La fundación de la Organización Política Nacional (OPN), este sábado y domingo 27 y 28 de agosto, puede significar un acontecimiento histórico para la clase obrera en México. Martín Esparza, líder del SME, afirmó que dicha organización debe “disputar la nación a la oligarquía”. Dentro de los principios del la OPN se señala la necesidad de luchar por el socialismo. Sindicatos importantes se han sumado a la iniciativa: la CNTE, mineros, ferrocarrileros, organizaciones campesinas, etc. El acontecimiento es muy positivo porque representa el intento de la clase obrera de México de conformar una organización política con carácter de clase. Se trata de un embrión de Partido Obrero. En este artículo queremos llamar la atención sobre la táctica y la estrategia en la construcción de la OPN evitando errores sectarios y oportunistas.
La fundación de la Organización Política Nacional (OPN), este sábado y domingo 27 y 28 de agosto, puede significar un acontecimiento histórico para la clase obrera en México. Martín Esparza, líder del SME, afirmó que dicha organización debe “disputar la nación a la oligarquía”. Dentro de los principios del la OPN se señala la necesidad de luchar por el socialismo. Sindicatos importantes se han sumado a la iniciativa: la CNTE, mineros, ferrocarrileros, organizaciones campesinas, etc. El acontecimiento es muy positivo porque representa el intento de la clase obrera de México de conformar una organización política con carácter de clase. Se trata de un embrión de Partido Obrero. En este artículo queremos llamar la atención sobre la táctica y la estrategia en la construcción de la OPN evitando errores sectarios y oportunistas.
La tragedia de la clase obrera en México ha sido el corporativismo, la cooptación sistemática de las organizaciones obreras. El PCM, fundado en 1919, fue traicionado por la política stalinista frentepopulista que lo convirtió en un apéndice de la política de Cárdenas. La CTM, organismo surgido inicialmente como una expresión independiente de la clase obrera, fue entregada por el PCM a los agentes del gobierno (Toledano y Fidel Velázquez). La OPN tiene la oportunidad de aprender de las lecciones de la historia e impulsar una política socialista y de independencia de clase.
Pero, para conformar un verdadero partido de la clase trabajadora, la OPN debe ser muy cuidadosa en sus tácticas y llevar adelante una política de frente único. Un peligro en esta etapa de nacimiento es el sectarismo. La OPN tiene la tarea de vincularse con el movimiento de masas influyéndolo con un programa de clase. Y el movimiento de masas más grande en nuestro país es el movimiento que se aglutina en torno a la candidatura de AMLO: el MORENA. El movimiento del MORENA es más heterogéneo en su composición de clase. Incluye a la pequeña burguesía y a trabajadores en lo individual. Sin embargo sus 50 puntos –que incluyen demandas democráticas progresistas y reivindicaciones laborales como el derecho a huelga y un mejor salario- representan una alternativa de cambio hacia la izquierda para millones de mexicanos.
