Demagogia de la derecha y límites del progresismo kirchnerista
La oposición de derecha, ante la falta de apoyo de masas para sus propuestas reaccionarias, intenta utilizar de manera oportunista la consigna histórica del 82% móvil. Propone un proyecto de ley que contempla el 82% del salario mínimo para el cálculo de la jubilación mínima, que subiría así a $1.427. Son los mismos politiqueros que han apoyado todas las medidas de ajuste y plantean la reducción de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y otros recortes al presupuesto estatal.
Demagogia de la derecha y límites del progresismo kirchnerista
La oposición de derecha, ante la falta de apoyo de masas para sus propuestas reaccionarias, intenta utilizar de manera oportunista la consigna histórica del 82% móvil. Propone un proyecto de ley que contempla el 82% del salario mínimo ($1.740) para el cálculo de la jubilación mínima (que subiría así a $1.427) y vagamente la movilidad general al proponer adecuarse a las resoluciones de la Corte. Son los mismos politiqueros que han apoyado todas las medidas de ajuste y hasta la quita del 13% en los ingresos de estatales y jubilados en 2001. Y plantean paralelamente la reducción de las retenciones a las exportaciones agropecuarias y otros recortes al presupuesto estatal.
La nerviosa reacción del gobierno desnuda la fragilidad de su progresismo cuyos límites le permitieron sólo adelantar el anuncio del próximo aumento programado (16,9%) llevando el mínimo que reciben el 73% de los jubilados a miserables $1.047, y el promedio a $1.344.
Ahora el kirchnerismo amenaza con vetar el proyecto aprobado en Diputados, para que no se convierta en ley. Ha respondido histéricamente sosteniendo la imposibilidad de ese aumento y sobre el riesgo de que se afecte gravemente el financiamiento estatal. Por un lado trata de desenmascarar a la derecha y por el otro oculta que los fondos de la seguridad social están siendo usados como salvataje del sector público y también del privado ante la crisis capitalista mundial.
También recuerda los logros obtenidos en estos años de gobierno en materia previsional: extensión de la masa de beneficiarios, reestatización del sistema privado de AFJP y una serie de aumentos que hasta 2007 permitieron cierta recuperación de los niveles de ingresos, pero que en estos últimos tres años retroceden frente al proceso inflacionario.
Una alternativa socialista
Desde la Corriente Socialista El Militante sostenemos que no hay motivo para que un trabajador al mes siguiente de jubilarse deba vivir con menos ingresos que cuando estaba activo. Su jubilación debe ser igual al salario que obtiene el trabajador de su categoría en convenio.
En cuanto al debate acerca de dónde obtener los fondos, consideramos que se debe comenzar por utilizar los que posee el ANSES cuyos resultados anuales son superavitarios, y para evitar que disminuyan, implementar medidas de fondo urgentes como el blanqueo de los trabajadores ¨en negro¨ y de las sumas no remunerativas, lo que significaría un considerable incremento en la recaudación previsional. También es necesario el restablecimiento de los porcentajes rebajados en la contrarreforma de 1993 a las contribuciones de las grandes patronales, que sumarían hoy unos 16.800 millones anuales.
Y por supuesto hay que terminar con el saqueo de los fondos previsionales: basta de usarlos para pagar deuda externa, subsidiar a grandes bancos y empresas transnacionales y tapar baches del presupuesto estatal. En el caso del gasto social (subsidios a la niñez, desempleo, etc.) podría financiarse con el no pago de la deuda externa y con una reforma impositiva progresiva que grave a las grandes ganancias. Sobre las empresas privadas con problemas financieros, en vez de recibir salvatajes del Estado para continuar con sus fabulosas ganancias, proponemos su estatización y puesta bajo control obrero, en el marco de una economía planificada para lo cual es necesaria la estatización de sus palancas fundamentales, bajo el control democrático de los trabajadores. Además proponemos que la seguridad social esté en manos de los trabajadores a través de representantes elegidos democráticamente por activos y pasivos.
La CTA y Proyecto Sur
Los diputados ligados a la CTA y a Proyecto Sur vienen impulsando desde hace varios meses otro proyecto que busca restablecer la universalidad y movilidad de todas las jubilaciones. Apoyamos esta iniciativa que contempla en parte nuestras propuestas, en el convencimiento de que la recuperación de la seguridad social se irá logrando paralelamente a la recuperación de las palancas fundamentales de la economía y su control democrático por parte de la inmensa mayoría trabajadora de la sociedad.
Y consideramos necesario que para imponerlo en el parlamento hace falta una campaña masiva que comience con su discusión en los lugares de trabajo y organizaciones de jubilados, así como la necesidad de salarios y jubilaciones iguales a la canasta familiar y que también contemple medidas de acción y movilización que aseguren su implementación.