Los trabajadores se enfurecen mientras el gobierno griego acuerda recortes masivos de austeridad

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Después de muchas discusiones, hace unos minutos, el gobierno griego anunció que había alcanzado un acuerdo con los tres partidos que lo apoyan en relación a los recortes y las medidas de austeridad exigidas por la “troika” (la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional). Lo que esto significa es que los trabajadores griegos y el pueblo en general tendrán que soportar muchos más ataques a los niveles de vida para que el Estado puede pagar parte de su deuda con los bancos, los inversores (griegos y europeos) y las instituciones financieras.

 

Las medidas acordadas ponen los pelos de punta, e incluyen lo siguiente:

– La reducción del salario mínimo en un 22%, reducción de un 32% del salario mínimo para los menores de 25 años de edad -esto significa que el nivel actual salarial de € 751 brutos bajará a € 586 brutos, es decir, 470 euros al mes después de impuestos, o 350 € para los menores de 25. La reducción del salario mínimo también significará una reducción del subsidio de desempleo que los trabajadores reciben por un año, y que está situado actualmente en € 460.

– Después de la drástica reducción del salario mínimo, su nivel se congelará hasta el 2015.

– Se congelan todos los aumentos de salario hasta que el nivel de desempleo se haya reducido de su actual 20 por ciento a menos del 10 por ciento.

– Para julio de 2012 los convenios colectivos que se acuerden deben introducir cambios drásticos, con el objetivo declarado de “alinear a Grecia con los países competidores”, refiriéndose particularmente a Portugal y los países del centro y del Este de Europa.

– Entre los cambios acordados está el recortar a sólo 3 meses el período en el que los términos de los convenios colectivos se renuevan automáticamente cuando caducan si no se llega a nuevo acuerdo. Después de ese período, si no se alcanza un nuevo acuerdo, los salarios volverán al salario mínimo. El objetivo declarado de los cambios en la legislación laboral y en los salarios de los trabajadores es reducir los costos laborales en un 15%.

– Privatizaciones por un valor de 19.000 millones de euros de las empresas del sector estatal en junio de 2012, incluyendo la Corporación Pública del Gas DEPA, la distribuidora de gas DESFA, Hellenic Petroleum ELP, la agencia de apuestas OPAP, Aguas de Ática y Salónica, las empresas de alcantarillado EYDAP y EYATH, y el Centro Internacional de Radiodifusión.

– 3.300 millones de euros en recortes del gasto público, incluyendo € 1.000 millones en el gasto farmacéutico.

– Recortes de las jubilaciones en 300 millones de euros en 2012 y de 325 millones de euros en 2013 (lo que incluye una reducción de las jubilaciones de los empleados de empresas estatales de telecomunicaciones OTE y de la Empresa Nacional de Electricidad en un 15 por ciento, así como de los marineros en un 7 por ciento).

– Destrucción de 15.000 puestos de trabajo del sector público este año, como parte de una reducción total de 150.000 que se destruirán hasta 2015.

Debido a la forma en que funcionan los convenios colectivos nacionales en Grecia, el salario mínimo es el punto de referencia para todos los demás acuerdos y es de esperar que si éste se recorta en un 22%, habrá una presión implacable a la baja sobre los salarios. 

Los dirigentes socialdemócratas del PASOK, la derecha de Nueva Democracia y la extrema derecha de LAOS todos estuvieron de acuerdo con estas medidas, después de muchos gestos teatrales. La razón de su pretendida oposición a esta o aquella medida es clara: las elecciones están programadas en el plazo de un mes y cualquiera de los partidos asociados con estas medidas lo pagará en las urnas.

Estas medidas vienen después de varios paquetes de recortes de austeridad que ya se han aplicado y de que la economía griega haya entrado en su quinto año consecutivo de recesión (peor que durante la depresión de la década de 1930), el desempleo ha subido del 13% a más del 20%, donde el desempleo juvenil alcanza al 48%.

El estado de ánimo de la sociedad griega es absolutamente furioso. Esto se muestra mejor en un sondeo de opinión publicado ayer. La encuesta, encargada por el diario Kathimerini y la cadena de televisión Skai reveló un colapso aún mayor en el voto al PASOK, del 44% conseguido en las elecciones de 2009 a sólo el 8% (un descenso de 7 puntos porcentuales desde noviembre). Nueva Democracia obtiene el 31% (frente al 33% en las elecciones de 2009). La extrema derecha LAOS ha bajado a un 5% después de haber conseguido en las encuestas el 8,5% en noviembre de 2011, su retórica chovinista anti-europea ha quedado en evidencia al haber apoyado al gobierno de Papademos. Algunos de sus votos ahora van al aún más extremista partido de derecha de Amanecer Dorado (Chrysi Avyi), que obtendría un 3%. Esto significa que los votos combinados de los tres partidos que apoyan al gobierno son de sólo un 44%.

