Entrevista a Hosam Benhamza, miembro de la Liga de Acción Comunista de Marruecos

0
129
"En las marchas, los jóvenes del mundo árabe no sólo condenaban la agresión sionista contra Gaza, también denunciaban la complicidad de los regímenes árabes y exigían su derrocamiento".

La Liga de Acción Comunista es la sección en Marruecos de la Corriente Marxista Internacional. Visita su web: www.marxy.com  

"En las marchas, los jóvenes del mundo árabe no sólo condenaban la agresión sionista contra Gaza, también denunciaban la complicidad de los regímenes árabes y exigían su derrocamiento".

La Liga de Acción Comunista es la sección en Marruecos de la Corriente Marxista Internacional. Visitá su web: www.marxy.com  

El Militante.- ¿Cuál ha sido la respuesta de los jóvenes y trabajadores marroquíes ante la agresión israelí a Gaza? ¿Cuáles han sido sus efectos?

Hosam Benhamza.- La respuesta ha sido la organización de manifestaciones masivas en todas las ciudades y pueblos, incluso en los más pequeños, para expresar nuestro rechazo y firme condena a la agresión imperialista israelí en la Franja de Gaza, con la complicidad de los regímenes árabes, desde el Atlántico al Golfo, y también para expresar nuestra solidaridad con el pueblo palestino. Es importante destacar que ha habido manifestaciones en pueblos donde nunca en la historia habían conocido esta forma de lucha. Cada día salieron miles de jóvenes a las calles de Agadir, Marrakech, Casablanca, Fez, Tánger, Tetuán, Oujda y otras docenas de ciudades y pueblos, además de la gran manifestación celebrada en Rabat el domingo 4 de enero, que reunió a más de un millón de personas.

Aparte de la manifestación de Rabat, todos estos actos y manifestaciones fueron organizados e iniciados por los jóvenes, especialmente los estudiantes, y se han caracterizado por el gran número de participantes y por el espíritu combativo, reflejado en las consignas que se coreaban. No sólo condenaban la agresión sionista, sino también denunciaban la complicidad de los regímenes árabes y exigían su derrocamiento.

En cuanto al impacto de esta experiencia en la conciencia de los jóvenes y trabajadores marroquíes, como ustedes saben, las manifestaciones y la ocupación de la calle en un país sometido al yugo de un régimen dictatorial que reprime todas las formas de expresión, como ocurre en Marruecos, no es una experiencia irrelevante. Cualquier manifestación es una escuela de acción revolucionaria porque hace falta mucho valor y voluntad de sacrificio para salir a las calles, sobre todo porque a veces el resultado puede ser la muerte a causa de la brutal represión, como sucedió en Marrakech, donde las fuerzas represivas asesinaron a un estudiante (Abdul Razzaq Alkadri) el 28 de diciembre. Por lo tanto, el hecho de que muchos jóvenes marroquíes, en su mayoría sin experiencia política, desafíen la máquina represora ya es de por sí un buen ejercicio que sirve para calentar los músculos de los jóvenes ante las batallas que están por venir, que serán las batallas entre las clases sociales, por cuestiones como la educación, el empleo, la salud, etc.

EM.- ¿Cuáles son los efectos de la crisis económica mundial y qué efecto está teniendo en la conciencia de los trabajadores y jóvenes marroquíes?

HB.- El capitalismo para los trabajadores y los pobres de todo el mundo sólo significa horror sin fin, pero para las masas de los países del llamado Tercer Mundo no sólo es horror sin fin sino que ya, en sí mismo, es un infierno. Marruecos es un ejemplo de lo que decimos. Las masas sufren, en el sentido literal de la palabra, unas condiciones de vida miserables. En lo que respecta a la salud, por ejemplo, Marruecos es uno de los peores países del mundo, incluso si se compara con naciones de su mismo nivel. El gasto público en salud representa sólo representa el 4,5% del PIB (5,6% en Túnez; 9,4% en Jordania, 9,8% en Líbano, etc.). La mortalidad infantil (por cada 1.000 niños nacidos vivos) en Marruecos es de 37, mientras que en Venezuela es de 21 y ¡sólo 7 en Cuba!

En cuanto a la educación, la tasa de analfabetismo supera el 50%, 4 de cada 5 niñas son privadas del derecho a la educación. Según los datos del Ministerio de Educación, las aulas inservibles superan las 9.000, el 60% de las escuelas en las zonas rurales no están conectadas a la red eléctrica y más del 75% no tiene agua, mientras que el 80% no tiene baños. La tasa media de alumnos por aula, según datos del ministerio, es de ¡41 por aula! Además, el mismo informe del ministerio añade que es necesario construir 260 escuelas al año, y reconoce que sólo se construyen 90 anuales. En el sur del país de 1.000 alumnos matriculados en la escuela sólo 620 llegan al sexto año.

Respecto al desempleo, la OIT señala que la tasa de desocupación en Marruecos es superior al 10% (10,8%), este porcentaje aumenta cuando se trata de los jóvenes con estudios. Por ejemplo, la tasa de desempleo aumenta junto con el nivel educativo, pasando de un 7,7% entre los jóvenes que no tienen estudios al 28,1% entre los diplomados y un 61,2% para los licenciados. Este dato muestra la enorme fragilidad y precariedad de los puestos de trabajo existentes.

