Las declaraciones expresadas por el gobierno nacional en la noche del 2 de octubre como “Comunicado Oficial” demuestran lo obstinada que es la gestión de Milei que no se amilana ante enormes expresiones de masas a lo ancho y largo del país. Incluso amanecimos con la noticia cantada de que se resolvió, mediante decreto, bloquear la ampliación de los recursos económicos para las casas de altos estudios.
Un sector importante de la burguesía de la agro-industria, usan sus medios de comunicación, para dar rienda suelta a un cuestionamiento a Milei y su gabinete, a medida que las cifras del INDEC arrojaron datos escalofriantes qué, en el “primer semestre de 2024 correspondientes al total de aglomerados urbanos”, donde el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 42,5%; en esos hogares reside el 52,9% de las personas, y el 56% de los niños y niñas viven en situación de pobreza.
No solo los medios de centro derecha sino incluso personeros de lo más rancio de los medios de comunicación ponen en debate la necesidad de resolver el problema del hambre y del retroceso de las condiciones de vida de las masas. “Reconocemos la muy delicada situación social, lo que se ha demostrado en los datos de pobreza recientemente publicados” declaró la vocera del FMI, Julie Kozack, hace pocos días en conferencia de prensa. Lo que temen es una rebelión popular.
Desocupación, caída de los ingresos, teniendo en cuenta que cuando hablan de ingresos dan cuenta de millones de mujeres y hombres que no cuentan con salarios, ni organizaciones sindicales que puedan poner en debate que el salario debe superar la inflación, como así mejorar las condiciones laborales etc.
Esta inmensa población se encuentra en condiciones desfavorables si la comparamos con los asalariados sindicalizados.
La burguesía ante sus propias definiciones
La burguesía ligada a la industria y la construcción, como así de los medianos y pequeños se enfrentan literalmente a una liquidación de sus empresas “Más de 10.000 pymes cerraron los primeros ocho meses de gestión del gobierno de Javier Milei en un contexto de “recesión deliberada” aplicada por su gobierno”, declaró el presidente de la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales (ENAC).
Desde enero de 2024 se fueron de Argentina ocho multinacionales y ahora una empresa automotriz analiza vender su operación local. Un informe de la consultora Audemus revela que ya se produjeron 86 eventos de crisis en grandes firmas. Esto incluye: despidos, suspensiones y compañías que salieron del país. Desde fines del año pasado desaparecieron 12.000 empresas empleadoras.
HSBC, Xerox, Clorox, Prudential, Nutrien, ENAP, Fresenius Medical Care y Procter & Gamble son las multinacionales que ya salieron del país.
El Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) viene a “dividir” a los diferentes sectores capitalistas, siendo los más beneficiados los capitales ligados a actividades extractivas y al mercado financiero. Pero todos defienden un espacio en común. El mismo que les facilitó el gobierno de Milei/Caputo/Sturzenegger/Bullrich de pauperizar el salario, aumentar la desocupación e incrementar las peores condiciones de contratación laboral, beneficiándose con enormes sumas de dinero, que fueron a sus arcas. Pero se separan a la hora de no poder competir con inversiones que van de u$s200 millones que con la luz verde del RIGI no solo pueden repatriar sus beneficios sin dejar un solo dólar, sino que también acceden a una serie de facilidades tributarias y aduaneras.
Las dificultades y fortalezas del gobierno
El gobierno, por su parte, enfrenta los vencimientos de 2025 de una deuda que representa un peso asfixiante para cualquier economía que intenta sostenerse en pie. Recientemente, se giraron unos USD 1.025 millones para el pago de intereses correspondientes a enero de 2025, mientras que los vencimientos del próximo año ascienden a USD 17.400 millones. Desde hace un tiempo, economistas tanto locales como internacionales han sugerido la posibilidad de “reperfilar” la deuda, o sea, patearla hacia más adelante. Milei recorre los salones del Banco Mundial, el FMI y otras entidades financieras en busca de más préstamos para enfrentar esta carga asfixiante, aunque con pocos resultados. Sin embargo, el FMI ha dado algunas señales de apoyo al gobierno. La vocera del FMI para Argentina declaró que “hay una incipiente recuperación de la actividad y de los salarios”
De todas formas, cuenta con un plus invalorable: el apoyo de los opositores de todos los partidos del régimen, quienes, a través de diferentes caminos y el juego parlamentario de ‘enfrentar’ al oficialismo, preservan la ‘estabilidad política’, lo cual constituye su verdadera fortaleza. “Ser parte de la resurrección después de que este Gobierno haga lo que haga” fueron las palabras de Máximo Kirchner en La Plata (negritas nuestras).
