La segunda Escuela Panamericana de Cuadros de la Corriente Marxista International se celebró en México del 2 al 4 de diciembre, con la participación de más de 90 camaradas de 10 países del continente.
Compañeros y compañeras de Argentina, Bolivia, Brasil, Venezuela, Colombia, El Salvador, Cuba, los EEUU y Canadá realizaron un importante esfuerzo para conseguir los recursos necesarios para viajar a México. Además, los camaradas de EEUU y Canadá hicieron una aportación especial para ayudar a financiar los boletos de compañeros de América Latina. Los camaradas mexicanos por su parte financiaron el alojamiento y la asistencia de todos los compañeros de América Latina, además de organizar toda la logística del evento. Algunos de los asistentes tuvieron que viajar dos jornadas por tierra y otros viajaron con múltiples conexiones en avión, en la medida en que las rutas aéreas están diseñadas para conectar América Latina con Europa y EEUU, pero no tanto para conectar de manera directa los países de América Latina entre ellos.
Además, algunos compañeros tuvieron que lidiar con el régimen extremadamente restrictivo de visados de México. En los últimos años, en la práctica, los EEUU han subcontrado al estado mexicano la tarea de impedir que migrantes de centro y suramérica entren en los EEUU. Los compañeros de Honduras no pudieron finalmente asistir por restricciones de visado.
A los 27 camaradas presentes de fuera de México, tenemos que añadir los más de 60 que asistieron de la Ciudad y el Estado de México y también de Quintana Roo y Veracruz.
La escuela abrió con una sesión sobre el balance de la oleada revolucionaria que ha barrido América Latina en los últimos 15 años. La discusión la presentó el compañero Serge Goulart, de la Esquerda Marxista (Izquierda Marxista), la sección brasileña de la CMI. En toda una serie de países de América Latina se produjeron levantamientos de masas, insurrecciones y procesos revolucionarios, particularmente en el período de 1999 y 2005. A esto le siguió un período de estabilización parcial, que se apoyaba en gran medida en el boom de las materias primas y las fuentes de energía. El ralentizamiento de la economía China ha puesto fin a ese boom, provocando la crisis de toda una serie de gobiernos, y permitiendo la llegada al poder de gobiernos abiertamente reaccionarios. En esta sesión discutimos también la actitud de los marxistas en estos años y cómo mejor orientar nuestras fuerzas en este nuevo período.
Ésta primera sesión tuvo lugar en el Museo León Trotsky, que es la casa donde vivió en su exilio y donde fue asesinado. Las diferentes secciones presentes hicieron un donativo de material (libros y documentos relacionados con Trotsky) al Museo que fue recibido por Esteban Volkov, el nieto de Trotsky. Al final de la jornada, los participantes hicieron una visita guiada por el Museo.
Al día siguiente tuvimos discusiones sobre las revoluciones cubana y mexicana, en la Casa de Cultura Jesús Ramirez. Jorge Martín habló sobre la historia y perspectivas para la revolución cubana. Explicó como la liberación nacional y la lucha contra el capitalismo habían estado inextricablemente unidas en la historia de la revolución cubana, en el pensamiento de Julio Antonio Mella (el fundador del Partido Comunista de Cuba), pero también en el de Antonio Guiteras en los revolucionarios años 30. La evolución de la revolución de 1959, que empezó con un programa nacional democrático y terminó con la expropiación del capitalismo, fue otro ejemplo de ello y al mismo tiempo una demostración de la corrección de la teoría de la revolución permanente. La muerte de Fidel Castro será vista por los imperialistas como una oportunidad para redoblar sus esfuerzos para destruir los logros de la revolución cubana, que se asientan sobre la nacionalización de los medios de producción. Jorge Martín insistió en la posición de la CMI de defensa incondicional de la revolución cubana, y de lucha contra la agresión imperialista y contra el peligro de restauración capitalista. Explicó que eso solo se podía hacer mediante el control obrero y la lucha por el socialismo internacional. Hubo una discusión muy interesante con la participación de tres compañeros cubanos, de la Red de Jóvenes Anti-Capitalistas, Nuestra América y la red de educadores populares Escaramujo.
Ubaldo Oropeza, de la Izquierda Socialista, la sección mexicana de la CMI, explicó los procesos que llevaron a la revolución mexicana de 1910-17, y como esa revolución, cuya fuerza motriz fueron los ejércitos revolucionarios campesinos de Emiliano Zapata y Pancho Villa, fue estrangulada y derrotada en la medida que estos no encontraron el apoyo de los trabajadores en las ciudades. Eso llevó al régimen bonapartista del PRI que se mantuvo en el poder durante 70 años. Las intervenciones, principalmente de compañeros mexicanos, entraron en detalle en diferentes aspectos de esa revolución que marcó toda una época.
El tercer y último día de la escuela empezó con una visita a los extraordinarios murales de Diego Rivera en el museo de Bellas Artes. Allí pudimos contemplar su impactante mural “El hombre, controlador del universo”, que en un primer momento había pintado para Rockefeller en Nueva York.
Los asistentes entonces nos trasladamos a los locales de la sección 9 de la CNTE (la combativa fracción democrática del sindicato de maestros). John Peterson, de la Liga Internacional de Trabajadores (WIL), la sección estadounidense de la CMI, presentó la discusión sobre las tradiciones revolucionarias de los EEUU, además de los motivos y consecuencias de la victoria de Donald Trump. Esta fue una discusión muy importante pues la historia revolucionaria de los EEUU no solamente se le esconde a trabajadores y jóvenes en ese país, sino que también se esconde deliberadamente de las masas de América Latina, donde se presenta la imagen de los EEUU como un bloque reaccionario e imperialista monolítico. Muchos compañeros participaron en la discusión, tanto sobre las tradiciones revolucionarias en los EEUU, como sobre el impacto de la victoria de Trump y cómo combatirlo.
La colecta, que consiguió más de 36.000 pesos mexicano (1.800 dólares), fue un reflejo de ambiente de entusiasmo por la construcción de la CMI que se respiraba en la escuela. Después del cierre los asistentes cantaron La Internacional en español e inglés, y también Bandiera Rossa.
Esta Escuela de Cuadros, sin duda, representa un importante paso adelante en la construcción de las fuerzas de la CMI en el continente americano, desde Canadá hasta Argentina.