20, 21 y 22 de Noviembre: Encuentro Nacional de Pensamiento y Acción para
Entre el 20 y el 22 de noviembre sesionará en Neuquén el II Plenario Nacional de la Constituyente Social que, bajo el nombre de Encuentro Nacional de Pensamiento y Acción para la Unidad Popular, debatirá las conclusiones y propuestas surgidas de decenas de encuentros regionales y sectoriales de la Constituyente Social habidos en el último año en todo el país. Para la Corriente Socialista El Militante, que participará con una delegación en este Encuentro, de lo que se trata es de avanzar en el programa y en la constitución de un movimiento político de masas, asentado en la clase trabajadora, que ofrezca una alternativa a la explotación capitalista y se proponga la transformación socialista de la sociedad.
20, 21 y 22 de Noviembre: Encuentro Nacional de Pensamiento y Acción para
En reiteradas oportunidades en los últimos meses hemos insistido en la necesidad de que los principales dirigentes, empezando por la CTA, abandonaran las vacilaciones para que la Constituyente Social empezara a cumplir sus propios objetivos y se convirtiera en una herramienta política, cultural y social de los trabajadores, que acaudille a amplios sectores populares. Por eso acompañamos con entusiasmo esta nueva etapa, de cara al encuentro a realizarse en Neuquén, dado que los dirigentes de la CTA han planteado esto mismo en las reuniones preparatorias: la necesidad de darle una forma orgánica y dotar a esa organización de un programa.
Qué organización necesitamos
Como ya explicamos en el folleto ¨Ahora sí es cuando¨, que llevamos como aporte al encuentro de Jujuy, cualquiera de las formas que adquiera la Constituyente Social (frente, movimiento, partido) nos permitirá trabajar siempre que reine en la misma una gran democracia interna con la posibilidad de cada corriente de presentar sus líneas para que entre todos las cotejemos en la práctica cotidiana. Lo que creemos fundamental es marcar el carácter de clase que debe tener la Constituyente Social: debe ser una organización de masas, sí. Compuesta por amplios sectores, sí.. Pero sustentada principalmente en la clase trabajadora, que debe ser el sujeto de los cambios radicales que necesita la sociedad argentina. O, dicho de otra manera: La Constituyente Social debe transformarse en una herramienta política de los trabajadores para construir poder.
Qué programa necesitamos
Como señaló el compañero Julio Macera, de CTA Capital, en la reunión del 7 de octubre: No hay solución para la pobreza sin poner en discusión el sistema capitalista. Lo mismo podemos decir de la democracia participativa. No hay, no puede haber participación plena de los ciudadanos mientras unos vivan penosamente de su trabajo y otros como reyes del trabajo ajeno. La primera libertad es la de los músculos y los nervios. Donde hay propiedad privada, donde el trabajo de todos se transforma en la ganancia de unos pocos, no hay democracia. Ni participativa, ni ninguna otra.
Y esto mismo es aplicable a los recursos naturales. La nacionalización de los mismos es un gran paso, pero no resuelve el problema de fondo: en México, por ejemplo, el petróleo sigue siendo estatal y, sin embargo los problemas más acuciantes como la falta de vivienda, el desempleo, las subas de precios y el hambre no han sido resueltos. Por lo tanto, además de la recuperación de los recursos naturales y los servicios privatizados, la Constituyente Social debe tener un programa que proponga la nacionalización de las grandes empresas, los latifundios y la banca, para poner la producción al servicio de las necesidades sociales y bajo el control democrático de los trabajadores.
Es decir: construir la herramienta política de los trabajadores para avanzar hacia el socialismo.
El tiempo de la resistencia pasó, es hora de pasar a la ofensiva.
Es necesario que los trabajadores planteemos una alternativa real a la derecha, que plantea volver al modelo propatronal y exclusivo de los 90, pero también al kirchnerismo, que pretende ser un árbitro imparcial entre trabajadores y patrones.
Debemos construir, entonces, la herramienta política que brinde una dirección de clase al movimiento obrero y popular que viene luchando de manera persistente pero desorganizada desde hace años. Y debemos hacerlo ahora.
Por eso el encuentro de Neuquén, encabezado por la CTA, tiene que ponerle fecha al lanzamiento, a través de la Constituyente Social, del movimiento político y social como organización política, invitando a Proyecto Sur, las bases militantes de la CGT y a todas las agrupaciones clasistas y de la izquierda a sumar fuerzas para construirla: llegó el momento de que los trabajadores tomemos el futuro en nuestras manos. Ahora. Ahora es cuándo.