Con la re-introducción de la ley de emergencia,
En este momento hay huelgas de los médicos, de los trabajadores y estudiantes universitarios, de los maestros (por primera vez desde 1951). Un desarrollo más importante es la ola masiva de huelgas y ocupaciones de fábricas, donde destacan los 22.000 trabajadores del sector textil de Mahalla y las huelgas y ocupaciones de fábricas en Suez. También están en huelga los trabajadores de refinerías de azúcar en Arment, Luxor, y los 450 trabajadores de Olimpyc, de capitales suecos. Igualmente, hubo luchas de los trabajadores de correos y del transporte público. Los trabajadores no están simplemente exigiendo salarios y mejores condiciones de trabajo, se lucha contra la corrupción, por sindicatos independientes y por convertir la lucha económica en una cuestión política.
Los seis meses de gobierno militar no han traído prácticamente ningún cambio a las masas egipcias. Ahora es el momento de terminar el trabajo: depurar el Estado, re-nacionalizar las empresas privatizadas, introducir el control obrero y utilizar la riqueza del país, que actualmente está controlado por una pequeña camarilla corrupta, para garantizar vivienda, educación y salud al pueblo.
Para triunfar, la revolución egipcia necesita de una dirección audaz que esté a la altura de las tareas. Se necesita construir un partido revolucionario. La reciente creación del Partido Democrático de los Trabajadores ha sido un paso adelante en este objetivo, ahora hay una necesidad urgente de conectar a todos los activistas obreros en una acción común para derribar los restos del régimen de Mubarak.