Editorial del Periódico Lucha de Clases
La Contrarreforma laboral llevada a cabo por el Gobierno del PP forma parte de un elenco de medidas impuestas por las grandes empresas y bancos, destinadas a recuperar su tasa de beneficios.
Al mismo tiempo, esto se ve mediatizado por el contexto de declive del capitalismo español y de crisis de la UE, que se va a expresar más tarde o más temprano en una ruptura de la misma. El endeudado y dependiente capitalismo español se ve todavía más arrastrado a detraer recursos e inversiones con el objetivo de devolver sus deudas, sometido a la presión de sus “socios” más fuertes.
Así, el conjunto de medidas del Gobierno del PP: la reforma financiera, la ley para el control del gasto en las administraciones públicas, los ajustes sociales en comunidades y ayuntamientos…, todo ello intenta conciliar (con indudables contradicciones) los intereses específicos de los capitalistas españoles con los de sus acreedores y las potencias dominantes en la UE.
En enero de 2011, cuando se llevó adelante por los máximos dirigentes de UGT y CCOO el Pacto de Pensiones (sin consultar con sus bases, que en una parte importante estaban en contra), nuestros dirigentes partían equivocadamente de la idea de que existía una debilidad movilizadora de la clase trabajadora. Llegaban a la conclusión de aceptar retrocesos como “mal menor”. Desde entonces, obcecadamente, no han hecho sino dar mayor confianza en sus pretensiones tanto al PP como a la CEOE.
Mientras Toxo y Méndez se han movido hacia un pacto con la CEOE y con el Gobierno, sea quien sea “quien detente el Gobierno”, en la calle la idea que gana fuerza es que cualquier Gobierno que entra no cambia nada. De hecho, lo llevado hacia delante por el PP ahora, con la reforma financiera o la Contrarreforma Laboral, es una continuación, y endurecimiento, de la acción de Gobierno llevada a efecto por Zapatero hasta hace muy pocos meses.
Después de todas las movilizaciones del 15M, tuvimos la fenomenal respuesta del pasado domingo 19 de febrero que exigía la retirada de la contrarreforma laboral, con casi dos millones de manifestantes en las calles. Cándido Méndez tuvo que reconocer su “sorpresa” ante la respuesta de los trabajadores, dijo que era una de las respuestas más masivas en la calle de la etapa democrática.
La conclusión que sacamos de todo esto es que existe un enorme vacío entre las necesidades objetivas de la inmensa mayoría de la población y las estrategias, tácticas y programa que plantean nuestros dirigentes.
A pesar de las invocaciones de Toxo y Méndez a Rajoy para que éste “negocie” la reforma con ellos, Rajoy (acuciado por Merkel y la CEOE) declaró que los aspectos centrales de la misma no se cambian.
La burguesía española NECESITA atacar nuestras conquistas sociales
La explicación sobre el carácter de la crisis tampoco nos la están dando los dirigentes de UGT y CCOO, que insisten continuamente en que es una “crisis financiera”.
En realidad, se trata de una crisis clásica de sobreproducción, independientemente de sus derivaciones financieras. El hecho es que la recaída internacional en la recesión de las potencias capitalistas más fuertes que ya se está materializando, junto con la sobrecapacidad existente en la industria y otros sectores económicos (hostelería, construcción…), no va a facilitar el que se invierta en un país endeudado como el nuestro, con bancos y empresas crecientemente amenazados de quiebra, con la mitad de familias sobreendeudadas pagando hipotecas elevadas por unas casas que solo podían mantenerse en pleno boom económico con salarios muchos más altos y trabajando toda la familia.
Frente a la depresión del mercado interno en cada país propio, cada una de las diferentes burguesías opta por intentar salir de la crisis gracias al mercado externo, con lo que hay una evidente tendencia a la guerra comercial.
En el Estado español, en los años 90, existía el mecanismo de devaluación de la peseta para hacer los productos españoles más competitivos. Ahora, dentro del euro, con un endeudado y poco competitivo capitalismo español, se trata de devaluar drásticamente el valor de la fuerza de trabajo.
El coste salarial en euros en la industria, para 2011, es el siguiente en relación a otros países vecinos:
Francia: 33,51 euros
Alemania: 28,85 euros
Italia: 28,32 euros
España: 22,87 euros
Grecia: 15,56 euros
Portugal: 10,83 euros
Alemania exporta productos con más valor añadido que España, gracias a su mayor inversión y capacidad tecnológica, etc, mientras que en el Estado español en lo que invirtió la burguesía (y se endeudó, y nos endeudó), básicamente, durante más de quince años, fue en el “ladrillo”.
Las medidas implementadas por el Gobierno del PP van a fracasar porque no suponen nada distintivo de lo que están haciendo otros países que comparten nuestras penurias, y que lo están haciendo incluso en mayor grado aún. Por eso, nuestros dirigentes sindicales lo primero que deben explicar es que los capitalistas españoles no se van a quedar aquí, sino que se van a ver obligados a perseverar en los recortes, como “una pescadilla que se come la cola”.
La bancarrota de Grecia es inevitable, a pesar de que le haya sido concedido un nuevo préstamo. Las turbulencias financieras se intensificarán, acelerando la especulación contra los intereses de la deuda española y de otros países.
