Con cada nuevo ministro que llega al canal 8 también se contrata a una retahíla de vicepresidentes, gerentes y jefes que en su breve estadía causan grandes daños a nuestra planta televisiva y a los trabajadores y trabajadoras.
Con cada nuevo ministro que llega al canal 8 también se contrata a una retahíla de vicepresidentes, gerentes y jefes que en su breve estadía causan grandes daños a nuestra planta televisiva y a los trabajadores y trabajadoras.
Aunque los trabajadores hacemos un gran esfuerzo por ejercer la contraloría social, como lo establece el artículo 7 de la Ley Orgánica de Contraloría Social, poco puede hacerse al respecto, ya que nunca se sabe a ciencia cierta cómo se manejan los recursos de VTV y no es hasta que hay cambios en el tren ejecutivo que se sabe algo de la gestión anterior. La razón es que las autoridades que asumen se encargan de delatar, en forma de chisme y nunca con auditorías públicas, lo malo que hicieron las autoridades salientes. La anterior gerente de recursos humanos, Katusca Rivero Santos, comentó a un grupo de trabajadores de Venezolana de Televisión que el vicepresidente saliente y su equipo ejecutivo iban derechito a la cárcel. Pero esto fue puro embuste porque salieron lisos, al igual que se han ido todas las autoridades anteriores de las que se ha dicho dilapidaron los recursos del canal. Los que sí son castigados son los trabajadores que tratan de ejercer la contraloría social establecida en las leyes del Poder Popular, la Ley de Comunas y Ley Orgánica de Contraloría Social, entre otras.
Cada presidente o vicepresidente de turno trae a su “grupo de confianza” para ocupar puestos estratégicos y con esto asegurarse la complicidad con las malas acciones cometidas dentro de su gestión. No bastándole con malversar fondos del Estado, estos personajes llegan al canal “a poner orden”, es decir, a maltratar y despreciar a los que se dejan y a destruir a los que se revelan contra el abuso y la complicidad de los amos de turno. De esta forma se violan los principios contenidos en el Proyecto Nacional Simón Bolívar donde se definen las Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación. Para estos pequeños Dioses del inframundo ético y moral los conceptos contenidos en la filosofía de la Nueva Ética Socialista, la Suprema Felicidad Social, la Democracia Protagónica y Revolucionaria son un inconveniente más que una meta a alcanzar.
Estos amos del socialismo del siglo XXI, nos desprecian y humillan en su afán de desviar la atención y las culpas de su mala gestión. De esta forma sus errores recaen sobre los trabajadores mientras alejan la atención de sí mismos. Al someter y descalificar a la masa obrera, no hacen más que ocultar su ineptitud y miseria frente al Presidente Chávez y la opinión pública. Estos hijos de algo o hidalgos del siglo XXI tienen eso en común, son malos y brutos para dirigir los destinos de VTV pero buenos y sabios para enriquecerse. Estas personas colocadas a dedo en cargos de autoridad no vienen a trabajar por un mejor canal de televisión que sirva a su audiencia o al país, ellos vienen a destruir y a lucrarse. Ellos viven felices de saber que los pusieron donde hay, porque en VTV hay mucho y no sólo recursos económicos, sino también equipos que se compran y ni el canal ni sus trabajadores los llegan ni siquiera a ver. Son pocos los ejecutivos de VTV cuya gestión no se ha puesto en entredicho y pocos se han merecido el respeto y aprecio de los trabajadores. La lealtad y agradecimiento por un trato digno están reservados a unos pocos que incluyen a nuestro muy respetado Jesús “Chucho” Romero Anselmi. Que Dios lo bendiga y tenga en su gloria.
Pero, no son sólo los presidentes y vicepresidentes los que parecieran hacer de las suyas mientras dirigen los destinos y recursos de Venezolana de Televisión. VTV también es pastizal de engorde de gerentes malamañosos de la confianza de los “grandes chivos”. Estos señores y señoras además de maltratar a los trabajadores también guisan parejo. Hay gerentes que se han hecho célebres por su presunta habilidad para hacerse de dineros mal habidos como es el caso del capitán Carlos Gómez quién fue gerente de Servicios Generales. Este personaje a quien el Consejo de Trabajadores solicitó investigar para aclarar algunas sospechas de irregularidades en las contrataciones de obras públicas y otros asuntos concernientes a la reparación de los vehículos pertenecientes a la flota del Canal, fue protegido por el vicepresidente ejecutivo José Miguel Avendaño, aún a sabiendas de que este Capitán Gómez quien no merece llevar las insignias de la Guardia Nacional Bolivariana, presuntamente lleva a sus espaldas un caso en los tribunales militares por homicidio, información que se regó en los pasillos del canal para meter miedo e intimidar. El vicepresidente lo defendió a capa y espada mientras iniciaba una cacería de brujas en contra de los voceros del Consejo de Trabajadores.