Dada la fuerza incipiente de la OPN, sería una locura sectaria en este momento pretender lanzar una campaña electoral al margen del MORENA o el infantil llamado a la abstención electoral que tan buenos resultados le ha brindado al gobierno y sus partidos –y que tanto impulsan los pseudointelectuales de pseudoizquierda-. Ello dividiría el voto y favorecería al PRI y a la burguesía. La experiencia de la Otra Campaña es suficiente prueba de ello, el error sectario del EZLN le ha costado la marginación total del movimiento (excepto en sus bases de apoyo). Las pasadas elecciones del Estado de México muestran sin duda alguna que la abstención favorece al aparato corporativo del PRI. La OPN, sin renunciar a su independencia organizativa y política, puede convertirse en la fracción proletaria del MORENA. Esta táctica favorecería mucho la radicalización del movimiento y el crecimiento de la OPN. La OPN puede hacer oír su voz clasista en los mítines masivos de AMLO ¿porqué no presentar una comisión a la conformación a la Asociación Política Nacional de AMLO (del próximo 2 de octubre) que tome la voz en el evento y que se pronuncie por un programa más radical?. Podría impulsar demandas que tienden al socialismo, tales como la expropiación de las empresas privatizadas. En todo momento debería mantener su independencia política respecto a AMLO al mismo tiempo que se forma parte de su movimiento dando un apoyo crítico. Esto permitiría a la OPN insertarse en el movimiento electoral, en el terreno de la discusión sobre el programa del MORENA, en el terreno de la lucha contra el fraude y en la coyuntura post-electoral. Millones de personas agrupadas en torno al MORENA se movilizarán y sin duda será una de las coyunturas de lucha más importantes. La OPN no puede abstenerse de participar en el movimiento de masas. Si AMLO llega al gobierno las bases tenderán a radicalizarse pues no esperarán los tiempos del reformismo para que los 50 puntos sean realizados de inmediato. Pero la burguesía no aceptará ni siquiera los modestos 50 puntos y las compuertas de la lucha de clases se abrirán aún más, así como las mentes hacia las ideas del marxismo y el socialismo.
Sabemos que es necesario un partido obrero con un programa socialista. La OPN puede ser la punta de lanza en su conformación. Pero difícilmente, al menos en este momento, surgirá un partido de masas directamente del llamado de la OPN puesto que el MORENA aglutina a la mayoría de las personas interesadas en un cambio hacia la izquierda. Es imposible saber la forma exacta en que este partido puede construirse. Pero creemos que es muy probable que surja de la radicalización del movimiento del MORENA, siempre y cuando existan corrientes socialistas que muestren una alternativa. Si se hace un trabajo de Frente único con el MORENA no es descartable, a largo plazo, que la OPN pueda convertirse en un Partido de masas de la clase trabajadora. Pero para radicalizar un movimiento se requieren corrientes radicales, sin una corriente socialista el MORENA puede convertirse, a largo plazo, en una reedición del PRD burocratizado y se perderá una oportunidad más o la OPN no pasará de una organización coyuntural o de influencia limitada.
A pesar de que la OPN ha representado un paso adelantes es necesario que las corrientes anti-sectarias que participan en la OPN se pronuncien abiertamente por definir la posición de la OPN respecto a las elecciones del 2012. Martín Esparza no dijo palabra alguna sobre la coyuntura electoral que se nos viene encima, y no es casualidad. La OPN no puede someterse a la táctica oportunista de la dirección del SME de aliarse con el PRI y Elba Ester Gordillo; no puede ser una moneda de cambio en una política gremialista, ni un simple elemento de presión. Es más que evidente que Peña Nieto representa la continuación de la política antiobrera del PAN, que es el candidato de los monopolios. Sólo un ciego podría no verlo. Parte de la dirección del SME tiene la increíble ilusión de que el PRI devolverá el trabajo a los compañeros del SME. El PRI no lo hará, dentro de sus primeros actos de gobierno estará la contra-reforma laboral. Incluso suponiendo lo imposible, la dirección del SME estaría vendiendo los intereses generales de la clase por sus intereses particulares y gremialistas. Los agremiados de la OPN debemos llamar a mandar al diablo a Peña Nieto y a Elba Ester de una vez por todas, y a que el SME rectifique.
Sin duda, ahí donde se pare la OPN aglutinará a sectores proletarios. Allí está su fortaleza, un instrumento claramente obrero vinculado con los sindicatos. Si logramos vincular ese instrumento clasista con el conjunto del movimiento de masas estaremos en el camino de construir un Partido obrero con influencia de masas que es la tarea más urgente de la clase obrera en nuestro país. Deseamos que ese sea el camino de la OPN. Invitamos a todos los trabajadores conscientes a esa tarea en la que los compañeros de la izquierda socialista nos comprometemos.
29 de agosto de 2011