobierno de Macri y sus aliados provinciales. En este sentido la actual gestión se propone incorporar el Consejo Superior de la UNC a los llamados “representantes de la comunidad”, consolidando la injerencia del sector privado en la vida universitaria.

Finalmente, se pretende efectuar un cambio en el diseño curricular, implementando un sistema de créditos académicos inspirados en las directivas del Plan Bolonia vigente en las universidades europeas, ampliamente repudiado por comunidades universitarias de diversos países, tendiente a empobrecer la formación de grado y poner a la educación pública al servicio de las demandas del mercado.

Esta última medida, adoptada como propia por el gobierno de la alianza UCR-PRO, constituye una política central de la SPU –Secretaría de Políticas Universitarias-, que piensa “exportar” a otras universidades, profundizando el diseño neoliberal de la educación superior que se puso en marcha con la aprobación de la Ley de Educación Superior durante el gobierno de Carlos Menem.

Todos estos señalamientos marcan que la UNC es en la actualidad el campo de experimentación para las políticas que el gobierno de Macri y sus socios radicales planean ejecutar en las universidades públicas.

Por todo lo dicho el triunfo del Frente de Unidad Agustín Tosco, la derrota del radicalismo de la Franja Morada y sus aliados PRO en la contienda por la conducción de la FUC adquiere una especial relevancia, pues muestra a las claras que existen agrupaciones estudiantiles comprometidas en este proceso que están dispuestas a disputar el modelo de universidad que pretende imponerse. De igual modo, los estudiantes, que avalaron con su voto a dichas agrupaciones, no están dispuestos a entregar a la universidad pública a los gestores de los intereses privados, verdaderos parásitos que intentan expropiar los conocimientos y prácticas que deberían ser producidos por y para nuestros pueblos.

Se trata, como decíamos al comienzo, de una situación indicativa, cuyo alcance y posibilidades políticas se demostrarán en el tiempo porvenir, en la medida en que puedan profundizar el contenido político de su apuesta opositora, aportando a la unidad de acción con los/as trabajadores/as en lucha, con las organizaciones sociales, movimientos barriales, campesinos, en fin, el amplio campo de quienes ven sus vidas amenazadas por la avanzada macrista de restauración conservadora. En este camino será posible edificar una conducción estudiantil comprometida con la universidad pública, gratuita, laica, autónoma de todo poder fáctico, al servicio de un proyecto emancipatorio para nuestros pueblos.