Ahora bien, según sugieren las nuevas autoridades, el vicepresidente saliente es un pillo que se aprovechó de la desgracia de los damnificados que se encuentran refugiados en VTV para lucrarse junto con sus cómplices. Sin embargo, al igual que el capitán y todos los demás presuntos delincuentes que presuntamente han malversado los dineros del Estado, éste posiblemente se fue a dirigir los destinos de otros servidores públicos y administrar las arcas de otra institución del Estado. Esto es de lo más grave que está sucediendo desde hace varios años dentro del estamento público y pareciera más bien un plan orquestado para debilitar el liderazgo de nuestro presidente y comandante Hugo Chávez Frías
Otro que se las trae es el ex gerente de Servicios a la Producción, Javier Mendoza, quien salió no hace mucho para un puestazo en el MINCI. Desde su entrada a VTV, demostró tener un pensamiento ideológico al más puro estilo de Robespierre, quien lideró la corriente más ultrosa de la Revolución Francesa y quien tenía como máxima: “El terror sin virtud es desastroso. La virtud sin terror es impotente”. Así hizo sentir su poder, un poder ejercido bajo la anuencia del “CAMARADA” Yuri Pimentel y evidentemente lo hicieron en conjunto para arrinconar a los trabajadores y cometer sus fechorías como por ejemplo dilapidar los seis millardos de la partida de la Escuela de Imagen y Sonido Latinoamericanos. Pero al parecer este tío, como le dicen sus amigos y asesores españoles a quienes les pagó salarios en Euros y en Dólares inimaginables para cualquier servidor público venezolano, está protegido y vaya a saber por quien o cual santo vestido de rojo pero con la sangre azul azulita. Este Sr. guisa que da gusto y le encanta mandar a construir escenografías multimillonarias y comprar juguetitos electrónicos que después de comprados se almacenan en cualquier hueco con llave de nuestra planta televisiva. Este personaje ha de ser otro hijo de algo para que no se le investigue y se le brinden tantas oportunidades para hacer lo suyo. Los trabajadores de Venezolana de Televisión y el pueblo venezolano reclaman una investigación independiente que purgue estas sospechas y penalice a estos individuos de ser encontrados culpables del uso indebido de los dineros y recursos del Estado venezolano que les fueron confiados.
Andrés Izarra tendría mucho que ver con el estancamiento y desmoralización que existe en Venezolana de Televisión. Este es un canal que a pesar de él sigue luchando por sobrevivir y dar la talla. El desprecio entrañable de Izarra por los trabajadores de VTV es conocido y palpable por los que laboramos aquí. En todos los años que ha sido ministro y presidente del Canal no hemos recibido de él ni tan siquiera un halago o una palabra de aprecio. Tampoco el aumento que nos corresponde y merecemos. Por el contrario, durante sus gestiones como Presidente de VTV y Ministro de Comunicación e Información se ha tratado de desprestigiar a los trabajadores del canal, atentando contra la moral, la dignidad y el sentido de pertenencia que sentimos todos por Venezolana de Televisión.
El control obrero en VTV
Aparte de comentar sobre los atropellos y la corrupción que se viven en el Canal 8, es importante resaltar la gran lucha que tenemos por delante los trabajadores y trabajadoras en el rescate de VTV y en la implantación del control obrero dentro del canal. El control obrero es un concepto temido por los grandes burócratas boli burgueses enquistados en el poder y la razón por la que nos quieren acabar. Estos resabidos corruptos jamás permitirán que organizaciones como los consejos de trabajadores florezcan y se fortalezcan por ser antagónicos en pensamiento y sentido de la ética, y porque en la práctica, los consejos de trabajadores y trabajadoras significan que la clase trabajadora organizada es capaz de controlar totalmente la gestión y administración del canal, pero a ningún burócrata, como algunos de los que hemos mencionado, les interesa que la administración de los recursos del canal esté en manos de los trabajadores y trabajadoras. Ellos entienden que el poder popular se traduce en una verdadera contraloría social con el objetivo concreto de lograr verdadera transparencia en la gestión. La participación de cientos de trabajadores reunidos en asambleas para la toma de decisiones dificulta la complicidad y favorece la claridad en los procesos administrativos. Esta forma de proceder debe ser la norma y no la excepción como viene sucediendo. Sólo con la participación coordinada de todos los trabajadores garantizaremos la efectividad y honestidad de las gestiones y la verdadera democracia protagónica revolucionaria.
