El plebiscito propuesto por Ibarra para que la población de la Capital decida si se queda o se va es una recurso legalista que no va a resolver nada. Como máximo responsable político de la municipalidad, dado el tamaño de la catástrofe y de las negligencias cometidas, lo honesto es que Ibarra y todos los funcionarios implicados hubieran dimitido o cesado en sus funciones.
Masacre Cromañón
El plebiscito propuesto por Ibarra para que la población de la Capital decida si se queda o se va es una recurso legalista que no va a resolver nada. Como máximo responsable político de la municipalidad, dado el tamaño de la catástrofe y de las negligencias cometidas, lo honesto es que Ibarra y todos los funcionarios implicados hubieran dimitido o cesado en sus funciones.
El plebiscito es una trampa porque, para que triunfe el revocatorio contra Ibarra, se necesita el 50% más uno de los votos del padrón, harto difícil de conseguir, y porque Ibarra pretende utilizar para sus propios fines el sano y honesto sentimiento de hostilidad que existe contra Macri entre cientos de miles de jóvenes y trabajadores de la ciudad a quien, correctamente, identifican como un político arribista cómplice y amigo de los empresarios que no ofrece una alternativa favorable a los intereses de la juventud y vecinos de los barrios, buscando hacer carrera política utilizando el dolor de los familiares y amigos de las víctimas.
En suma, es un plebiscito que quizás puede permitir a Ibarra salvar su carrera política pero no va resolver las responsabilidades legales cometidas en la masacre de República Cromañón ni hace avanzar un solo paso en el juicio y castigo de los responsables de la misma (funcionarios implicados, responsables de la descoordinación e inoperancia en la atención a los heridos y fallecidos, organizadores del evento, etc). El nombramiento de Juanjo Álvarez, duhaldista e implicado en la masacre de Puente Puyrredón, como nuevo responsable de Seguridad nos indica por dónde va a venir la política de seguridad defendida por Ibarra.
Es por eso que llamamos a los jóvenes y trabajadores de la Ciudad a desconocer y no firmar a favor de este plebiscito. Por el contrario, apelamos a la movilización y organización a través de marchas y de la formación de comités de control en los barrios para supervisar y garantizar la seguridad de los espectáculos públicos, y que se desarrollen en condiciones dignas, además de hacer la máxima presión para que los responsables de la masacre sean juzgados y condenados de manera ejemplar.