Colombia: La nueva etapa de la lucha de clases y las perspectivas para una dirección revolucionaria

0
153

Si bien es cierto que el gobierno de ultra-derecha ha significado una derrota para el pueblo colombiano, durante estos años Uribe ha logrado agravar las contradicciones existentes en el sistema, que junto con un ambiente hostil para la burguesía en el resto del continente, dan certeza de una explosión social a mediano plazo, especialmente si en 2010 es reelegido nuevamente el actual presidente, o alguno de sus esbirros más cercanos.

Si comparamos el nivel de organización y la capacidad de movilización de la clase obrera, por ejemplo, en Medellín y en Bogotá, vemos que ésta última es mayor en ambas dimensiones, esto no es algo extraño: así como el desarrollo de la lucha de clases no es igual en los diferentes países, tampoco lo es entre las diferentes ciudades, en la capital suelen siempre hacerse más evidentes las contradicciones sociales existentes, los obreros están expuestos a presiones mayores, sacan más rápido sus conclusiones y llegan a la movilización relativamente fácil. 

La burguesía colombiana se ha jactado siempre de su "larga tradición democrática", esto en sus palabras quiere decir simplemente que no se han tenido que valer de regímenes militares o dictatoriales en un sentido estricto del término para poder hacer su guerra contra el pueblo en general, esto no significa que la clase obrera colombiana haya sido impasible a los cambios sociales y no sea consciente de su propia explotación, sino que los métodos del capital son tanto más brutales porque sofocan las luchas sociales antes incluso que éstas se conviertan en un "problema".

La clase obrera colombiana ha visto por esto un proceso de reflujo y atomización en su capacidad de coordinación general, luego de tener un partido amplio y con una base extensa en el campo y la ciudad como fue la Unión Patriótica, su posterior genocidio terminó con una pérdida de ánimos bastante comprensible y la llegada al poder de Álvaro Uribe, apoyado en la inacción de los trabajadores, en el miedo que tenían las clases medias a la insurgencia y en el poder paramilitar de los empresarios y terratenientes. Como decía León Trotski sobre el proletariado francés: "es como una lava revolucionaria. Pero por ahora está recubierta con las cenizas del escepticismo, resultado de muchos engaños y desencantos."

Si bien es cierto que el gobierno de ultra-derecha ha significado una derrota para el pueblo colombiano, durante estos años Uribe ha logrado agravar las contradicciones existentes en el sistema, que junto con un ambiente hostil para la burguesía en el resto del continente, dan certeza de una explosión social a mediano plazo, especialmente si en 2010 es reelegido nuevamente el actual presidente, o alguno de sus esbirros más cercanos, como Juan Manuel Santos o Andrés Felipe Arias. La otra opción -que gane el Polo Democrático-  tendría un resultado más positivo, menos traumático y con menos posibilidades de que las oligarquías liberales o de centro tomen alguna iniciativa. Por esto son inaceptables las propuestas de una coalición de "integración" o "convergencia" nacional que abanderan la derecha del PDA, de las que solo puede producirse una mayor desmotivación de los sectores excluidos. La consigna no debe ser reducir la lucha de masas en las calles a la acción parlamentaria, ha sido tradicional en los últimos años el dejar la política a los congresistas, al presidente, los representantes, etc. El parlamento, cuando se persiguen no meras reivindicaciones democráticas sino una revolución socialista no sirve sino como medio auxiliar, para ganar en algunas cuestiones mas o menos importantes y atraer más elementos de la población

También hay otra cara de la situación: el total escepticismo hacía la política actual y el llamado que hace, por ejemplo, el Partido Socialista de los Trabajadores: "hoy el balance para muchos es que el II congreso del Polo fue una nueva frustración y que para adelantar una lucha consecuente es necesaria otra herramienta política." (El Socialista, número 638, abril de 2009) Esto no pasa de ser un gravísimo error de método: los cuadros más combativos de la base llegan siempre a organizaciones que les son familiares, y es allí donde los revolucionarios con programas teóricos más avanzados deben actuar, seguir la línea del PST solo perpetuaría su actual ostracismo político, en lugar de su posicionamiento como partido revolucionario de masas. Ted Grant y Alan Woods hacen notar que la conciencia de los seres humanos está siempre por detrás del desarrollo material, no se arriesga fácilmente a recorrer nuevos caminos ni ha poner en práctica nuevas ideas; mas aún, en el capitalismo donde la participación política legal es severamente limitada por el tiempo y por las alternativas, por tanto, no es lógico pensar que de una relativa inactividad los trabajadores pasarían directamente a un partido revolucionario con la propuesta de cambiar totalmente la sociedad. A falta de éste partido, para algunos la respuesta es simplemente "crear uno nuevo", esto ha llevado a que actualmente existan multitud de movimientos políticos pequeños, en ocasiones sumamente sectarios y sin una capacidad real de acción, que los deja tan solo como meros espectadores del proceso social.

