El fin de semana 9 y 10 de octubre, se celebró en Pittsburgh el congreso nacional más grande que ha tenido hasta la fecha la sección estadounidense de la Corriente Marxista Internacional. En él participaron 170 delegados y compañeros.
La energía de los participantes se hizo notar y no fue solo por el buen servicio de cafetería organizado por los compañeros. Desde el inicio de la pandemia, hace casi dos años, no se había podido organizar una reunión nacional presencial de la CMI, el ambiente era pues de júbilo.
Un período de rápido crecimiento
Desde principios de 2020, la organización ha duplicado su tamaño y se ha expandido a docenas de nuevas ciudades. Después de largos meses de reuniones virtuales, los camaradas estaban encantados de reunirse en persona y celebrar el inmenso progreso que se ha logrado desde el último congreso.
Asistieron compañeros de más de 50 ciudades y 29 estados, el congreso fue una representación del alcance verdaderamente nacional de la organización, que ha comenzado a arraigarse en todos los rincones del país. De especial relevancia fue la participación de varias delegaciones del Sur, que ha sido la región de más rápido crecimiento de la organización en el último período. Por primera vez, asistieron compañeros procedentes de Atlanta, Georgia; Raleigh, Durham, Greensboro y Asheville, en Carolina del Norte; Fort Mill, Carolina del Sur; Baltimore, Maryland; Washington DC y el área circundante de Virginia; Austin, Dallas y Houston, en Texas; y Tulsa, Oklahoma.
También hubo delegaciones nuevas y participantes de una docena de otras ciudades nuevas de costa a costa, literalmente desde Portland, en Oregón; hasta Portland, en Maine. Además de las muchas ciudades donde los compañeros han comenzado el trabajo de construir nuevas secciones, algunos de estos esfuerzos ya han tenido un éxito tan rápido que las secciones recién construidas fueron capaces de llevar delegados, como en el caso de Chicago, Seattle, Portland, Detroit, Ann Arbor, Flint, New Haven y Providence.
Dado el espectacular crecimiento de la CMI en el período reciente, más de la mitad de la población estadounidense vive ahora en un área metropolitana donde la organización tiene presencia. Esto representa un logro importante en la vasta extensión continental de EE.UU., y así lo apreciaron los participantes en el congreso, que pudieron relacionarse en los descansos entre sesiones con compañeros de todas las regiones de EE.UU.
Internacionalismo
La camarada Laura Brown fue la encargada de abrir las sesiones al congreso. A sus espaldas colgaba una pancarta que resumía el tema principal del congreso: «¡El marxismo en auge!»
Después de presentar a los delegados y resaltar el crecimiento de la organización desde el último congreso, Laura se tomó un momento para honrar el legado de esos compañeros que ya no están con nosotros pidiendo un minuto de silencio. La pandemia de COVID-19 y su mal manejo criminal por parte de los capitalistas y sus Estados se cobraron la vida de dos importantes camaradas de la Internacional: Hans-Gerd Öfinger, miembro fundador y líder de la sección alemana de la CMI, y Roque Ferreira, miembro destacado de la sección brasileña. El congreso también reconoció la pérdida del camarada Alfredo Peña, quien fue miembro fundador de la sección neoyorquina y combatiente de clase militante de toda la vida. Laura imaginó el orgullo que estos camaradas hubieran sentido de haber podido participar en este congreso, al ver el progreso que se ha logrado en las crecientes fuerzas del marxismo revolucionario en el vientre de la bestia del capitalismo mundial.
Tras la introducción, llegó el momento de los saludos internacionales. En otras circunstancias, algún compañero del Secretariado Internacional en Londres habría estado presente para iniciar la sesión de la mañana sobre Perspectivas Mundiales. Desafortunadamente, las restricciones para viajar hicieron imposible que compañeros de otros países se unieran a nosotros en persona este año. Sin embargo, se transmitieron cálidos saludos e intervenciones por video desde varias secciones de la CMI en todo el mundo, ¡un poderoso recordatorio de que somos una Internacional, no solo de nombre! Gracias al trabajo de los compañeros del equipo audiovisual, y provistos de proyector y sistema de sonido, fue casi como tener a los compañeros de la Internacional en la sala con nosotros.