Frente a una crisis que va a durar muchos, mucho años, el objetivo que marcan los capitalistas de pagar cueste lo que cueste las deudas hipotecarias que afrontan la mitad de las familias españolas (es decir, las deudas debidas al precio del suelo elevado artificial y astronómicamente por inmobiliarias y bancos), junto con el de los intereses de la Deuda Pública (que se consolidará este año como la segunda partida de los Presupuestos Generales del Estado) deben ser denunciados por nuestras organizaciones de la izquierda política y sindical: Los trabajadores no podemos pagar esas deudas.
En Grecia la economía cayó más de un 15% entre 2008-11; en los dos últimos años la tasa de suicidios se duplicó; en las escuelas se han comenzado a dar varios casos de niños que se desmayan porque no desayunan en sus casas (como en Argentina en 2000-1)… De seguir con la política actual, este es el futuro que nos espera ¡Esto debe ser explicado por nuestros dirigentes políticos y sindicales para levantar un plan de lucha!
Por un nuevo modelo sindical y un Frente político-sindical de la Izquierda
El 20 de febrero se constituyó la “Plataforma en defensa del Estado de bienestar y los servicios públicos”, con organizaciones sindicales, políticas y sociales de la izquierda. Este es un paso muy positivo. Desde hace ya tiempo era necesario crear este FRENTE ÚNICO DE LA IZQUIERDA.
Ahora, YA, se requiere dotarlo de contenido para informar barrio a barrio, pueblo a pueblo, en cada instituto o universidad, en cada empresa o polígono…, del calado de este ataque.
Los sindicatos nacionalistas convocaron Huelga General contra los recortes sociales y la Contrarreforma laboral el 29 de marzo en Galicia y Euskadi. Sería muy positivo que UGT y CCOO convoquen YA una Huelga General de 24 horas en esas fechas, sabiendo de partida que el Gobierno del PP (con todo el apoyo de los empresarios) va a tratar de aguantar el envite.
Como no se trata de hacer una simple demostración, sino de echar atrás la contrarreforma, hay que plantear posteriormente un plan sostenido de asambleas de balance que sirva al mismo tiempo para cobrar impulso hacia una Huelga General de 48 horas si el Gobierno del PP persiste en su actitud.
Algunos compañeros pueden pensar que, de partida, este plan de lucha puede resultar ambicioso ante un gobierno como el PP con mayoría absoluta. A esto respondemos que, según la encuesta del CIS de enero, el 70% revelaba tener “poca o ninguna confianza en Mariano Rajoy”. En los últimos meses, en Grecia o Hungría, sus gobiernos actuales alcanzaban una gran aprobación en las encuestas que luego se derrumbó en pocos meses, o semanas, según aprobaban sus ajustes.
Por eso mismo, Rajoy no quiere aprobar los Presupuestos Generales del Estado (donde va a haber otra tanda de recortes) hasta después de las elecciones andaluzas.
¿Qué programa defender? El papel de IU
IU puede y debe jugar un papel central en la articulación de la Izquierda. Pero nuestros compañeros dirigentes de IU no pueden limitarse a darse por enterados ante las iniciativas de Toxo y Méndez. Se tenía que haber alzado la voz bien alto contra los pactos alcanzados por los dirigentes de UGT y CCOO en enero. Se tenía que haber exigido desde hace tiempo la convocatoria de movilizaciones generalizadas. Esta situación pone de manifiesto que los compañeros de nuestra dirección, de IU y del PCE, deben meterse en la tarea de volver a centrar sus esfuerzos en articular un trabajo sindical serio, fomentando el fortalecimiento de una izquierda sindical en UGT y CCOO.
En los próximos meses, si trabajamos incansablemente generando confianza en el potencial del movimiento que ya empezó el 19 de febrero, el Gobierno saldrá muy tocado, empezando a hundirse en las encuestas. Si persiste en seguir con su plan estaremos cargados de razones para convocar una Huelga Indefinida si hace falta hasta derrotar al PP.
Al mismo tiempo, la Izquierda debe plantear un programa alternativo frente a la política de la Troika (FMI, Banco Central Europeo, Comisión Europea) y el PP:
– Retirada de la Contrarreforma Laboral, al igual que de los despidos y ajustes sociales planteados en todas las comunidades autónomas.
– Lucha contra el paro: plan masivo de obras públicas sociales en barrios y pueblos; Salario Mínimo Interprofesional, SMI, de 1100 euros; prestación de desempleo mínima y pensión mínima igual al SMI; reparto del trabajo con reducción de la jornada sin reducción salarial.
– Incremento del gasto social: sanidad y enseñanza, públicas y dignas.
– Ni un recorte más. No más desahucios. Poder lograr la dación en pago para todos es positivo, pero es escandaloso que casi 300.000 familias hayan perdido la vivienda. Que el alquiler o pago de hipotecas no supongan más del 20% del salario, para poder vivir.
Sí, hay dinero: lo tienen los ricos
Desde IU, UGT y CCOO se ha demostrado con estudios de toda clase cómo las rentas salariales de los trabajadores no hacen sino perder capacidad adquisitiva ¡Que paguen la crisis los empresarios y banqueros, que no dejaron de aumentar su riqueza y bienestar relativo en la sociedad española!
Hace falta subir los impuestos drásticamente a los ricos para financiar este plan. Si no invierten en la economía y siguen evadiendo el dinero (las grandes fortunas sacaron decenas de miles de millones de euros del país en el 2011), nacionalización total de la banca y de las principales empresas (indemnizando a los pequeños accionistas, en caso de necesidad comprobada), poniéndolas bajo control y gestión, tanto de los trabajadores como de la administración, para posibilitar una verdadera planificación democrática de la economía en beneficio de la mayoría, superando la anarquía y derroche del capitalismo.