Las estadísticas de desempleo señalan que, aproximadamente, el 70% de los desempleados buscan empleo desde hace un año y un 80% nunca ha trabajado. Eso significa que el desempleo es una crisis estructural que priva a la sociedad de su fuerza motriz.

Todo eso sucede en una época de auge económico, cuando las cifras oficiales hablan de crecimiento y un horizonte brillante durante el reinado del joven rey. Pero la tasa de crecimiento económico del cuarto trimestre de 2007 fue del 2,1%, frente a un 8,1% en el mismo período de 2006. Pero las cifras de 2008 parece que son peores, y para el 2009 ni siquiera en los países desarrollados se espera que sean mejores. Como la economía marroquí se basa en la exportación, los efectos de la recesión mundial serán desastrosos para el país, provocará una oleada de cierres de empresas y despidos masivos.

Por supuesto, todo esto tiene un gran impacto sobre la conciencia de las masas oprimidas, y de los jóvenes en particular, ya que aumenta rápidamente la idea de que es difícil o imposible vivir en estas condiciones y las masas comienzan a moverse en consonancia con esta situación. En el pasado, ante las condiciones miserables de los jóvenes y la ausencia de una alternativa revolucionaria, sólo había una opción para intentar escapar de este infierno: la emigración clandestina, a pesar de sus peligros (15.000 jóvenes han muerto en el Estrecho de Gibraltar durante esta última década, cuatro muertos diarios). Pero debido a la crisis en los países anfitriones, sobre todo en los países europeos como España e Italia, la emigración ya no es una alternativa útil para librarse de las garras de la pobreza, a los jóvenes no les queda otra alternativa que luchar.

Eso es exactamente lo que estamos presenciando, primero con las fuertes movilizaciones que ha protagonizado el movimiento estudiantil estos últimos años, a pesar de la represión que con frecuencia provocaba víctimas en las manifestaciones, multitud de heridos y detenidos, muchos de los cuales todavía están en la cárcel.

Estos movimientos son, por supuesto, importantes en sí mismos, porque reflejan la magnitud de la efervescencia que existe entre la juventud, que rechaza sus trágicas condiciones de vida; reflejan también el grado de descontento que hay en la sociedad, y ¿qué mejor barómetro para medir el grado de presión en la sociedad que el movimiento estudiantil?
Desde hace algún tiempo han comenzado a movilizarse las masas en sucesivos levantamientos. En el pasado, el intervalo de tiempo entre unos y otros era de unos cinco años, pero en los últimos años se han producido levantamientos simultáneos en: Sefreou, Baumal Dades, Sidi Ifni. Además de cientos de manifestaciones de protesta, sentadas, etc.

EM.- En las manifestaciones del Estado español en solidaridad con el pueblo palestino pudimos ver a muchos árabes con fotografías de Chávez, banderas venezolanas. ¿En Marruecos se da el mismo fenómeno?

HB.- A pesar del silencio de los medios de comunicación sobre lo que pasa en Venezuela, ¡algo a lo que contribuye el reformista Partido Socialista por razones claras!, las masas tienen una idea, aunque aún sea de una manera confusa, de lo que está sucediendo en los países de América Latina. Comprenden que el presidente Chávez es completamente diferente a los presidentes y reyes árabes. Saben que es un hombre honesto que tiene el coraje de decir "no" a EEUU y al imperialismo, que intenta mejorar las condiciones de vida de sus ciudadanos.  

Su actitud hacia la guerra israelí en el sur del Líbano en 2006, además de su actitud hacia la guerra de Gaza, ha aumentado de manera significativa el grado de su popularidad entre las masas árabes, en particular entre los jóvenes. No exagero al decir que si él participara en las elecciones de algún país árabe importante, sin duda las ganaría. La expulsión de Venezuela del embajador israelí, sus discursos contra la agresión contra Gaza, fueron un golpe más doloroso para los dirigentes árabes que para Israel. Lo que hizo fue desenmascarar la complicidad y traición de estos regímenes reaccionarios, que está provocando la muerte de inocentes en Gaza. Eso es lo que explica la decisión del rey de Marruecos de romper relaciones con Venezuela, ¡con el pretexto de que apoya al Frente Polisario!

EM.- ¿Cuáles son las perspectivas para el gobierno y el régimen marroquí?

HB.– No hace falta saber mucho para ver que las perspectivas para el régimen marroquí son negras. Especialmente teniendo en cuenta la crisis económica mundial. El régimen marroquí no tiene margen de maniobra para hacer frente a las luchas populares, sólo tiene como respuesta la represión. En 2007 Marruecos compró a España armamento moderno y eficaz para reforzar su arsenal defensivo contra las manifestaciones de desocupados que ocuparon las calles de Rabat. Pero no puede romper la voluntad de lucha de las masas, si hoy presenciamos movilizaciones en pueblos pequeños como Safrou o Sidi Ifni, ¿qué sucederá con la clase obrera y otras capas oprimidas en las ciudades de Casablanca, Rabat, Tánger, etc.?