El camarada Oleg Bulaev habló sobre la situación en Rusia, destacando la creciente popularidad del Partido Comunista al mismo tiempo que decrecen los índices de aprobación de Vladimir Putin. La marea cambiante de la lucha de clases abrirá muchas oportunidades para nuestros camaradas en la tierra de Lenin y Trotsky. La siguiente intervención fue para Adam Pal, quien presentó un informe detallado sobre la situación en Afganistán y la ignominiosa derrota del imperialismo estadounidense después de dos décadas de ocupación desastrosa y cientos de miles de vidas perdidas.
Un vistazo relámpago a la crisis capitalista global nos llevó más tarde a América Latina. Caio Dezorzi se dirigió al congreso desde São Paulo para hablarnos de los estragos causados por la pandemia y exacerbados por el gobierno de Bolsonaro. El eslogan “¡Fuera Bolsonaro!», lanzado inicialmente por nuestros compañeros brasileños de Esquerda Marxista, ¡ha ganado un amplio eco por una buena razón! A continuación, Jorge Martín habló sobre la situación crítica en Cuba y la necesidad de una lucha internacional para defender la revolución contra la amenaza mortal de la restauración capitalista.
La siguiente intervención fue la de Rob Sewell, quien informó sobre la guerra interna en el Partido Laborista británico, donde los camaradas de Socialist Appeal se han mantenido firmes y se están convirtiendo rápidamente en un punto de referencia para la juventud revolucionaria en Gran Bretaña.
Finalmente, Fred Weston pronunció un saludo en nombre del Secretariado Internacional en Londres y presentó una breve actualización sobre los muchos puntos calientes de la lucha de clases en todo el mundo. Se refirió a los acontecimientos recientes en Afganistán, Rusia, China y los cambios que se están desarrollando en la conciencia de la clase trabajadora en un país tras otro. El panorama general de la situación global es tan sombrío para la clase dominante como prometedor para los marxistas revolucionarios: ¡nunca ha habido un mejor momento para que nuestras ideas arraiguen en todo el mundo!
Perspectivas del socialismo revolucionario en EE.UU.
Después de concluir la sesión sobre Perspectivas Mundiales, John Peterson, editor de Socialist Revolution, subió al estrado para iniciar la discusión sobre Perspectivas para EE.UU. Al presentar un panorama general de los cambios que han remodelado el panorama político en las últimas décadas, John explicó las condiciones subyacentes que dieron lugar al trumpismo, por un lado, y a un movimiento socialista renacido, por el otro.
En última instancia, el estancamiento histórico del sistema capitalista, y del capitalismo estadounidense en particular, es la fuerza impulsora detrás del surgimiento de ideas revolucionarias entre la generación joven. Las crisis y contradicciones de nuestro tiempo se derivan del hecho de que este sistema debería haber sido derrocado hace más de un siglo. La producción con fines de lucro para el mercado y las limitaciones del Estado nacional han superado hace mucho tiempo su capacidad para hacer avanzar a la humanidad en su conjunto. Así lo demuestra claramente la catástrofe climática y la impotencia de la clase capitalista frente a las urgentes y dramáticas medidas que demanda la situación.
Mientras tanto, multimillonarios como Jeff Bezos han acumulado una riqueza tan obscena que están jugando con dejar atrás el mundo y sus problemas, embarcándose en viajes espaciales recreativos. Junto con esas alucinantes disparidades de riqueza, la disminución de los niveles de vida, la pandemia y los acontecimientos trascendentales del movimiento George Floyd, no es difícil ver por qué se está intensificando el proceso de lucha de clases. John habló sobre la creciente ola de huelgas en empresas como Kellogs, Nabisco y entre los trabajadores de la construcción en el noroeste del Pacífico. La combatividad de los trabajadores organizados en IATSE, cuyos 60.000 miembros autorizaron una huelga por voto prácticamente unánime, muestra que se está preparando el escenario para un aumento de la lucha de clases abierta a una escala sin precedentes.