Los TLC y la gran ofensiva privatizadora

En general, en nuestros días, el sistema protector es conservador, mientras que el sistema del librecambio es destrucor. Disuelve las antiguas nacionalidades y empuja hasta el extremo el antagonismo entre la burguesía y el proletariado. En una palabra, el sistema de la libertad comercial apura la revolución social. Sólo en este sentido revolucionario, señores, yo voto a favor del librecambio". (Karl Marx)

No contenta con la entrega en la práctica del país a las multinacionales estadounidenses, la oligarquía colombiana se apresura a firmar mas tratados de libre comercio, esta vez con Canadá y la UE. Nada hay por ganar con esto, la experiencia en México ha demostrado que el "libre mercado" y la "competitividad" de la que se llenan la boca ministros y empresarios burgueses no son mas que una palabrería para convertir en mercancía hasta las condiciones más básicas para la vida.  En el caso de la Unión Europea, la organización Red Colombiana de Acción frente al Libre Comercio RECALCA, dice:  

 "La inserción de Colombia en el mercado internacional depende de muchos factores diferentes a la suscripción de tratados de libre comercio. Colombia tiene una escasa oferta exportable, representada esencialmente en recursos naturales y productos agropecuarios. A pesar de que bajo el Sistema General de Preferencias que otorga la UE (el equivalente al Atpdea de EE.UU.), Colombia podría exportar un amplio universo de productos sin pagar aranceles, no lo hace porque no los produce. Nuestro país exporta 4.382 millones de dólares a la UE. El 85% de ese comercio son productos primarios, así: el 34% de las exportaciones totales en carbón, el 16% en café, la misma cifra en ferroníquel, el 9% en banano y el 5% en petróleo.

El 7% de lo que le vendemos a la UE son productos agroindustriales, casi exclusivamente aceite de palma, azúcar, productos del café, flores y un poco de legumbres y confitería. Por su lado, el 60,3% de lo que compró la UE provino de sólo ocho países: EE.UU., AELC (Islandia, Noruega, Suiza y Liechtenstein), Rusia, Japón, China, Corea del Sur, Canadá y Australia. El resto de sus importaciones proviene de 42 países más, de los cuales Colombia es uno de los cinco países a los que menos le compra. Tan sólo el 0,32% de las compras totales de la UE provienen de Colombia.

El gobierno le miente al país al afirmar que las exportaciones hacia la UE van a aumentar. La UE compra fundamentalmente maquinaria y equipos eléctricos, vehículos, aeronaves, textiles, instrumentos médicos, musicales y ópticos y productos químicos. O se los ofrecen 49 países distintos a mejores precios, o sencillamente Colombia no los produce, porque hace años los gobiernos colombianos han renunciado a realizar cualquier esfuerzo industrializador. Minerales, lo otro que más compra la UE, ya se los vendemos. Así, las "cuentas alegres" del aumento de las exportaciones consisten en seguir vendiendo carbón, níquel, petróleo y aceite de palma, explotando más nuestros recursos naturales y profundizando un modelo agroexportador en el campo, en el que el propósito es insertarse a la "globalización" vendiendo materias primas y comprando bienes con alto contenido tecnológico.

Para completar el panorama, quienes más se favorecen con las ventas colombianas hacia la UE son sus propias trasnacionales. El 100% de las exportaciones de ferroníquel es realizado por la inglesa BHP Billiton. Algunos cálculos permiten mostrar que las ventas de nuestro níquel le representaron a esta trasnacional ingresos por 2.5 billones de pesos, de los cuales el país solo recibió aproximadamente 250.000 millones de pesos por regalías. Así mismo, 60 millones de barriles de petróleo, de los 193 que produce Colombia, es decir, el 31% del total, son producidos por las europeas BP Exploration, Perenco, Cepsa, Hocol y Emerald Energy." (RECALCA, Vuelven las Carabelas, enero de 2008)

