Entrevista a Miguel Zubieta, Ejecutivo de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB)

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La Asamblea Popular tiene que continuar porque tiene la legitimidad de las bases. Nosotros somos otro gobierno y desconocemos al gobierno de Rodríguez. Debemos seguir construyendo este gobierno paralelo con el objetivo de construir el poder e instaurar el gobierno obrero y campesino. El Alto-Bolivia, 12 de junio del 2005

1-Hay un nuevo presidente en el gobierno, ¿cómo ve la actual situación política?

La situación está complicada. Hay dirigentes que hablan un doble discurso y que quieren desmovilizar a los trabajadores. El Movimiento al Socialismo ha comenzado a desbloquear los lugares donde tienen influencia como Cochabamba y otros, y la FEJUVEs apunta en ese camino aunque las bases más radicalizadas de El Alto dicen que este es sólo un repliegue táctico para abastecerse de alimentos y otros insumos.
El nuevo gobierno no va a cambiar nada. Rodríguez es otro agente político del poder transnacional. Sin embargo, hay que recalcar que el pueblo trabajador se siente fortalecido por la renuncia de Vaca y Cossio a sus pretensiones presidenciales. Y esto porque entienden que estos políticos del MIR-MNR son los que los ha llevado a la pobreza y desempleo que sufren, entienden que son parte de la democracia burguesa.
Por lo pronto, parece que vamos a ir a un compás de espera con el nuevo gobierno, pero que tiende a ser muy corto. Hay que decir que en toda esta desmovilización de los trabajadores, el MAS y Evo Morales tienen enorme responsabilidad.

2- ¿Cuál es la posición de la FSTMB ante la nueva coyuntura?

Nosotros vamos a seguir con la resistencia. Si bien es cierto algunos sectores como el MAS se están replegando, la FSTMB va a seguir combatiendo por la consigna de todos los trabajadores bolivianos: La toma del poder político.
Los trabajadores mineros asalariados comprendemos que ante la salida democrática de la clase dominante, los trabajadores debemos plantear ninguna confianza en el nuevo gobierno. Y esto lo vinculamos a sostener la resistencia revolucionaria contra los planes del imperialismo y su democracia capitalista.
Nosotros nos encontramos en un Congreso, así que ahora vamos a hacer un balance de la lucha y prepararnos para las nuevas jornadas.

3- En este marco social, ¿Cómo ve la Asamblea Popular Nacional?

La Asamblea Popular tiene que continuar porque tiene la legitimidad de las bases. Nosotros somos otro gobierno y desconocemos al gobierno de Rodríguez. Debemos seguir construyendo este gobierno paralelo con el objetivo de construir el poder e instaurar el gobierno obrero y campesino.
Lamentablemente, lo que nos ha faltado es una dirección revolucionaria en las organizaciones de El Alto para poder comprender la necesidad de autogobernarse. Esto se explica cuando planteamos como dirección política de la AP que las juntas vecinales en coordinación con los comités de la Asamblea Popular deberían encargarse del autoabastecimiento del gas. Sin embargo, algunas bases vincularon esta consigna como un apoyo a Pepe Lucho Paredes (alcalde de El Alto), quien días antes saliera con Carlos Mesa a pedir justamente el autoabastecimiento del gas. El autoabastecimiento de gas por parte de la Asamblea Popular era el comienzo del gobierno obrero y campesino.