Detenciones de funcionarios y pedido de desafuero: atacar a los trabajadores, arrodillarse ante Trump

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El estado de excepción impuesto por el macrismo al ordenar, en complicidad con la mafia judicial, la detención de funcionarios del gobierno anterior basado en causas armadas, junto al pedido de desafuero de Cristina Fernández de Kirchner, tiene varias aristas que se juegan en la política local e internacional.

Las nuevas detenciones de funcionarios del gobierno anterior así como el pedido de desafuero de CFK son utilizadas por los grandes medios de comunicación como una cortina de humo para desviar la atención pública del saqueo en curso y desarticular a la oposición parlamentaria.

Pero lo que realmente esconde esta maniobra del gobierno y sus medios es el ataque a los trabajadores. Reforzado por los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, la militarización y endurecimiento de la represión, como la sucedida en la maderera MAM de Neuquén que dejó al compañero del FIT y diputado Raúl Godoy herido de bala, buscan intimidar a las organizaciones políticas y sindicatos que dan pelea a las contrarreformas.

Buscan avanzar en el desmantelamiento de los derechos de la clase obrera y hacerse del sistema previsional, transfiriendo más de 100.000 millones a las corporaciones financieras y al capital concentrado.

Por otro lado, las detenciones se relacionan a las nuevas “relaciones carnales” que el gobierno nacional estableció con el imperialismo. El macrismo y sus aliados judiciales se mueven como peones del Departamento de Estado de los EE.UU. al alinearse con la nueva política belicista de Trump y Netanyahu hacia Irán.

Cabe destacar que las detenciones y el pedido de desafuero se relacionan con la inverosímil denuncia presentada en su momento por el fiscal Nisman, en donde sectores ligados a la Secretaria de Inteligencia del Estado empujaron al fallecido fiscal a acusar a la ex presidenta y demás funcionarios de ser parte de una organización criminal que le brindó soporte a la conexión iraní ligada al atentado a la AMIA y la Embajada de Israel.

El que sí debería dar explicaciones en relación al atentado a la AMIA es el propio Macri, que siendo Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires designó como Jefe de la Policía Metropolitana a Jorge “Fino” Palacios quien fue procesado como encubridor del atentado de la Mutual Judía.

Desde la Corriente Socialista Militante, sección Argentina de la Corriente Marxista Internacional, rechazamos la judicialización de una definición política que oportunamente el Parlamento aprobó por mayoría – Memorandum de Entendimiento Argentina- Irán-, así como las detenciones y pedido de desafuero y denunciamos este nuevo sometimiento del Estado argentino a los intereses guerreristas del imperialismo norteamericano.

Este ataque a las libertades democráticas llevado adelante por un poder judicial corrupto y un gobierno alineado servilmente con el imperialismo tuvo su respuesta en Plaza de Mayo que fue colmada por cientos de trabajadores, jóvenes, militantes y organizaciones populares que se congregaron contra el autoritarismo de los capitalistas en el gobierno. Este es el camino.

La respuesta de las organizaciones políticas, sindicales, estudiantiles y de base debe ser la movilización ya que ésta es la manera más efectiva de hacer retroceder al Gobierno nacional.

A su vez, es necesario avanzar en la unidad del campo popular para detener las políticas de ataque a los trabajadores. En este sentido, la táctica del Frente Único se muestra más que necesaria.

 

¡Defensa de las libertades democráticas!

¡Basta de represión!

¡Basta de presos políticos!

¡Libertad a Milagro Sala!

¡Cárcel y castigo a los asesinos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel!

¡Aparición con vida de Julio Lopez!

¡No a la reforma laboral, provisional y tributaria!

¡Paro general y plan de lucha YA!