Balance del III Encuentro nacional por la reducción de la jornada laboral a 6hs. y aumento de salarios.

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El III Encuentro nacional por la reducción de la jornada laboral a 6hs. y aumento de salarios, se realizó el pasado sábado en la fabrica ex-Conforti, recuperada por los trabajadores. Con una nutrida concurrencia de activistas sindicales combativos ymilitantes de izquierda, y en saludable clima de democracia obrera, se intercambiaron opiniones e ideas de cómo desarrollar masivamente la campaña por las 6hs, entablándose la posibilidad de un gran acto obrero y popular para fines de septiembre o comienzmienzos de octubre, que sirva para impulsar y consolidar públicamente la campaña, de cara a diversos sectores de la sociedad.

Es necesario organizar una corriente sindical de oposición dentro de la CGT y la CTA

El III Encuentro nacional por la reducción de la jornada laboral a 6hs. y aumento de salarios, se realizó el pasado sábado en la fabrica ex-Conforti, recuperada por los trabajadores. Con una nutrida concurrencia de activistas sindicales combativos y militantes de izquierda, y en saludable clima de democracia obrera, se intercambiaron opiniones e ideas de cómo desarrollar masivamente la campaña por las 6hs, entablándose la posibilidad de un gran acto obrero y popular para fines de septiembre o comienzos de octubre, que sirva para impulsar y consolidar públicamente la campaña, de cara a diversos sectores de la sociedad.

Como sucedió anteriormente, el encuentro mantiene una ligazón directa con el desarrollo de la lucha de clases a lo largo y ancho del país, y sobresale de los marcos de una campaña por la reducción de la jornada laboral. Esto se ve reflejado no sólo en la asistencia física de compañeros que protagonizaron las luchas más avanzadas, como los obreros de Zanon, los mineros de Río Turbio y de aceros Zapla, sino en la acumulación de experiencias de las ultimas luchas obreras y las primeras conclusiones que se van sacando y generalizando en la parte más combativa del movimiento obrero.

Estas experiencias se enlazan con las luchas de los desocupados de Caleta Oliva, en el Cordón Industrial de Rosario, Astillero Río Santiago, la lista clasista y anti-burocrática Celeste y blanca en Alimentación, la lucha Suteba, docentes y no docentes, en fin, todas de esas luchas que aun dispersas y asiladas unas de otras, vienen señalando una recomposición en la lucha y conciencia de la clase obrera. Este III Encuentro se encuadra dentro de la lucha de clases que esta recorriendo al país y que son un anuncio de futuras luchas de importantes sectores de trabajadores.

Un balance de la discusión.

Haciendo síntesis, los ejes en que giro el debate fueron: Como llevar la campaña por las 6hs, principalmente a los sectores que pueden reclamar insalubridad y la dificultad de llevarla al grueso de la clase trabajadora; la necesidad de la unidad de los sectores en lucha, de coordinar e unificar a las fuerzas dispersas que hoy día están luchando por salarios y mejores condiciones laborales, y recalcar que la lucha por la reducción de la jornada laboral, no es una lucha ascética y por encima de la sociedad, sino una lucha política que tienen que entablar los trabajadores contra la patronal y la burocracia.

Es vital sacar algunas conclusiones tanto de las intervenciones que sucedieron a lo largo del encuentro como ante los desafíos que nos presenta el movimiento obrero.

La reducción de la jornada laboral a 6hs y aumento general de salarios, es un paso obligatorio para empezar a paliar la desocupación y miseria a lo que nos somete el sistema capitalista. Los trabajadores y nuestras familias no podemos seguir ajustándonos ni resignándonos a las privaciones, mientras un minúsculo grupo de la sociedad se enriquece con nuestra explotación.

Para ser claros, debemos decir que en esencia, la reducción de la jornada laboral en la coyuntura económica y política del país, choca directamente contra el interés de clase de los capitalistas, la necesidad de apropiarse el mayor volumen posible de plusvalía, con salarios miserables, empleos precarios y flexibilización laboral etc. Pero también va contra la burocracia sindical que defiende los intereses patronales en el movimiento obrero y no quiere ningún movimiento que a largo plazo tienda a cuestionar su entronización y “legalidad” en las organizaciones obreras. Junto a esta oposición que inevitablemente suscita la reducción de la jornada, debemos tener en cuenta que si tomamos en conjunto a la clase trabajadora, la realidad en cuanto a condiciones laborales y saláriales varían de un sector a otro de la economía y configuran las reivindicaciones y reclamos por los que los trabajadores entran en la lucha. A esto se le suma el “trabajo en negro”, ya que los empleos del “veranito” de la economía es un crudo invierno para muchísimos trabajadores: dos de cada tres empleos son en negro, con salarios mínimos que oscilan entre los 288 y 346 pesos. No debemos perder de vista que en la actualidad casi el 67% de la fuerza de trabajo del país se encuentra desocupada, en “negro” o en actividades “informales”. En un sector clave como la Construcción, la burguesía se nutre de la precariedad laboral y los bajos salarios a costa del Estado burgués, y reduce sus inversiones en más de tres millones de pesos.