Se asoma el operativo retorno
Mientras tanto comenzó el operativo retorno de CFK. En estos días la expresidenta comenzó su carrera por la dirección del PJ nacional, contando con la ayuda de La Cámpora y la adhesión de varios gobernadores.
Pero no se encuentra sola en esta carrera, Axel Kicillof por su lado desde la gobernación de la provincia de Buenos Aires, intenta forjar un camino hacia las presidenciales. Ambos en definitiva no bregan más que por una salida parlamentaria o electoral. Dicho de otra forma, debemos aguantar hasta el 2025 y luego al 2027. Estas son las reglas del juego. Como contraposición millones de jóvenes, mujeres, hombres y ancianos se encuentran sumidos en la desesperación.
Ante la ausencia de una alternativa de izquierda con autoridad de masas, forjada con un programa marxista, el peronismo busca acomodarse para canalizar el descontento hacia la camarilla de Milei, pero en un contexto de profunda desconfianza en amplios sectores de la clase trabajadora a los políticos y partidos que han venido comandando el ajuste en los últimos años.
La educación y la lucha de masas
La formidable manifestación de masas en todo el país en defensa de la educación pública, con más de un millón de personas en las calles, repudiando el veto presidencial y levantando la bandera del financiamiento universitario en el contexto de los aumentos mínimos en las partidas presupuestarias para la educación, así como oponiéndose a las políticas que la empujan hacia su destrucción, se enfrenta a una encerrona en el marco del debate parlamentario
Por su lado el gobierno, intenta “re perfilar” el debate de mayores partidas a la educación para el presupuesto 2025. Milei y sus acólitos pretenden introducir una serie de modificados en el capítulo de erogaciones para ganar a los dudosos del PRO y la UCR y de esta manera tener los votos suficientes para blindar el veto presidencial.
La reaparición en la marcha de Martín Lousteau, Sergio Massa, Facundo Manes, Mayra Mendoza, Moyano, Cristina Fernández y diputados de la Coalición Cívica muestra, no solo el oportunismo de quienes se suben al carro de la defensa de la educación, sino también una enorme preocupación de un posible desborde social. Los “opositores” vienen a jugar como un cordón sanitario blindando la gobernabilidad del sistema capitalista, y al régimen político que lo sostiene. Pero aún quedan muy lejos las legislativas y presidenciales.
Esta expresión de masas en defensa de la educación jugó como un canal de la bronca acumulada en estos casi diez meses de mileismo. La represión a los jubilados, el aumento de tarifas, desocupación, suba en el transporte público, eliminación de asistencia social, y un etc. muy largo pone al movimiento de masas en una sintonía diferente en estos meses de gobierno Milei. La pérdida de la paciencia por parte de un sector de la clase trabajadora y la pequeña burguesía empobrecida es el elemento distintivo en la situación política de los últimos meses. Los apagones masivos cada vez que Milei hace gala de su idiotez y dice sus payasadas en la TV, el raquítico acto en Parque Lezama, y el mal humor que se palpa en los lugares de trabajo, los barrios, y en el transporte público es elocuente, varias encuestas señalan distintos niveles de caída de imagen, pero siempre a la baja.
Planteamos que el movimiento de masas se enfrenta a una dificultad, en la medida que la enorme y maravillosa movilización apunta al Congreso para resolver el funcionamiento de la Universidad y de los problemas que padecen los y las trabajadoras del país, expresa el talón de Aquiles del movimiento.
