Durante la segunda mitad del siglo XX se fue desarrollando una relación entre el estado mexicano y la empresa fundada por Emilio Azcárraga Vidaurreta. Donde Televisa ha servido de apoyo al estado como una herramienta para controlar la difusión de la información, así como la interpretación de la vida política del país.
Por citar algunos ejemplos ya en 1968 el Telesistema Mexicano apoyó al gobierno de Díaz Ordaz a la hora de manipular la información de aquel trágico 2 de octubre. De igual manera que en su momento, tanto el PRI como el PAN se han apoyado en la televisora, lo mismo para impulsar tal o cual reforma que para imponer un presidente.
De esta manera, poco a poco Televisa se ha convertido en un personaje de relevancia para la vida política del país. No son pocos los políticos que de una u otra manera han hecho mancuerna con Televisa en algún momento de su carrera política y por lo tanto más de uno le debe algún favor a la empresa de Emilio Azcarraga.
Enrique Peña Nieto: un presidente al servicio de TELEVISA
En el último periodo la relación que Televisa ha mantenido con los partidos políticos de derecha, los oportunistas de “izquierda” y la burguesía mexicana se ha hecho cada vez más descarada.
En 2006 no dudaron en emplear todos sus medios para desacreditar a AMLO y esconder las irregularidades del proceso electoral. Pero en las pasadas elecciones la participación de Televisa fue más allá. Desde que EPN era gobernador se montó toda una estrategia publicitaria para llevar a Peña y al PRI de regreso al poder, con lo cual se puede asegurar que Peña Nieto y Televisa seguirán manteniendo una relación de apoyo mutuo mientras que les convenga a ambos. Pon una parte Televisa seguirá necesitando ciertos favores que le ayuden a mantener su monopolio en las telecomunicaciones en México al tiempo que reafirma su importancia como actor político en nuestro país. Y por su parte Peña necesitará de la televisora para mantener a raya las críticas que el hoy presidente seguramente seguirá teniendo a lo largo de su sexenio.
Por lo antes mencionado no es de extrañar la postura que tomó el gobierno mexicano (tanto el saliente de Felipe Calderón como el entrante de Peña Nieto) ante el caso de los 18 mexicanos detenidos en Nicaragua y a quienes se los encontró culpables de tráfico internacional de estupefacientes, crimen organizado y lavado de dinero y donde además se los vincula como trabajadores de TELEVISA (aunque en el juicio no se esclareció esto último).
Nicaragua: las camionetas
El escándalo se desató el pasado 20 de Agosto, cuando fueron detenidos 18 mexicanos en Nicaragua. Quienes viajaban en 6 camionetas con logos de la empresa TELEVISA, en las cuales se encontraron 9.2 millones de dólares en compartimientos ocultos además de encontrarse rastros de cocaína en los vehículos.
Pero eso no es todo, las camionetas decomisadas en el país centroamericano están registradas como propiedad de Televisa ante la SETRAVI. Fueron compradas por Raquel Alatorre Correa, quien es señalada como la líder del grupo de mexicanos detenidos, y posteriormente fueron registradas ante la SETRAVI por un hombre de nombre Armando Tavera Sánchez quien presentó un poder notarial que lo autorizaba para realizar dichos tramites a nombre de TELEVISA.
En su intento por deslindarse del tema Televisa transmitió en su noticiario estelar un reportaje donde afirma que las camionetas no son suyas y sostiene que el registro de estas fue hecho con documentación apócrifa. Es importante señalar que la investigación mexicana sobre si se usó o no documentación falsa aun está en proceso.
Además de si las camionetas son o no son de Televisa, está el hecho de que los detenidos aseguran trabajar para la televisora, ante lo cual Televisa sostiene que no existe ni ha existido relación alguna entre la empresa y los detenidos. Aunque esto queda en duda después de que en las camionetas se encontraron gafetes y documentación que indican que los detenidos si eran trabajadores de Televisa. Entre dichos documentos destaca una carta de Amador Narcia (Jefe de noticias nacionales de Televisa) donde se indica a los gobiernos de Nicaragua y Costa Rica que la tarea de dichas camionetas era “grabar en diversas locaciones”.
Y si a esto le sumamos el hecho de que Raquel Alatorre (supuesta líder del grupo) se comunicó a México a números de funcionarios de Televisa, es entendible que la televisora se quisiera deslindar inmediatamente del tema.
La respuesta del gobierno Mexicano
Es de resaltar que el gobierno de México no ha escatimado esfuerzos en intentar deslindar a Televisa del caso Nicaragua.
El día 23 de agosto, es decir tres días después de que fueran detenidos los mexicanos y de que se los relacionara con Televisa, el embajador de México en Nicaragua Rodrigo Labardini emitió un comunicado donde deslindaba a Televisa de cualquier relación con los detenidos. Se trata del documento NICO2513, fechado el pasado 23 de agosto, en el cual Labardini asegura que los detenidos “no son empleados, técnicos, presentadores o periodistas de la empresa Televisa, S.A.”
Por si eso no fuera suficiente, durante la segunda jornada del juicio contra los mexicanos el pasado día 10 de diciembre, al cónsul mexicano en Managua Germán Murguía Mier se le hizo un llamado de atención por parte de la fiscalía, ya que durante el juicio se lo encontró asesorando a los abogados defensores de los detenidos, aun cuando su posición de diplomático sólo le permitía permanecer como observador sin intervenir en el desarrollo del juicio.
Además de la actitud de los diplomáticos mexicanos, la ex Procuradora General de la República Marisela Morales declaró, en entrevista con Joaquín López Doriga el día 20 de septiembre, que las camionetas no eran de Televisa. Aun cuando la investigación sobre si las camionetas son o no son de la empresa no ha terminado, la ex procuradora dijo:
“(..) Lamentablemente es un caso más en que la delincuencia organizada hace actos en nombre de otro o utiliza el nombre o el prestigio de esas personas que no están ni enteradas. Utilizaron el nombre de la empresa. Es lo que se desprende de la investigación. Pero ni las personas ni los vehículos pertenecen a la empresa”.
Y una vez más el gobierno mexicano juega su papel de paladín de Televisa intentando mantener el “buen nombre” y “prestigio de la empresa”.
La sentencia y la manipulación mediática
Con todo y que los mexicanos fueron encontrados culpables, son muchas las dudas que quedan en el aire, pues muchos de los temas más controversiales de juicio nunca se tocaron a fondo, el juez Edgar Altamirano reconoce que no se pudo verificar de donde provenía el dinero, ni hacia donde se dirigía. La hipótesis de que es dinero del narcotráfico y que los detenidos habían estado traficando cocaína desde hacía varios años de Centroamérica a México es la más probable, aunque el juicio no sirvió para determinarlo. Además de que tampoco se logró encontrar un vínculo claro entre los detenidos y Televisa, aunque en gran parte esto fue así por los muchos intentos de la empresa y el gobierno mexicano de no investigar a fondo, actitud que sin mucha resistencia también adoptó el gobierno nicaragüense.