En este 1º de mayo: Ningún techo salarial y profundizar la democracia sindical

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El 1º de Mayo es la fecha en que amplias capas de trabajadores del mundo se movilizan como clase superando todas las diferencias raciales, religiosas, nacionales, políticas, etc. Siempre es una oportunidad especial para reflexionar sobre la situación de nuestra clase, su lugar en la sociedad y sobre las posibilidades de liberarse definitivamente de la opresión capitalista.

El 1º de Mayo es la fecha en que amplias capas de trabajadores del mundo se movilizan como clase superando todas las diferencias raciales, religiosas, nacionales, políticas, etc. Siempre es una oportunidad especial para reflexionar sobre la situación de nuestra clase, su lugar en la sociedad y sobre las posibilidades de liberarse definitivamente de la opresión capitalista.

Pero, además, este 1º de mayo nos encuentra con la  discusión paritaria entre manos.

Moyano y el gobierno de Cristina intentan que los acuerdos paritarios no se salgan de ciertos parámetros, el convenio llegado con camioneros del 24% de aumento salarial pagado en tres cuotas, que  termina siendo un aumento del 18% ya que la última cuota  se debería pagar en marzo de 2012, donde deberíamos estar discutiendo los nuevos aumentos; pretende ser un ejemplo y un techo para el resto de las discusiones paritarias.

Pero la realidad se empecina y los trabajadores y sus capas más avanzadas reclaman desde un 30% en el caso de fileteros de Mar del Plata, hasta un 35% como es el caso de bancarios.

Se debe observar que el convenio de camioneros está en general por arriba del resto de los salarios de los trabajadores. Por lo tanto, los porcentajes no expresan que los salarios lleguen al costo de la canasta familiar, que debería ser el piso de los salarios.

Solamente advirtiendo la realidad cotidiana a la que las grandes cadenas empresariales -formadoras de precios- someten las mesas obreras con aumentos siderales de la canasta básica, pone sobre la mesa una negociación con un piso que no puede ni debe ser menor del 35%.

Pero que esta posibilidad se dé, fundamentalmente depende de que avancemos, demos un paso más en manejar democráticamente esta negociación.

¿Qué mejor que nosotros, los trabajadores, para sostener esta negociación ya que padecemos los ritmos de trabajo, las enormes cargas horarias, las pérdidas de conquistas a cuenta de futuros aumentos, etc., etc.?

Entonces, ¿por qué nos encontramos al margen de esta negociación?

Avanzar en esta perspectiva democrática se hace indispensable para la sobrevivencia física e intelectual como trabajadores y de nuestras familias.

Este bien tan preciado para nosotros y tan negado también, es lo que hace que estos jefes sindicales se perpetúen en sus sillones. Respirando un ambiente que no es el nuestro, ajeno a los padecimientos que cotidianamente sufrimos. Jefes sindicales que se han habituado por años a no trabajar y a percibir fortunas por los favores de su colaboración con las grandes patronales.

Por eso, también nos parece necesario profundizar la libertad sindical en nuestro país, comenzando por el reconocimiento de la personería gremial para la CTA y de sindicatos independientes como el del Subte. Además, no acordamos con la intervención del gobierno en las internas gremiales, como la producida en el sindicato de petroleros de Santa Cruz. Deben ser los propios trabajadores quienes pongan y saquen a sus dirigentes a través de mecanismos democráticos de decisión.

Que hoy como trabajadores nos encontremos en mejores condiciones de lucha, con una moral alta, estimulado por los avances en lo salarial, en mayores conquistas en otros planos de la vida social, como la Ley de Medios Audiovisuales, la conquista del matrimonio igualitario, la asignación universal por hijo y a las embarazadas, el avance en la puesta entre rejas para los asesinos de los 30.000 compañeros desaparecidos, nos fortalece como clase, como obreros y trabajadores que somos.

Esto hace que lleguemos a una primera conclusión importante, ¡¡que podemos ir por más!! Y para esto debemos comprender que con estos jefes sindicales no podemos hacerlo.

Entendemos como un avance importante lo señalado más arriba y lo recibimos con augurios, saludando estas medidas sostenidas por el gobierno de Cristina.

Pero resulta más importante aún, como una segunda conclusión, que es incompatible mantener y profundizar las mejoras logradas en nuestras condiciones de vida, con la sed de ganancia y avaricia de los capitalistas. Esta coexistencia entre obreros y patrones se demuestra no solo en el terreno nacional, sino por donde uno mire en el mundo, como algo imposible de sostener, el capitalismo con su rostro humano y con la posibilidad del efecto derrame de una parte de sus ganancias no expresa el futuro cierto para la humanidad.

La experiencia de la lucha de clases ira forjando la necesidad de una nueva legalidad sostenida sobre los cimientos de una economía que planifique los resortes fundamentales de la economía de la sociedad, solamente con democracia de los trabajadores se perpetuará en el tiempo. Este es nuestro homenaje a los caídos en aquel 1º de mayo.