La tendencia ya vista en diciembre, con el fortalecimiento de todos los partidos a la izquierda del PASOK, continúa. El Partido Comunista KKE consigue un 12,5% (7,5% en las elecciones de 2009), mientras que la Coalición de la Izquierda Radical Syriza obtiene un 12% (frente al 4,6% en las elecciones de 2009). El mayor incremento corresponde a la Izquierda Democrática (una escisión derechista reciente de Syriza), que tiene una votación del 18% (10 puntos porcentuales más que en noviembre), beneficiándose de la mayor parte de las pérdidas del PASOK. Estos tres partidos juntos ahora obtendrían el 42,5% de los votos, y aun presentándose por separado cada uno de ellos obtendría ahora más votos que el PASOK.

Un 30% adicional expresan su intención de abstenerse, debido a la desilusión con todos los partidos.

Un enorme 91% está insatisfecho con el desempeño del gobierno de coalición tripartito. Por primera vez la evaluación de Papademos mismo también es negativa (48% contra 46%), y el 71% no confía en él para resolver los problemas de la economía griega. El 79% está en contra del memorándum.

La forma en que han sido dictadas las políticas económicas del país por los burócratas no electos de Bruselas (UE), que responden a los intereses de los banqueros y de los capitalistas, ha provocado una grave crisis de confianza en la democracia burguesa. Un enorme 79% de los encuestados está insatisfecho con el funcionamiento de la democracia, mientras que el 13% piensa que no hay democracia en Grecia.

Las encuestas de opinión son, evidentemente, limitadas en lo que revelan acerca de los cambios en la conciencia, pero nos proporcionan indicadores muy claros para comprenderlos. En primer lugar, está claro que la inmensa mayoría de los griegos rechaza los planes de austeridad y al gobierno actual. El 58% quiere ahora la pronta celebración de elecciones anticipadas. Si los partidos de izquierda se presentaran en un frente único con un programa en clara oposición a todos los recortes de austeridad, obtendrían no sólo el 42,5% de sus votos actuales combinados, sino muchos más, ya que aparecerían ante el pueblo como una alternativa viable.

Sin embargo, la dirección del Partido Comunista es un obstáculo serio en esta dirección. Ellos han dicho claramente que no están dispuestos a llegar a un acuerdo con ninguno de los demás partidos de izquierda. De hecho, los han denunciado como falsos opositores al memorándum y ser parte de las fuerzas de reserva del sistema capitalista. Incluso si se asumiera que esto fuera una evaluación correcta, sin duda, la tarea de los dirigentes del KKE debería ser la de intentar ganarse al 30% de los votos que expresan su preferencia por Izquierda Democrática y Syriza, ¿y qué mejor manera de descubrir la intenciones reales de los dirigentes de estas dos organizaciones que ofrecerles un frente único sobre la base de un claro programa anticapitalista? Sin embargo, la política leninista del frente único es un libro cerrado para los dirigentes del KKE, que cubren su sectarismo ultraizquierdista con frases grandilocuentes sobre “el poder de los trabajadores y de los pueblos”.

De hecho, ni los líderes de Syriza, ni los dirigentes del KKE ofrecen ningún programa real de lucha, ni sindical ni política. De hecho, Aleka Papariga, la dirigente del KKE fue tan lejos como para poner realmente la responsabilidad de este callejón sin salida en el mismo pueblo al afirmar que: “Ahora la responsabilidad recae únicamente en el pueblo. O el pueblo afirma su voluntad de barrerlos completamente o desperdiciará innecesaria e injustamente sus lágrimas y su indignación contra los antiguos y los nuevos pseudo-salvadores “. Pero, ¿cómo se supone que el pueblo debe “barrerlos”?, ella no lo dice. Del mismo modo, Alexis Tsipras, el líder de Syriza, declaró que: “Ahora es el momento del pueblo”.

Al mismo tiempo, los dirigentes sindicales convocan una huelga general tras otra como actos aislados que no forman parte de un plan claro de lucha que pueda ofrecer un camino a seguir por el movimiento. De ahí que la huelga general del martes 9 tuviera un seguimiento menor y viera manifestaciones más pequeñas que en algunas de las anteriores. Muchos trabajadores ya no pueden ver el sentido de otra huelga general. Pero esto no es una indicación del estado de ánimo real de la sociedad, que es de una furia absoluta (aunque combinado con un elemento de desesperanza). Algunos sectores de los trabajadores han decidido tomar el asunto en sus propias manos. Hemos visto la ocupación durante 100 largos días de Acero Griego, la ocupación bajo control obrero del Hospital General de Kilkis y las acciones directas combativas de los trabajadores de la Compañía de Energía que ayer ocuparon el edificio del Ministerio de Medio Ambiente manteniendo de rehén al ministro.

Hay un límite en lo que los banqueros y los capitalistas pueden exprimir a los trabajadores y al pueblo griego antes de que provoquen una explosión revolucionaria, que podría estar muy cerca de alcanzarse. Los sindicatos han convocado una huelga general de 48 horas los días 10 y 11 de febrero y una manifestación masiva el domingo 12. Estas son las fechas en las que el Parlamento griego, ahora en absoluto representativo de la voluntad del pueblo, se reunirá para aprobar el memorándum propuesto por el gobierno.

Para los que leen griego, le recomendamos el sitio renovado de Marxistiki Foni