Chabán, María Julia, Menem, Cavallo, genocidas y represores, …
Chabán, María Julia, Menem, Cavallo, genocidas y represores, …
"La Ley es como una tela de araña, los grandes la rompen fácilmente pero los chicos quedan atrapados en ella" (Solón de Grecia)
La liberación de Omar Chabán bajo fianza de $500.000, como la de la corrupta María Julia dos días antes, nos enseña para quién trabaja la Justicia en nuestro país. El hecho de que Chabán, este empresario sin escrúpulos, sea el responsable directo de la muerte de cerca de 200 pibes con la complicidad de funcionarios y policías corruptos, no fue suficiente para que permaneciera detenido esperando el juicio. Tampoco lo fue para María Julia, esa digna hija de la oligarquía, con 15 causas abiertas por enriquecimiento ilícito a costa del patrimonio público. Los jueces se mostraron muy comprensivos con estos delincuentes "porque no se van a escapar", pero le niegan esa misma comprensión a miles de detenidos pobres procedentes de los barrios más carenciados por delitos infinitamente más leves, o a los luchadores sociales que todavían permanecen presos esperando el juicio.
Y es que los jueces, en general, no son neutrales en todo esto. Esta casta de funcionarios privilegiados que ganan sueldos de miles de pesos no están sometidos a control alguno por parte de la población. Casi todos ellos proceden de familias de clase alta, y por lo tanto incorporan a su desempeño toda la psicología, los prejuicios y los intereses de su clase. Los trabajadores y las familias de pocos recursos no podemos esperar justicia "imparcial" de esta gente.
Ahora sabemos que el endurecimiento del Código Penal impuesto por Blumberg y los políticos patronales (PJ, UCR, Murphy, Macri, etc) no va a ser utilizado contra los Chabán, Menem, Cavallo, María Julia, policías y funcionarios corruptos, etc. sino contra quienes carecen de los vínculos personales, económicos, e incluso políticos, con estos jueces y no pueden pagarse abogados prestigiosos ni abonar fianzas de cientos de miles de pesos.
No puede haber verdadera justicia en una sociedad dominada por el interés privado de los grandes empresarios, banqueros y terratenientes y sus agentes a sueldo en la Justicia, la policía y el gobierno, como ocurre ahora. La lucha por la verdadera justicia está indisolublemente vinculada a la lucha por transformar la sociedad donde las palancas fundamentales de la economía y del Estado no estén en manos de un puñado de parásitos, sino bajo el control democrático de la población, donde las familias trabajadoras somos la inmensa mayoría.
Mientras tanto, como siempre sucedió, sólo la movilización masiva y la presión que podamos aglutinar en la calle, el miedo que podamos crearles gracias a nuestra organización y fuerza, es lo único que puede obligar a estos y otros jueces a meter presos a los asesinos, ladrones y corruptos. Por este camino debemos proseguir hasta alcanzar nuestros objetivos.