México: En la próxima selección del candidato de la izquierda: AMLO sí, Marcelo no

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Se aproxima la definición  respecto a la candidatura del PRD a la Presidencia de la república. Como en todos los casos de cierta importancia, las diferencias de opinión respecto a dicha elección dependen de los intereses de clase que unos y otros defienden. La burguesía, con unas pocas excepciones, sigue considerando a Andrés Manuel López Obrador  un peligro para sus intereses. No hay duda que buscarán por todos los medios posibles impedir que AMLO sea nuevamente candidato.

 

Los trabajadores organizados, una buena parte de ellos en el propio Morena, PRD, sindicatos y organizaciones campesinas, ven  a AMLO como la única voz que en la contienda que viene los puede representar. Para ellos no se trata solamente de votar contra el PRI o el PAN sino de buscar una alternativa distinta a la que se implementó en las últimas décadas de los gobiernos priistas y en los últimos dos sexenios panistas.

Respecto a Marcelo Ebrard hay una actitud distinta, desde el inicio del sexenio fue promocionado por los medios de comunicación masiva, con la abierta intención de provocar un paulatino distanciamiento respecto a AMLO. En realidad Televisa y TV Ateca no tuvieron que esforzarse mucho, ya que tanto Camacho Sólis como el propio Ebrard nunca ha compartido realmente un proyecto de izquierda, están en el PRD debido a que su proyecto propio, el Partido de Centro Democratico colpasó lamentablemente.

Marcelo ha aceptado la dirección de los “chuchos”, Ortega y Zambrano, aún a sabiendas que ésta se instauró con la intervención del Estado dentro del propio PRD. Ha promovido la intervención de la iniciativa privada en proyectos puramente lucrativos sin fines sociales como la súper vía y diversos proyectos inmobiliarios.

Cuando se inició la lucha contra el fraude se organizó un movimiento, el Gobierno Legítimo y la Convención Nacional Democrática, que después derivó en el Morena, millones de trabajadores, amas de casa, campesinos, jóvenes, entre otros, se sumaron a la conformación de dicha organización que ha desarrollado luchas importantes en contra de la política económica anti obrera y contra la privatización de Pemex, solo por citar las dos más importantes.

El Morena ha impulsado candidaturas independientes en el terreno electoral denunciando la política maniobrera de realizar alianzas con el PAN o con el PRI, en todos los casos Marcelo Ebrard se ha deslindado y se ha pronunciado por dichas alianzas que en esencia implican la inutilidad del PRD como organización alternativa.

El propio Marcelo  ha promovido una organización distinta a nivel nacional “vanguardia progresista”, controlada por los chuchos, que promueve una plataforma distinta a la del Morena y sus 50 puntos.
No sólo esto, en las últimas fechas se ha pronunciado por los llamados “gobiernos de coalición”, es decir una forma de gobierno en donde el gabinete sería formado por la mayoría del parlamento y no por el presidente en turno En suma se trata de regímenes de responsabilidad compartida cuyo único fin es facilitar el gobierno de la burguesía pero no resolver los problemas reales de las masas. Dichos gobiernos, por otro lado, no son ninguna novedad, durante al menos veinte años el PRI ha dado su apoyo parlamentario al PAN y el PAN al PRI en todos los asuntos importantes, especialmente en lo que se refiere a ataques en contra de los trabajadores.

Para todos los que participamos en el Morena resulta natural suponer que no hay razón alguna para considerar a Marcelo Ebrard como una opción, de hecho durante los últimos cinco años ha luchado en contra de todo lo que significa AMLO. Un último ejemplo es el proceso de elección de consejeros nacionales en el DF donde los integrantes de la planilla 22 identificada con Ebrard asaltaron como viles delincuentes los paquetes para la votación y luego recurrieron al chantaje para evitar sanciones. Ese es el verdadero rostro del grupo que apoya a Ebrard, el priísmo disfrazado de amarillo.

No obstante resulta preocupante que no se haya iniciado en el conjunto del Morena una campaña seria para prepárarnos contra las maniobras que intentarán sacar del juego a AMLO, particularmente la famosa encuesta en donde se le preguntará también a panistas y priistas sobre cuál debe ser el candidato de la izquierda, con lo que quedará la puerta abierta para todo tipo de maniobras.

Debe iniciarse inmediatamente en todos los comités del Morena una campaña para dejar claro que el único candidato que en estos momentos nos debe representar es AMLO, que la encuesta abierta sólo es conveniente para Ebrard y que independientemente del resultado debemos luchar porque AMLO participe en el proceso electoral sea bajo las siglas del PRD o bajo otras.

Una actitud indolente en este proceso sólo facilitará maniobras y debilitará al Morena. Por supuesto el programa de los 50 puntos debe ser enriquecido con una serie de propuestas de carácter abiertamente revolucionario, ello es posible sobre la base de que AMLO sea el candidato, si no lo es, Marcelo buscara un programa para gobernar con el PAN, olvidándose de cualquier reivindicación social que no sea la demagogia de siempre.