Los días 23, 24 y 25 de Noviembre en la ciudad de San Juan miles de mujeres del país nos congregamos para realizar el XXVIII Encuentro, el cual desde hace años con particularidades especiales reúne a la diversidad de mujeres trabajadoras de los distintos colectivos y agrupaciones sociales, sindicales, comisiones vecinales, pueblos originarios, derechos humanos, partidos políticos o individualmente para discutir sobre las problemáticas que nos afectan desde nuestra condición de clase y de género.
Las características distintivas de este encuentro es la consideración de ser soberano, democrático, pluralista y horizontal. En cuanto a su peculiaridad desde sus principios fundacionales en la discusión de los talleres, defienden la toma de decisiones desde el consenso y la no votación. Si bien esta modalidad es discutible sobre todo desde los partidos políticos es la manera que siguen defendiendo la gran mayoría de las mujeres que participan desde hace años en los pre-encuentros regionales y encuentros nacionales. Cada año las mujeres que participa eligen una ciudad diferente de acuerdo a las problemáticas existentes y se la toma como caso testigo. En esta oportunidad se optó por San Juan, como lugar afectado por la Megamineria y fue en ese sentido que se marchó por la ciudad escrachando a las empresas extractivistas como la Barrick Gold, Chevron o Monsanto, que explotan nuestros suelos, extraen bienes comunes como el petróleo o los minerales a gran escala, contaminan con cianuro tierras y aguas, destruyen los glaciares, invaden con transgénicos los territorios dedicados a la agricultura, desarticulan economías regionales, desplazan comunidades, y reprimen a quienes resisten esta destrucción.
Este año en el Encuentro se discutió en aproximadamente 50 talleres que giraron en torno a distintas temáticas como Mujeres, identidad, empoderamiento, feminismo, sexualidad, familia, sostén de familia, activismo lésbico, derechos sexuales y reproductivos, anticoncepción y aborto, estrategias para el acceso al aborto legal, seguro y gratuito, discapacidad, salud, salud mental, organizaciones sindicales, mujeres de los pueblos originarios, acceso a la tierra vivienda y servicios, trabajadoras rurales y campesinas, organizaciones productivas y cooperativas, empresas y fabricas recuperadas, tiempo libre, organización barrial, poder y política, partidos políticos, derechos humanos, cárceles y sistema penitenciario, adultas mayores, adolescencia y juventud, estudios de género, educación, universidad, ciencia y tecnología, religión, crisis mundial actual, deuda externa, migraciones, solidaridad e integración latinoamericana, cultura y arte, deportes y actividad física ,medios de comunicación, medio ambiente, bisexualidades, su rol en la situación de pareja, mujeres trans. Si bien es imposible abordar cada una de las problemáticas en este artículo, es importante destacar como cada año se incrementa la participación de tantas mujeres con deseos de luchar e influenciar para que se modifiquen las condiciones de desigualdad de una sociedad patriarcal que reproduce las relaciones de producción capitalista.
Desde la Corriente Socialista Militante decimos que la pelea por las reivindicaciones de la mujer como el derecho al voto, igualdad ante la ley, derecho al aborto, guarderías infantiles, reducción de jornada laboral, derechos de maternidad, igualdad salarial, alimentos y vivienda accesible y todo lo que vaya surgiendo en la lucha, no puede ir separada de la lucha por el Socialismo y tenemos también que ver que estas reivindicaciones en su contexto y explicarlo, por ejemplo, luchamos por el derecho al divorcio, pero en la sociedad actual muchas madres solteras tienen dificultades para sobrevivir. En Arabia Saudita las mujeres lucharon duramente por el derecho a conducir, lo que es positivo, pero la mayoría de las mujeres saudíes no pueden permitirse siquiera una bicicleta.
Las mujeres debemos implicarnos cada vez más en la lucha de la clase obrera y si no estamos en el puesto de trabajo vincularla a la lucha como ocurrió con las esposas de los mineros británicos. Todos estos ejemplos de lucha ideológica contra la opresión son importantes para las mujeres y desde nuestra condición de clase no debemos desconocer el significado que tuvo la participación de las mujeres en la Revolución francesa y recordar que la Revolución Rusa se inició el día de la mujer trabajadora, pero lo que realmente cambiará la situación es la lucha junto a los trabajadores.
Vivimos en una sociedad donde hoy tenemos el potencial para liberar a la humanidad; liberar el potencial que existe en los seres humanos; liberar relaciones entre seres humanos que están siendo distorsionadas, vivimos pensando en cómo comer, pagar facturas, conseguir una vivienda… Luchamos para solucionar estos problemas y el Socialismo es una lucha por esto, por la liberación de las mujeres y de la humanidad.
Entre las consignas del Encuentro: Las mujeres en cada rincón del continente nos rebelamos, cuestionamos y avanzamos para erigir un mundo distinto, con igualdad en la diversidad. Construimos el futuro que soñamos, donde la liberación de las mujeres vaya de la mano de la emancipación de nuestros pueblos.
¡No a la megamineria contaminante!
¡Por la soberanía sobre nuestros cuerpos y territorios!
¡Arriba las que luchan!