La semana pasada, la Corriente Marxista Internacional celebró en España su Congreso Mundial con la asistencia de más de 300 camaradas en representanción de distintas secciones nacionales. La situación boliviana fue muy debatida y analizada en varias intervenciones y sesiones del congreso. La resolución que reproducimos a continuación fue aprobada unánimemente.
Para el 10 de agosto se ha convocado en Bolivia un referéndum revocatorio del presidente Evo Morales y de ocho de los nueve prefectos reaccionarios.
Esta convocatoria electoral representa una nueva encrucijada en la revolución boliviana, en la que se enfrentan intereses de clase opuestos: de un lado, los trabajadores y campesinos que anhelan un cambio fundamental del país; del otro, la oligarquía, los terratenientes y los dueños de la banca, la industria y los medios de comunicación, el imperialismo y las multinacionales, que han empezado ya una campaña feroz contra el revocatorio, para impedir a toda costa la legitimación del gobierno de Evo Morales y la revocación de sus prefectos.
En esta batalla la Corriente Marxista Internacional se coloca firmemente del lado de las masas oprimidas de Bolivia y hacemos un llamamiento a los activistas del movimiento obrero y apelamos a la solidaridad internacional de todo el mundo a mantenerse alerta ante cualquier maniobra de la oligarquía y el imperialismo por sabotear el referéndum revocatorio o desconocer sus resultados.
La clase dominante no va a ceder su poder político y económico ni sus privilegios sin dar una batalla. Como ya han demostrado en Santa Cruz, van a utilizar todos los medios a su alcance para defender su posición: la organización de bandas fascistas, el sabotaje económico, la desinformación de los medios, la presión diplomática y si se dieran las condiciones el golpe de estado.
En los últimos años, la clase obrera y los campesinos bolivianos han demostrado en numerosas ocasiones su firme voluntad de lucha contra el capitalismo, el imperialismo y el latifundismo: en la guerra del agua en Cochabamba, en los levantamientos de febrero y octubre de 2003, en mayo-junio de 2005 y, más recientemente, con la elección del gobierno de Evo Morales en diciembre de 2005, su mensaje ha sido claro.
Los intereses de los trabajadores y campesinos bolivianos no se pueden realizar sin romper decisivamente el poder de la clase dominante. El 10 de agosto hay que ganar el referéndum revocatorio, ratificando al presidente Evo Morales y revocando a los prefectos. Eso sólo puede lograrse con la más amplia movilización de las masas en las calles, no sólo para votar sino también para defender el voto y los resultados ante cualquier maniobra de la oposición.
Sin embargo, eso sólo puede ser un primer paso. La política de negociación y conciliación con la oposición oligárquica y las multinacionales impulsada por sectores del gobierno y de la dirigencia del MAS sólo ha servido para envalentonar y fortalecer a los capitalistas y confundir y desorientar al movimiento de los trabajadores y campesinos. Para ganar el revocatorio, y sobre todo para asegurar los intereses de la clase trabajadora, es necesario arrancar las palancas de poder económico y político que siguen en manos de la burguesía y el imperialismo. Hay que expropiar la tierra y nacionalizar los bancos y las grandes industrias bajo el control democrático de los trabajadores.
¡Organizar la solidaridad con la revolución boliviana!
¡Ratificar al presidente Evo Morales, revocar a los prefectos!
¡Movilizar a trabajadores y campesinos en las calles para defender el revocatorio y aplicar la agenda de Octubre!
¡Nacionalizar la banca, las grandes empresas, las multinacionales y los latifundios!
¡Todo el poder a los trabajadores y campesinos!
Barcelona, 2 de agosto, 2008