¿De que manera sería comprensible  éste acuerdo?, La burguesía colombiana ha llegado incluso ha desdibujarse como una clase nacional, para pasar a ser un mero testaferro entre la explotación internacional global y el proletariado colombiano, no es decir que debamos "defender" al empresariado nacional por ser "nuestro" o algo parecido, sino que la lucha debe adquirir otros matices y el proletariado se debe hacer plenamente consciente del problema precisamente para no ser engañado: no alzar las banderas de los pequeños y medianos propietarios en el momento en que las condiciones se agudicen por culpa de  sus mismas acciones en una especie de "Frente Popular" para luchar con la burguesía extranjera y todo a cambio de algunas reivindicaciones democráticas, la razón de ser de la clase dominante no se resuelve por pertenecer a éste o aquel país, el proletariado persigue fines mucho más profundos a los de un simple anti-imperialismo, aunque éste sea también uno de los objetivos: dejarse engañar por esto es perder una de las oportunidades más importantes, la historia nos ha lo ha mostrado en numerosas ocasiones: En españa, bajo el "antifascismo" se dejó de ganar el poder; en Argentina, con Perón; en Egipto, con Nasser, etc. Incluso, si las condiciones se hallan sumamente malas como para no ser posible construir el socialismo, el proletariado en Rusia nos enseñó que tampoco se debe renunciar a la toma del poder, aunque se necesite en algunas ocasiones servirse de algunos empresarios.

Tras todo esto, deber ponerse en claro que los tratados de libre comercio no son algo nuevo: hace más de 150 años los "gólgotas" liberales destruyeron la manufactura y la industria marítima en el tratado Mallarino-Bidlack con los Estados Unidos, aun cuando para la época el capitalismo en Colombia estaba poco desarrollado y el proletariado no existía como tal, sino en forma de artesanos, que aun así le hicieron frente a las pretensiones de un librecambio por demás bastante desigual.

Las CTA

El gobierno Uribe ha promovido desde 2002 la expansión de las Cooperativas De Trabajo Asociado, esto en la práctica no es más que el principio de la "flexibilización laboral" según la cual los trabajadores no tienen prestaciones para asegurar una vida mas o menos digna, sino PRIVILEGIOS, que tienen con las manos atadas a los capitalistas para que no se creen mas empleos y más desarrollo, y además, ¡los horarios fijos les impide a los mismos empleados disfrutar de mas tiempo libre!, cabrían muchas otras consideraciones acerca del tema, pero para explicar el fenómeno de las CTA en Colombia quedémonos con los apuntes de Eduardo Benavides Legarda:

En las CTA el trabajador nunca tiene algo seguro. De acuerdo a sus propios estatutos cooperativos, pueden desafiliar a una persona en cualquier momento y el trabajador o empleado perder su empleo sin derecho a realizar ningún reclamo. Amén que el trabajador no se puede sindicalizar en defensa de sus intereses.

La asociación de los trabajadores a las CTA no es libre ni voluntaria. Tampoco su retiro, tal y como lo establece el principio. Los trabajadores y empleados se ven forzados a integrarse a una de estas instituciones, so pena de no ser ocupados y por ende de no mantener a sus familias. De la libertad de asociación deviene la libertad sindical. Por este derecho se entiende la garantía que tienen los trabajadores y también los empleadores de organizarse sin la intervención del Estado en defensa de sus intereses. Es un derecho fundamental consagrado en el artículo 39 de nuestro Estatuto Superior. De este derecho se deriva el derecho a la huelga. La violación del principio por parte de las CTA consiste en que como supuestamente no existe una relación laboral entre los asociados y la cooperativa, estos no pueden constituir ni integrar un sindicato pues este derecho se predica de quienes tienen un vínculo laboral con un empleador determinado. Igualmente, como los cooperados no son trabajadores de su cooperativa, sino supuestamente sus dueños, no podrían hacerse una huelga a sí mismos. Por otro lado, como tampoco tienen ningún vínculo con el tercero beneficiario de su trabajo, tampoco pueden integrar su sindicato, ni participar de una huelga que convocasen los trabajadores de la empresa. El derecho queda desconocido por completo. El derecho a la asociación, libertad sindical y huelga, se torna inocuo ante las prácticas laborales de las CTA. La intermediación en el mercado de trabajo o ‘tercerización’ que adelantan las CTA trae gravísimas consecuencias sociales y laborales para los trabajadores: No existe relación laboral ni contrato de trabajo, por ende no opera el Código Laboral y en consecuencia tampoco hay estabilidad laboral ni indemnización por despidos; no existe obligación de pagar el salario mínimo y mucho menos el mínimo vital; no puede haber sindicalización, negociación colectiva, ni huelga; no se pagan prestaciones legales ni extralegales; se evade la seguridad social y los pagos de aportes parafiscales; se establece un férreo control laboral, social y político, y se entroniza el clientelismo. (Eduardo Benavides Legarda: Las Cooperativas de Trabajo Asociado en Colombia; Revista DESLINDE, No. 44, abril-junio de 2009)

