Finalmente, la CDU-CSU, la derecha, llegó a un acuerdo político con el SPD, el partido socialdemócrata, para formar gobierno. Finalmente, la CDU-CSU, la derecha, llegó a un acuerdo político con el SPD, el partido socialdemócrata, para formar gobierno.
Se pone fin a meses de incertidumbre política; desde que en las elecciones de septiembre la derecha superó al SPD por un porcentaje de apenas unas décimas, a pesar del desgaste de 8 años de gobierno socialdemócrata, cada vez más inclinado a la derecha.
Muy buena elección hizo el nuevo Partido de la Izquierda (PI), liderado por el ex socialdemócrata Oskar Lafontaine y por el PDS (ex-Partido Comunista de la Alemania del Este), que obtuvo el 9% de los votos. Paradójicamente, el SPD, los Verdes y el PI tienen mayoría parlamentaria, pero la dirección del SPD aceptó gobernar con la derecha para legitimar el ajuste ante la clase trabajadora.
La burguesía necesita hacer un enorme proceso de ajuste y de liquidación del Estado social, debido a la profunda crisis que sacude al capitalismo alemán.
¿Qué se proponen hacer? El IVA subirá del 16% al 19% (exceptuando los alimentos); la edad de jubilación subirá gradualmente desde los 65 años actuales (que en la práctica es a los 60) hasta los 67; se congelan las jubilaciones durante 10 años y se eleva el monto que se paga como seguro provisional; se flexibilizan los despidos y contratos (hasta 24 meses de prueba) y se eliminan muchas subvenciones sociales, como para la compra de viviendas.
Como se ve, son todas medidas que apuntan directo contra la clase trabajadora. Este es el proyecto que la burguesía alemana tiene para sanear el déficit fiscal: que lo paguen los trabajadores.
Nosotros decimos lo contrario: que el déficit lo pague la burguesía a través de la expropiación de su riqueza mal habida. Sólo planificando democráticamente los recursos sociales hay una salida a la barbarie capitalista.