El movimiento de masas del verano pasado contra el racismo sistémico y el terror policial fue el acontecimiento más trascendental de 2020 y marca un punto de inflexión en la historia de Estados Unidos. Fue una efusión de solidaridad inspiradora y sin precedentes, y una señal del tipo de luchas de masas que se avecinan en los años venideros. Como se indica en el documento de Perspectivas de EE. UU., la pieza central de las discusiones del primer día:
Los acontecimientos de los últimos años no dejan ninguna duda de que hemos entrado de lleno en la época de la revolución mundial. Con el movimiento George Floyd del verano pasado, los trabajadores estadounidenses han vislumbrado su potencial y futuro revolucionarios. De haber existido una organización marxista fuerte con raíces en las industrias clave y capas de la clase trabajadora en EE. UU. el verano pasado, 2020 podría haber marcado el comienzo del fin del capitalismo mundial.
A la introducción de John le siguieron las intervenciones de los delegados, todas las cuales agregaron diferentes aspectos a la discusión y se debatieron las enmiendas que las secciones habían presentado al borrador del documento. La sesión fue la culminación de un intercambio de ideas de meses dentro de la organización, con el objetivo de aportar la mayor calidad al documento de perspectivas. Tras la votación de las diversas enmiendas por parte de los delegados, se sometió a votación el borrador final y fue aprobado por unanimidad por el Congreso.
Recaudación de finanzas para el trabajo de la CMI
Después de la sesión de Perspectivas de EE.UU., se dio paso al informe exhaustivo sobre el trabajo de la CMI en todo el mundo, presentado una vez más por Fred Weston que seguía el congreso en línea. Los camaradas se sintieron inspirados al constatar el crecimiento de tantas secciones de la Internacional y los muchos nuevos puntos de apoyo que estamos estableciendo en un país tras otro.
El cierre del primer día del congreso se dedicó a las cuotas. El camarada Pete Walsh presentó la campaña que se ha propuesto nuestra organización para aumentar las cuotas. Pete explicó que gran parte de nuestro progreso reciente se debe a nuestra capacidad para aprovechar las oportunidades implícitas en la situación objetiva, y se necesitan recursos materiales para lograrlo. A la luz de las muchas pruebas que han enfrentado los revolucionarios a lo largo de la historia, la posibilidad de poder financiar colectivamente nuestras actividades nos presenta una carga más soportable, un sacrificio adicional que muchos compañeros estuvieron dispuestos a hacer.
Después de todo, los capitalistas nunca financiarán la fuerza que los derrocará, ¡y nuestra independencia financiera garantiza nuestra independencia política! ¡Estamos en deuda solo con nuestros camaradas, nuestro programa y las ideas del marxismo!
Después de un exitoso primer día lleno de mucha discusión, aprendizaje, debate y aplausos, llegó el momento de una noche de cena, camaradería y canto revolucionario.
Compañeros cantando «Solidarity Forever», «Bella Ciao», «Das Einheitsfrontlied» y muchas otras canciones que hicieron resonar al movimiento socialista mundial en la noche de Pittsburgh.
El bolchevismo estadounidense en la década de 2020: el camino hacia la revolución
El segundo día se dedicó al tema del bolchevismo y las tareas concretas a las que se enfrentan los marxistas en Estados Unidos en la coyuntura actual. Antonio Balmer inició la primera sesión con una descripción general del desarrollo de la CMI durante el último período y las perspectivas organizativas para la década que tenemos por delante.
