Las consecuencias de la explotación privada de los ferrocarriles

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El choque entre dos trenes de pasajeros en un cruce de la ex línea Mitre dejó un saldo de 144 heridos, de los cuales 14 permanecen internados en observación. Como vienen denunciando los trabajadores ferroviarios, las causas para un “Cromañon ferroviario” están presentes y se agudizan día a día.

Accidentes, servicio pésimo y subsidios estatales millonarios

El choque entre dos trenes de pasajeros en un cruce de la ex línea Mitre dejó un saldo de 144 heridos, de los cuales 14 permanecen internados en observación. Como vienen denunciando los trabajadores ferroviarios, las causas para un “Cromañon ferroviario” están presentes y se agudizan día a día. El choque en Palermo estuvo cerca de terminar en catástrofe. Causa estremecimiento pensar que hubiera sucedido si una de las formaciones descarrilaba a una altura de más cinco metros, o si producto de la colisión se incendiaba una formación, en vistas de la falta de algo tan elemental como los matafuegos.

Sin embargo, no podemos considerar este hecho como un acontecimiento aislado. Por tomar un par de ejemplos: el 4 de marzo aproximadamente a las 22 hs en las estación Castelar se incendió una formación de trenes de pasajeros. El día 9 de marzo se produjo un incendio en un vagón del ex ferrocarril Sarmiento controlado por T.B.A., que se dirigía de Liniers a Once. Cuatro pasajeros sufrieron principios de asfixia. Ese mismo día, el tren eléctrico que va de Constitución a Glew del F.C. Roca -concesionada por T.B.A.- descarriló una formación con pasajeros. Sin mencionar los sucesos fatales, demoras, etc. que ocurren cotidianamente y convierten a nuestro país en uno de los que posee mayor cantidad de accidentes ferroviarios del mundo.

Empresarios y Estado contra los trabajadores

El estado de los trenes, las demoras y los cortes de servicios por “desperfectos técnicos”, el deterioro de las formaciones, la falta de reparación, de elementos de toda índole -sea un matafuegos o un botiquín de primeros auxilios- pone sobre el tapete el peligro que corre la vida de los trabajadores ferroviarios y de los millones de trabajadores, estudiantes y desocupados, que utilizamos este servicio en manos de empresarios privados. Peligro de esta parte de la sociedad, que así como las subas de precios y tarifas, le asegura ingentes ganancias a las patronales.

Empresarios “nacionales” como los Tasselli, el grupo Roggio -que también controla Metrovías, F.C. Urquiza, y CLIBA-, Cirigliano que cuenta con el aval de sectores de la burocracia sindical, del gobierno K y de la Secretaria de Transporte que controla Ricardo Jaime. Un gobierno tan pero tan “nacional y popular” que paga subsidios de 3,5 millones de pesos por día a las empresas de colectivos, trenes, camiones, subtes y barcos. (Clarín, 27 de febrero).

En el 2004 por “subsidios tarifarios y mayores costos operativos” Metropolitano -Roca, San Martín y Belgrano Sur- recibió 87 millones pesos, Metrovias -subte y Urquiza- unos 51 millones, T.B.A. -Mitre y Sarmiento- 48 millones y Ferrovías unos 35 millones. Sin contar el “gasto diferencial” de gasoil, que entre trenes, colectivos y barcos suman 360 millones de pesos.

Vemos que la tan mentada “ausencia” del Estado no es más que la confirmación de que el Estado no es algo neutral y por encima de las clases, sino un Estado presente para asegurar el desenvolvimiento de los negocios empresariales y la acumulación del capital, lo que significa para los trabajadores hambre, salarios miserables y desocupación. La CNRT, que supuestamente tendría que controlar la calidad del transporte, no es más que otro organismo donde empresarios y funcionarios se dan la mano.

¿Se acabo la corrupción como afirmaba el “pingüino” ni bien llegadito a la Rosada? El escándalo de SW demuestra que no, que los negocios capitalistas ilícitos -por no hablar de los jurídicamente lícitos y sin embargo… – están relacionados de alguna manera con personajes del aparato del Estado. Con respecto a los ferrocarriles, en un articulo de Argenpress.info se señala que en la adjudicación directa de la reparación de 120 coches de Ferrovías, concesionaria de F.C. Belgrano Norte, a la nueva empresa Ferrocentral, constituida por Ferrovías cuyo mayor accionista es EMEPA, “El Fiscal Nacional de Investigaciones Administrativa, Manuel Garrido, denunció por presuntas irregularidades esa adjudicación. Acusa que se pagó de más por la remoledación y reconstrucción de 120 vagones del F.C. Belgrano Norte. La denuncia dice que la Secretaria de Transporte, a cargo de susodicho profesor Ricardo Jaime, debe aclarar por qué además pagó 4.000.000 de pesos por gerenciar ese trabajo. Las reparaciones costaron cerca de un millón de pesos por coche, cuando las reparaciones similares han costado 800 mil pesos por unidad” (“La trasnversalidad de los negocios y la polifuncionalidad de los concesionarios / empresarios” J.C. Cena, 6/3/05)