A pesar de esta situación, es importante reseñar que importantes sectores de la clase están haciendo una experiencia de lucha invalorable. Los trabajadores ocupados y desocupados, tenemos intereses comunes que nos unen por encima de todas las barreras y diferencias sectoriales. Representamos la única fuerza social capaz de poner en jaque al sistema.

Partiendo de la realidad particular de algunos sectores de trabajadores, la campaña por la reducción debe tener la flexibilidad necesaria para conjugarse con los diversos reclamos que surjan de las luchas, ya sean aumentos salariales, efectivización de los contratados, mejores condiciones laborales, insalubridad. Esto es lo que decían algunos compañeros cuando contaban la dificultad de llevar las 6hs a compañeros que tienen la necesidad de hacer horas extras para poder paliar su situación. Y a partir de esta realidad tenemos que ser hábiles en nuestras tácticas para tratar de llegar a la mayor cantidad de trabajadores. Amalgamando y conectando con las reinvindicaciones que se den los trabajadores, la campaña por la reducción de la jornada laboral y aumento de salarios puede ser la bandera general que agrupe a lo más combativo y avanzado del movimiento obrero. Se convertiría en un polo de atracción irresistible para los explotados, para muchísimos activistas sindicales y trabajadores “de a pie” como dijo un compañero en su intervención, potenciando cada lucha y demostrando que la unidad de los trabajadores se forja en la lucha y por la lucha.

Las sucesivas intervenciones a favor de la “unidad” no son un capricho de activistas sindicales y militantes de izquierda, sino una necesidad objetiva de la actual situación del movimiento obrero. No es una unidad artificial contra la unidad de los “gordos”, que como dijo un compañero de Zanón “mientras nosotros nos sacamos los ojos por ver quien habla primero y quien segundo, ellos se unen para cagarnos”. Cuando los compañeros intervenían a favor de la unidad y la necesidad de agruparnos, de coordinar nuestras luchas y la campaña por las 6hs, de crear una herramienta o una mesa de coordinación necesaria para los trabajadores, estaban señalando el fondo de la cuestión: no podemos seguir peleando a la burocracia y a la patronal separados, aislados. Es necesario agruparnos fraternalmente, discutir, diagramar mediante el debate un plan de acción y lucha. Se habló de unidad por abajo y para los de abajo, unidad clasista y combativa que nos agrupe y potencie nuestras luchas cotidianas, que apoye desde adentro y afuera las lista anti-burocráticas, que defienda las experiencias de gestión obrera, que nos sirva para avanzar en organización y conciencia. Ahora hay que clarificar el debate y llevarlo a la practica.

Perspectivas.

Es por esto compañeros, que desde EL MILITANTE creemos que urge empezar a poner en pie una corriente sindical de oposición dentro de la CGT y la CTA, cualquiera fuese su nombre o denominación. Es la propia dinámica de la lucha la que pone sobre el tapete esta necesidad. Que reúna en su seno a todas las tendencias y activistas sindicales, con la democracia obrera que caracteriza los encuentros y el saludable intercambio de experiencias y opiniones entre compañeros de una misma clase.

Hacer volantes, propaganda y un gran acto obrero y popular son uno de los pasos que requiere este movimiento, fortalecerá y aumentará la posibilidad de influir sobre los sectores empobrecidos y oprimidos de la sociedad. Elaborar petitorios, proyectos de ley y argumentos legales, todo esto es valido si se combina con la movilización en la calle y si somos conscientes de que las conquistas que podemos arrancarle a la burguesía en un momento determinado, ella intentará una y otra vez arrebatárnoslas si bajamos la guardia y no avanzamos en la comprensión de nuestros objetivos como trabajadores bajo el capitalismo. Dando a conocer públicamente el objetivo de esta lucha, debemos unirnos principalmente a los trabajadores desocupados en lucha, porque ambos representamos el futuro del país. El acercamiento entre la ANT y el movimiento por las 6hs, es un paso adelante hacia la unión entre ocupados y desocupados.

