Grecia: ¿Quién debería hablar ahora? ¿El pueblo o los dirigentes?

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La huelga general de 24 horas del martes pasado en Grecia – el decimosexto día de huelga general en los últimos dos años- puso de manifiesto por un lado el deseo de luchar existente en el seno de la clase obrera y por otro, una vez más, la ineficiencia de tales huelgas, que no son parte de una lucha más general, coordinada y a largo plazo.

La idea de organizar una lucha coordinada y a largo plazo con el objetivo de derribar al gobierno de la troika y los patrones griegos no es hoy algo limitado a las capas “avanzadas” o algo que no tenga apoyo en las filas de los trabajadores. Por el contrario, es la verdad más evidente que uno encuentra en las conversaciones diarias entre los trabajadores normales. Sin embargo ¿Quién tiene la responsabilidad de hacer de esta lucha una realidad?

Los trabajadores no son una masa amorfa que se moviliza de repente, al mismo tiempo y todos a la vez y espontáneamente consiguen la victoria. Históricamente han creado poderosas herramientas para este objetivo. Estas herramientas son los sindicatos de masas y las organizaciones políticas. Dichas organizaciones funcionan sobre la base de la autoridad garantizada a los dirigentes, cuya tarea es dirigir, coordinar y promover los mejores y más efectivos métodos de lucha, y levantar las demandas apropiadas.

Sin embargo ¿Cuál es la actitud de los dirigentes obreros hoy? La buroracia sindical, sin ir más lejos, se ha limitado simplemente a abrir la “válvula de seguridad” para desactivar la rabia de los trabajadores y entonces cerrar esa misma válvula poco después, todo el tiempo actuando en connivencia con su ambición burocrática, que es la de mantenerse en una situación de poder. Sin embargo ¿Qué hay de los dirigentes de la Izquierda? [Nota: en Grecia esto se frefiere al KKE comunista y al Synaspismos, principalmente] ¿Están levantando las demandas necesarias para los trabajadores, están desarrollando una perspectiva para el futuro de la lucha y la cuestión clave del poder? La verdad desafortunadamente es muy amarga: ¡No hay nada de tales propuestas!

Por supuesto nadie espera que esas propuestas provengan de los dirigentes de Dimokratiki Aristera(La Izquierda Democrática), un partido que fue creado como resultado de una maniora burguesa con el objetivo de debilitar a la Izquierda y proveer una careta izquierdista para el gobierno de coalición burgués. [1]

Pero ¿Y qué hay de los dirigentes de KKE y SYRIZA que están llamando a los trabajadores continuamente a “revolucionarse” y “rebelarse”? [Nota: SYRIZA es la alianza de la cual Synaspismos es el principal componente]. En las marchas de ayer, Aleka Papariga (líder del KKE) y Alexis Tsipras ( lider de Synaspismos) llamaron una vez más a los trabajadores a ser “responsables”. Tenemos que decir que no estamos de acuerdo con esos dos compañeros en esta cuestión central de exactamente quién debería asumir la responsabilidad. ¡Quienes deben asumir ahora sus responsabilidades son los dirigentes y no el pueblo!

Los trabajadores han mostrado en la práctica, durante los dos últimos años, que desean luchar. No sólo han respondido masivamente a todos los llamamientos de acciones de lucha, sino que muchas veces han ido más allá de sus dirigenes, con manifestaciones recurrentes y espontáneas en las plazas a lo largo del país, con ocupaciones de lugares de trabajo y largas y duras huelgas militantes (OTA, Aceros griegos, etc.). Lo que se necesita oir ahora de parte de los dirigentes, tras dos años de lucha inefectiva, son respuestas a dos cuestiones centrales:

 

1) ¿Cómo derrocar al gobierno?

 

2) ¿Qué sustituirá al poder de los banqueros y los demás capitalistas?

 

En vez de respuestas concretas y claras, los trabajadors oyen abstractas palabras acerca de “revolución” y “rebelión”. Lo que el movimiento requiere no son palabras vacías sino organización, un plan y objetivos políticos. Los trabajadores han tenido suficientes palabras emotivas acerca de “insurrecciones”. Los anarquistas y toda suerte de grupos sectarios están diariamente hablando de esto. Por ejemplo, lo poco que ha quedado del núcleo del movimiento de los “indignados” ha roto todo los récords de tales llamamientos desde el verano pasado. No hay un solo domingo sin un llamamiento a las masas a rebelarse, y logran concentrar unas pocas docenas de honestos transeúntes cada vez.

El papel de los dirigentes de las organizaciones de masas no es gritar, imitando a las sectas desesperadas, sino organizar acciones de masas y ofrecer una perspectiva política a las masas. Por tanto, todo trabajador y todo joven está en su derecho de dirigirle una severa reprimenda a los dirigentes del KKE y SYRIZA: ¡Camaradas, dejen los llamamientos abstractos y hablen especificamente sobre lo que se necesita hacer!