Sabemos del papel pernicioso que juegan las direcciones políticas en el parlamento, como el de los gordos cegetistas en el movimiento sindical, sirviendo ambas, al blindaje que les dan al gobierno, y a la gobernabilidad, pone sobre el tapete los desafíos de la vanguardia. Las burocracias sindicales y los legisladores defienden intereses políticos y privilegios personales que los imposibilita de frenar el plan de guerra que los capitalistas impulsan contra toda la clase trabajadora. Debemos defender nuestras condiciones de vida con huelgas, marchas, cortes, tomas, clases públicas, asambleas, comités y coordinadoras. Debemos tener claro que solo podemos confiar en nuestras propias fuerzas y organización.
Para los comunistas revolucionarios se trata de forjar la independencia de nuestra clase, de los patrones, los partidos del régimen y el Estado, y ofrecer una alternativa concreta de poner en pie un Gobierno de Trabajadores.
¿La más amplia unidad para derrotar a Milei?
Venimos escuchando a un sector de izquierda que brega por la más amplia unidad para derrocar al gobierno de Milei, por supuesto adherimos a la derrota de este gobierno reaccionario, pero no podemos abonar un camino que debilite al movimiento de masas ante el desafío que tiene por delante.
La táctica del frente único, que establezca un diálogo con los sectores de la clase obrera y su vanguardia es necesaria, pero esto no implica abonar la colaboración política de una fracción de la burguesía contra otra como propone los dirigentes afines al peronismo, o una salida parlamentarista como plantean los dirigentes del FIT-U.
Consideramos la política “de la unidad” sin más, como un obstáculo para lograr la independencia de clases con relación a quienes abonan un camino parlamentario dentro de los marcos capitalistas. La unidad de la izquierda no puede plantearse como un abstracto, sino que sólo puede darse en torno a un programa político claro: Levantar el programa revolucionario que facilite una herramienta para los explotados en el camino de su emancipación es imprescindible y tarea urgente.
Vemos como Milei redobla su política no solo para blindar el veto, sino que levanta la apuesta y presenta un proyecto para arancelar la universidad a los extranjeros. Medida previa para avanzar en la privatización de las Universidades.
Debemos levantar bien altas las banderas de los trabajadores y la defensa de sus intereses. El Estado claramente es de una clase, la capitalista, como así su justicia.
No es posible modificar el Estado de la burguesía. Es necesario destruirlo para poner en pie un Estado Obrero gobernado por la clase trabajadora.
La pregunta es ¿qué otro capitalismo hay en el mundo? ¿Existe un capitalismo bueno, más racional?
A la Argentina, como a cualquier otro país, debemos verla dentro del mercado mundial y expuesta o sometida a las fuerzas centrífugas de los más fuertes. El imperialismo no es solo una fuerza militar, como vemos en la guerra entre Rusia y Ucrania o el genocidio que se perpetúa en el Cercano Oriente, sino fundamentalmente como una fuerza económica en la cual, y a través del mercado, expolia a los países más atrasados. Y sus clases dirigentes, la gran burguesía, sus partidos políticos se subordinan a los más fuertes. La famosa burguesía nacional FALLIDA, en boca de CFK fue la muestra más evidente de que no se puede modificar la conducta de la burguesía, nacional o extranjera, con voluntarismo político. Entonces, vemos que la cuestión vuelve a ser el Estado como instrumento de dominación.
Y para que las amplias masas satisfagan las necesidades más elementales de salud, educación, trabajo, sueldos que permitan vivir dignamente debemos derrotar, no solamente a Milei, sino a los capitalistas, sus partidos patronales y su Estado.
Somos los trabajadores y las trabajadoras quienes hacemos el mundo con nuestras músculos y cabezas. Por lo tanto, debemos tomar conciencia de esta fuerza maravillosa que tenemos en nuestras manos y organizarla.
Estamos ante un cambio en el humor de las masas y debemos darle una expresión política que conduzca a nuestro poder: el Poder Obrero.
¿Sos comunista? organízate con nosotros. Manos a la obra.
¡Plan de lucha, paro y movilización!
¡Fuera el FMI de Argentina! ¡No al pago de la deuda externa!
¡Abajo el Gobierno de Milei y los capitalistas!
¡Por un Gobierno de Trabajadores!
Leer también: La marcha universitaria del 2/10/2024: balance y perspectivas