El Proyecto Nacional Simón Bolívar lo explica muy bien en el numeral “e” de la cuarta directriz, cuando establece que en las Empresas de Propiedad Social (EPS) “la gestión será democrática y participativa y el peso relativo de la participación será con base en la participación y no en el capital aportado.” Es decir, las EPS no pueden ni deben funcionar como las empresas capitalistas, donde la junta directiva, elegida del seno de los capitalistas dueños de las acciones que conforman el capital de la empresa, son los únicos que tienen el derecho a tomar decisiones, y el resto de las trabajadoras y trabajadores no tienen derechos reales en la toma de decisiones dentro de las empresas. En las EPS, la participación se establece con base en la persona, es decir que cada trabajador o trabajadora participa protagónicamente en la toma de decisiones mediante su voto en las asambleas de trabajadores y trabajadoras. Ahora bien, cualquier burócrata nos puede reprochar que VTV no es una empresa como tal, ya que no genera un excedente o plusvalía, sin embargo, las relaciones de trabajo existentes en el canal, su estructura de funcionamiento, sobre todo en lo que concierne a la toma de decisiones y control de la administración, funciona como cualquier empresa capitalista, al igual que el resto de las instituciones del estado burgués, por ello, creemos firmemente que la única forma de desmantelar el estado burgués y construir un estado revolucionario, es asumiendo el control de la gestión y administración de las instituciones del estado y de las empresas, tal y como lo plantea el Plan de Desarrollo de la Nación en lo que respecta a las EPS.
Por otro lado, en el mismo plan, en el numeral “d” de la cuarta directriz, también se plantea que en las EPS “no existe discriminación social en el trabajo y de ningún tipo de trabajo, no existen privilegios en el trabajo asociados a la posición jerárquica, con igualdad sustantiva entre sus integrantes, basadas en la planificación participativa y protagónica.” Es decir, nuevamente se plantea la planificación democrática de la gestión de las empresas e instituciones como un pilar del nuevo modelo productivo socialista, así como también, quedan descartados todos los privilegios y abusos que comúnmente son cometidos por los burócratas de las empresas contra sus trabajadores y trabajadoras, burócratas que muchas veces se comportan al estilo de los peores patronos capitalistas.
A pesar de las calumnias, los maltratos y los embates de estos hidalgos mal habidos, aquí hay gente valiosa que sigue comprometida con la revolución, una Venezuela digna para todos y un canal de todos los venezolanos. Entendemos que sólo con el control obrero y la participación del pueblo organizado en la toma de decisiones que impactan la pantalla y la vida del canal lograremos rescatar a VTV. Nos falta activar a la masa de trabajadores y trabajadoras para que comencemos a preocuparnos de lo trascendental y pongamos en marcha un plan que termine de una vez por todas con los vicios que han plagado a esta planta televisiva por tanto tiempo. Es hora de asumir nuestra responsabilidad de pueblo organizado para enfocarnos en el alcance de las metas de la revolución socialista.
Contamos con la confianza que nuestro Comandante ha puesto en el pueblo organizado. Contamos con las leyes que nos validan y legitiman. Entonces ¿Qué esperamos para ponerle un freno a esta burocracia destructiva en VTV y otras instituciones del Estado que lastimosamente comparten realidades similares? Ya estamos listos para poner en marcha el control obrero de la gestión y de la administración del canal junto a quien consideremos debe ser el nuevo presidente de VTV. Chávez ha puesto su confianza en el pueblo para hacer que nuestro sueño sea una realidad perdurable en el tiempo y el espacio. Tomemos las palabras del Presidente de la República y como trabajadores honestos y comprometidos con el proceso revolucionario asumamos el momento histórico que ya está en nuestras manos.
¡Patria socialista o muerte, venceremos!