Los marxitas comprendemos plenamente este llamamiento desesperado y espontáneo de los trabajadores comunes a los dirigentes de la Izquierda, que necesita ser llenado de contenido específico. Dirigiéndonos nosotros mismos a los dirigentes del KKE y SYRIZA, debemos plantearles estas demandas esenciales:

 

– ¡Comenzar una campaña ahora por una huelga general completa hasta que el gobierno caiga y convoque elecciones anticipadas, haciendo llamamientos a la auto organización en cada centro de trabajo como contrapeso a la burocracia sindical contraria a organizar dicha lucha!

 

– ¡Ofrecer una solución política específica a los trabajadores en las próximas elecciones!

 

¡Deben formar una alianza pólítica -un Frente Unido- sobre la base de un programa para salvar a la clase obrera y a la población empobrecida! Es su deber ante la clase obrera sentarse en una mesa de diálogo, incluyendo a las bases activas de sus partidos en este debate, para desarrollar un programa. ¡No tienen derecho a usar sus diferencias políticas como excusa para permitir que la burguesía dirija sin ser desafiada! ¡Cada hora que los dirigentes burgueses permanecen en el poder significa más dolor y sangre para los trabajadores! Ahora que el enemigo está golpeándonos salvajemente, lo primero que se requiere es trabajar unidos para desarmarlos. Esto significa que debemos luchar para arrebatar el poder a la clase dominante, sin demora, antes de que millones de personas sean empujadas a la oscura miseria, llamando a los trabajadores a movilizarse por esto en cada lugar de trabajo y vecindario.

Por supuesto las diferencias políticas entre los partidos de la Izquierda es real. La dirección de nuestro partido, Synaspismos, cree que existe la necesidad ya de formar un gobierno que implemente un porgrama keynesiano de redistribución de la riqueza en la dirección de construir una “Europa social”. Otra parte de la dirección de Synaspismos (la dirección del Ala Izquierda) cree que la condición clave para cualquier progreso en el país, con la perspectiva del socialismo, es salir del euro. La dirección del Partido Comunista (KKE) cree en el programa del “poder popular” con la intención de construir el socialismo en Grecia en las lineas de la URSS burocráticamente deformada.

Los marxistas de Synaspismos creemos que el programa de la alianza política de la Izquierda debe dar voz a los trabajadores; esto debe incluír una serie de objetivos políticos interrelacionados, tales como la expulsión de la troika y el desconocimiento de toda deuda con los tiburones finacieros, poner los sectores clave de la economía – bancos, grandes empresas industriales y comerciales- bajo control obrero, con  la planificación democrática de la economía por los trabajadores mismos, sustituyendo la actual corrupcion y dominio autoritario, con las instituciones civiles de la democracia obrera, y todo esto como parte de una lucha internacionalista por los Estados Unidos Socialistas de Europa. Toda una gama de visiones y programas intermedios, desde el reformismo de izquierda al centrismo, se pueden encontrar en ambos, SYRIZA y el partido comunista KKE.

Los programas políticos, sin embargo, deben ser percibidos como armas aspirantes a dar impulso a la lucha de las masas y no como vetos para paralizar al movimiento. No se debe permitir que nada obstruya el camino de una alianza política entre el KKE y SYRIZA, que en estas circunstancias sería un gran paso adelante para los trabajadores. Unámonos los activistas de ambos partidos en una lucha por sacar del poder a la burguesía y la troika, para implementar políticas basadas en acuerdos tomados tras amplio y democrático debate, entre las bases y en la dirección, mientras que al mismo tiempo invitemos a las masas a movilizarse activamente en defensaa de la implementación de esas medidas.

Al mismo tiempo debemos ponernos de acuerdo en establecer instituciones de poder que reflejen lo más fielmente posible la voluntad directa de las masas mismas, para que así los programas de todos las corrientes políticas del movimiento obrero puedan tener la oportunidad de lograr la mayoría en dichas instituciones y los trabajadores mismos puedan intervenir decisivamente para cambiar o complementar de acuerdo con sus deseos e intereses las tácticas políticas, pero también la composición del gobierno.

Este es el único camino a la salvación para la clase trabajadora y el pueblo pobre y los dirigentes de la Izquierda tienen una responsabilidad moral de tomar dicho camino. Dando la vuelta a la declaración de ayer de Aleka Papariga, la lider del KKE, (“¡Ahora el pueblo debe hablar!”), decimos: ¡Los dirigentes deben hablar!

Atenas, 8 de Febrero de 2012

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[1] La organización mencionada fue una escisión por la derecha del Synaspismos hace unos dos años