La sección estadounidense de la CMI comenzó en 1998 con un solo cuadro que vivía en Fargo, Dakota del Norte, armado únicamente con las ideas y métodos de la Internacional, y con la confianza de que grandes acontecimientos históricos confirmarían nuestras perspectivas. Desde entonces, la CMI se ha ido extendiendo de costa a costa, sentando las bases para el tipo de organización que pueda reunir en torno a su estandarte a los componentes más serios de la juventud revolucionaria de izquierdas de esta generación.
Si bien las décadas anteriores presentaron grandes desafíos en la difusión de las ideas marxistas, hoy vemos que la marea ha cambiado de manera decisiva entre la capa de la clase trabajadora que ha crecido en la era posterior a 2008. La última década ha revelado una clara trayectoria hacia la izquierda: desde el vago contenido de clase del movimiento Occupy «Somos el 99%»; al surgimiento del reformismo liberal del “socialismo democrático” moderno; al creciente interés en ideas inequívocamente revolucionarias. Hoy en día, el marxismo es visto favorablemente por el 27% de los Millennials y el 30% de la Generación Z. ¡Traducidas a cifras concretas, estas estadísticas sugieren que unos 39 millones de jóvenes están abiertos a las ideas que defiende la CMI!
Sin embargo, estas decenas de millones de jóvenes siguen estando en gran parte aisladas y atomizadas. Nuestra tarea es transformar esta radicalización de una corriente subterránea amorfa en una fuerza política organizada y disciplinada que pueda desempeñar el papel de una enorme correa de transmisión para llevar ideas revolucionarias a las luchas de la clase trabajadora. La Resolución Organizativa de 2021, que también fue debatida y aprobada por unanimidad por los delegados, destacó el legado y la relevancia moderna del bolchevismo como un método para capacitar a los cuadros que actuarán como columna vertebral y marco esquelético para una organización mucho más grande en el futuro.
Las posteriores sesiones de la tarde profundizaron en las plataformas específicas de nuestro trabajo a nivel nacional, dando a los compañeros la oportunidad de escuchar informes de nuestras actividades en el movimiento sindical, en los piquetes, con otras organizaciones del movimiento y entre los jóvenes en los campus de todo el país. Las sesiones dieron una imagen general de una organización de cuadros activa y enérgica que está tomando fuerza y aprendiendo a echar raíces entre una capa más amplia de la clase trabajadora. A medida que nuestras secciones crecen y se desarrollan, se convierten en núcleos de formación cada vez más eficientes para la educación política de nuevos camaradas, quienes reciben una base en los fundamentos del marxismo y las habilidades y métodos básicos para construir las secciones.
John Peterson pronunció los comentarios finales para conducir al Congreso a un final conmovedor. A partir de la cita de Hegel que abre nuestro documento de Perspectivas de EE. UU., John destacó la idea de que «nuestra época es una época de nacimiento y un período de transición». Estamos en el umbral de un nuevo amanecer «que, en un relámpago y de un solo golpe, muestra la forma y estructura del nuevo mundo», el amanecer del socialismo mundial.
Es nuestra gran fortuna luchar por la revolución socialista en un momento en que la historia está preparando una audiencia masiva para las ideas marxistas. John recordó las palabras del poeta William Wordsworth, quien se inspiró en la experiencia de la Gran Revolución Francesa: “Fue una dicha en ese amanecer estar vivo. ¡Pero ser joven era el paraíso!». Estas palabras capturan el sentido de optimismo revolucionario que impulsa nuestra lucha por el socialismo en nuestra vida.
La intervención final del compañero John hizo levantar a los asistentes con una ovación y una sentida irrupción de la Internacional, el himno de la clase trabajadora mundial. Después de una experiencia tan inspiradora y energizante, fue difícil para muchos despedirse y separarse. Pero los camaradas viajaron de regreso a sus ciudades con un compromiso redoblado y un sentido de urgencia por las tareas políticas que tenemos ante nosotros, así como una gran emoción por ver hasta dónde puede llegar nuestra próxima reunión nacional.
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