Pero esta manifestación hacia el exterior, no puede oscurecer que la verdadera base de acción de la campaña está en la clase obrera organizada, en la base de los sindicatos.

En las últimas semanas y meses tomaron relevancia nacional conflictos y luchas que fueron dirigidas o tomaron parte muy activa gremialistas combativos y militantes de izquierda como en el Subte, Río Turbio, Astilleros Río Santiago, Zanón, SUTEBA"s, Aceros Zapla, Termap, etc. Si todas estas acciones se llevaran a cabo públicamente bajo la bandera de una corriente sindical opositora qué duda cabe que la popularidad y la autoridad de esta corriente sindical y de la izquierda que la inspirara, dado el descrédito de la burocracia sindical, ganaría una autoridad enorme dentro del movimiento obrero. Animaría y estimularía a los trabajadores vacilantes y a la nueva camada de jóvenes obreros que no experimentaron las derrotas del pasado y para los que la burocracia sindical no ejerce autoridad alguna. Y lo más importante, sería un referente organizativo, dentro de los sindicatos, en los que podrían militar individual o colectivamente los trabajadores en cada empresa o sector. Por supuesto, una mesa coordinadora nacional es un paso adelante, pero no dejaría de ser visto por los trabajadores como algo por "afuera" de las organizaciones sindicales y de sus empresas, atrayendo fundamentalmente a los activistas muy de vanguardia o militantes de partidos.

El nacimiento del movimiento por las 6hs esta marcado a fuego por la ya histórica huelga del subte, que doblegó los brazos de la patronal y la burocracia. Como dijo el compañero Pianelli, tanto el cuerpo de delegados como la conquista de las 6hs fue producto de una “explicación paciente” hacia los trabajadores.

Ese es el camino y por él debemos transitar: creemos que hay que llevar decididamente la campaña a la base de los sindicatos, poniendo el movimiento por las 6hs como una bandera común, combinándola con el reclamo de mejoras saláriales y diversas reivindicaciones obreras, que nos permita adquirir una verdadera influencia en la clase trabajadora. Si reconocemos, como dijo un compañero, que hoy estamos lejos de tener la fuerza suficiente para acorralar a la burocracia, de hacer un llamado a la huelga general que no caiga en saco roto y nos aleje de las masas, si estamos reconociendo la debilidad de nuestras fuerzas e influencia, debemos abocarnos a transformar esa situación al calor de la lucha de clases, poniendo en pie un corriente de oposición hacia las bases obreras de los sindicatos que nos permitan aumentar nuestras fuerzas y ante el desprestigio de la burocracia, ganaríamos mucho más que si lo que podemos conseguir luchando aisladamente, porque una Corriente sindical clasista y combativa se convertiría en un referente de la clase obrera en lucha.

Porque esta campaña será realidad cuando los trabajadores más combativos, unificados en una corriente sindical, podamos ayudar e impulsar las luchas obreras que recorren el país hacia la recuperación de nuestras organizaciones sindicales. Porque en estos encuentros y en las perspectivas que nos demos, podemos empezar a forjar las nuevas direcciones combativas y clasistas que requiere el movimiento obrero para avanzar y profundizar en nuestras conquistas. Porque en esta coyuntura la CGT unificada revela la debilidad de la burocracia ante las luchas acaecidas y su temor ante las que vendrán, una dirección burocrática que intenta “regenerarse” para no perder sus asientos, y ante la cual nosotros tenemos que aprovechar sus contradicciones y fisuras. Porque el gobierno K necesita de la burocracia para frenar las luchas obreras, tirando las migajas de un aumento salarial. Porque no nos van a cerrar la boca con cincuenta pesos miserables, mientras los capitalistas se llenan los bolsillos y nuestros hijos pasan hambre.

Sencillamente, desde EL MILITANTE, vemos necesario que se empiece a discutir y a poner en practica una corriente sindical de oposición en la CGT y CTA, que reúna a los trabajadores más luchadores y conscientes del movimiento obrero, Comisiones Internas, Cuerpo de Delegados, donde tengan lugar las diversas tendencias políticas de los trabajadores y luchadores populares en el clima de democracia obrera y fraternidad que viene caracterizando a los encuentros.

Así, la posibilidad de influenciar y llevar está lucha al grueso de la clase obrera seria inmensa, al mismo tiempo que luchamos por forjar una dirección combativa y clasista para arrebatarle el control a la burocracia y a la patronal de nuestras organizaciones de clase.