Los empresarios son subsidiados por los recursos que el Estado burgués nos “expropia” a los laburantes, y las fabulosas ganancias resultantes van solamente a sus bolsillos. Queda claro que estos capitalistas no están para brindar un servicio digno y eficiente, seguro para los trabajadores que desempeñan sus tareas y para los trabajadores que viajamos todos los días en los trenes. Lo que buscan y buscarán, como buenos representantes de la clase que detenta el poder económico y el “sentido” del Estado, es maximizar las ganancias, no haciendo las inversiones necesarias ni el mantenimiento de las formaciones, embolsándose los subsidios y la explotación de los trabajadores ferroviarios, aunque esto ponga en riesgo la vida de millones de asalariados.

Repetimos: los empresarios que detentan las concesiones no están para brindar un servicio eficiente ni para el beneficio de la nación. Como decíamos en el artículo “Recuperemos los Ferrocarriles para el pueblo” del compañero L. Jiménez en El Militante N° 8, de agosto del 2004: “Entre 1957 y 1998 la longitud de las vías operables bajó de mas de 4.300 Km. a poco mas de 29.000 Km. Y el numero de estaciones descendió de 3.744 a 1.292… De 90.000 trabajadores con que contaba Ferrocarriles Argentinos hoy quedan unos 17.000… Más de 5 millones de habitantes dejaron en los últimos años de contar con trenes de pasajeros y más de 6 millones dejaron de contaron con servicios de cargas”

Por la Reestatización bajo el control de los trabajadores y usuarios

Resultó absurdo e insultante que segundos después del choque voceros de T.B.A. salieran a culpar al maquinista porque “violó” la señal. Señal que según los trabajadores que iban en los trenes dijeron a sus sindicatos que no funcionaban. La Fraternidad, también afirmó que el 70% de las locomotoras y vagones es obsoleto y que vienen denunciando desde hace meses los problemas de la señalización automática que se ve afectada por los cambios climáticos.

Y Rubén Sobrero de la Unión Ferroviaria se preguntó: “Si las pericias aun no están terminadas, ¿cómo sabe T.B.A. que fue una falla humana? La concesionaria no invierte y esto ya se lo denunciamos al secretario de Transporte, Ricardo Jaime, al que parece que no sólo le pasan las valijas y no las ve” (Clarín, 11 marzo) El mismo diario advierte que “en ese tramo sólo dos de las cuatro vías disponibles estaban habilitadas”.

Como siempre, la desidia patronal quiere ser cargada a la espalda de los trabajadores. Las patronales y la prensa del capital hacen mutis por el foro al no poner sobre el tapete que T.B.A. no cuenta ni con salidas de emergencia ni matafuegos ni con una cuadrilla de emergencias como cuando eran propiedad del Estado. Las ambulancias y bomberos llegaron al lugar 20 minutos después…

Lo esencial es que desde la privatización y en manos de estos capitalistas el sistema ferroviario fue vaciado y destruido, prestando un servicio pésimo e inseguro, dejando, por la reducción de los trayectos, más de 870 “pueblos fantasmas”.

El gobierno K tiene una retórica dura con las privatizadas, las concesionarias, con los “especuladores” y el FMI pero en los hechos señala una continuidad de la década del 90. Propicia un “boicot” a Shell pero endiosa a los pulpos Petrobras y Repsol. Y así sucesivamente.

En vistas de esto, los trabajadores, desocupados y estudiantes, las mayorías populares que viajamos en los trenes tenemos que empezar a movilizarnos y a presionar por la estatización sin ningún tipo de indemnización del sistema ferroviario. Incluso los sectores que todavía tienen esperanzas en K debe reflexionar: Si este es un gobierno “popular” ¿por qué no estatiza las empresas que vaciaron al país, no hacen inversiones, explotan a sus trabajadores y prestan un pésimo servicio?

Pero como las privatizaciones fueron preparadas en parte por el desguace y la corrupción del Estado que defiende a los empresarios y poderosos, debemos reclamar que la estatización sea bajo el control democrático de los trabajadores ferroviarios y de los usuarios, para evitar la corruptela y componendas de los funcionarios y el lastre parasitario de la burocracia.

Las luchas y reclamos de los trabajadores ferroviarios deben ser acompañadas y profundizadas por todos los trabajadores. Es la única medida para asegurar que el sistema ferroviario vuelva a prestar un servicio decente y digno, una funcionamiento económico y social en beneficio de las necesidades de los trabajadores de todo el país, que resguarde la vida de quienes ponen el pecho laburando y de quienes viajamos.