Los trabajadores en Colombia han mostrado su total rechazo a la practica de las CTA, de hecho, la larga huelga de los corteros de caña se debió principalmente a la precarización provocada por esto. Es entonces cuando los revolucionarios deben actuar conjuntamente con los trabajadores menos conscientes y enseñarles que no se deben estancar solo en reivindicaciones económicas, sino en la abolición total del capitalismo. La "flexibilización laboral" nace de las mismas necesidades materiales del sistema, que cada vez genera menos riqueza por si mismo (esto se evidencia, por ejemplo, en el hecho que los países mas desarrollados las multinacionales tienen un margen de utilidades mucho menores que en el tercer mundo y por esto tienden a filtrarse allí) sin embargo, el planeta tiene una extensión limitada y en la actualidad el capital no tiene muchas posibilidades de expansión geográfica, por lo que su salida más lógica es aumentar el nivel de explotación de la clase obrera a escala mundial con todos sus métodos ya conocidos de hacer que el trabajador produzca más por el mismo o incluso menos dinero, y en general lo que F. W. Taylor bautizó como "Organización científica del trabajo", luego aplicada por Henry Ford, que luego evolucionó en "toyotismo".

Huelgas y movilizaciones

El 8 de mayo, los trabajadores del banano en el Urabá declararon la huelga: las bajas condiciones laborales, el hostigamiento, y los privilegios que tienen los empresarios de la zona, que en ningún momento se traducen en beneficios laborales.

Es una nueva muestra de que los ánimos de la clase obrera suben cada día más, incluso en el proletariado rural, que ha demostrado ser un sector combativo por ser uno de los mas afectados por las políticas del gobierno.

Luego de las grandes movilizaciones del año pasado, el actual primero de mayo, junto con el paro de los camioneros, entre otras, se avecina también un nuevo reto: la privatización de los servicios públicos (bajo la figura de socio estratégico principalmente) Éste es un tema particularmente sensible ya que afecta a todos los ciudadanos de alguna manera. Por ahora, los empleados de estas empresas preparan la lucha ante el peligro inminente, he aquí entonces una nueva oportunidad de unir al proletariado, incluso a algunos sectores de la pequeña burguesía que pueden verse cercanos a estos intereses.

La burguesía en general ha intentado pretender que las movilizaciones tienen poca importancia, que son injustificadas e incluso se ha sugerido son producto del egoísmo de los trabajadores. Sin embargo, como dice una canción italiana, "los jerarcas se hacen los impávidos, pero comienzan a tener miedo", también ellos se preparan para hacer frente al proletariado: campañas mediáticas, panfletos amenazantes en las ciudades, asesinatos selectivos, el reavivamiento con toda su fuerza del paramilitarismo del que se decía que ya no existía y el aumento de la represión policial. Los obreros no se deben espantar por estos caminos ya recorridos, pero tampoco desesperarse y caer en tácticas ultraizquierdistas de lucha armada, que terminarían por legitimar la acción del gobierno y desarticular el movimiento, como en varias ocasiones.

Los Estudiantes

Desde la década de 1910 se ha intentado criminalizar a los jóvenes que abogan por cambios en la sociedad. Tras la protesta del primero de mayo, los medios de comunicación la mostraron como una orgía de vandalismo y "terrorismo" provocada por las FARC, como "chavismo" (que en su lenguaje es un término tabú para significar todo lo malo) En Medellín, incluso algunos sectores, minoritarios por fortuna, de la CUT estaban en contra de marchar junto a los estudiantes por esta razón, y es aquí donde el gobierno cumple su objetivo: Separar a los estudiantes de los trabajadores. Sus razones son obvias, como el movimiento obrero no es precisamente fuerte, poder manipularlo es mucho más sencillo (como ocurre con algunos sindicatos que son de corte uribista), no siendo así con los estudiantes: Sus ideas en general tienen bases ideológicas algo mas firmes debido a la formación académica, y ya que no dependen de un empleo (esto no en el sentido de no necesitar trabajar como sustento económico, sino que en el ámbito estudiantil no están sujetos a una relación con un capitalista que pueda disponer de ellos a su antojo) que los ate para dar campo al debate les permite tomar posiciones mas avanzadas.

Conclusión

La lucha de clases en Colombia avanza rápidamente, pero adolece de una grave falta de dirección, en su lugar, y aunque en el PDA la derecha sea minoritaria, se sigue respondiendo a programas de democracia burguesa. Las tareas del proletariado consciente son entonces: La construcción de un programa socialista y revolucionario al interior del partido y la unión de los obreros con los demás sectores afines a sus intereses (estudiantes, indígenas y campesinos) para convertirse en organización de masas.

Para leer más artículos sobre Colombia puedes visitar la web que recientemente han creado los camaradas del grupo colombiano de la Corriente Marxista Internacional: http://colombia.elmilitante.org