Los trabajadores de la autopartista Pilkington Automotive están llevando a cabo una lucha muy dura contra las rebajas salariales y el intento de despido de 30 trabajadores. Ahora, la empresa cerró el comedor y el estacionamiento en la fábrica y prohíbe que los trabajadores traigan comida de sus casas.
Comunicado de Prensa
La multinacional japonesa Pilkington sigue escalando en sus ataques contra los trabajadores. Primero nos rebajaron el salario con la excusa de una crisis que para nada llega a nuestra empresa. Les pedimos aumento salarial mediante petitorios que fueron literalmente tirados al piso cuando los delegados se lo acercaron a la gerencia. Comenzamos un conflicto para hacer oír nuestro reclamo, y la respuesta fueron 33 despidos como represalia. El Ministerio dictó la conciliación obligatoria que se encuentra vigente y que obliga a reincorporar a los despedidos a sus puestos de trabajo pero la empresa la quiere incumplir tratando que los 33 compañeros no entren.
Pese a esto todos los trabajadores estamos concurriendo a nuestros puestos de trabajo en el horario que nos corresponde. La empresa se niega a darnos tareas. En esta situación enviaron en dos oportunidades una patota de más de 60 matones, con dirigentes del Sindicato del Vidrio a la cabeza para tratar de terminar nuestra lucha por la fuerza. Las dos veces nos dispusimos a defendernos y tuvieron que irse, no sin antes dejar una serie de heridos, incluyendo a un trabajador hospitalizado.
Hoy, sábado 2 de Mayo, la empresa avanzó más aún y cortó el acceso al estacionamiento para que quienes vamos a la fábrica en nuestro horario de trabajo estemos en peores condiciones. Como si fuera poco cortó el servicio de comedor y en un extremo insólito ahora impide que se nos permita el ingreso de alimentos por parte de nuestros familiares.
La empresa reforzó la guardia de seguridad, que hasta el momento se había mantenido en una actitud pasiva, con personal jerárquico de la empresa de seguridad INTEGRAL SAFETY S.A..
Como se sabe todas estas empresas tienen relación con personas vinculadas a la última dictadura militar. Ellos son los que ahora impiden el ingreso de alimentos y de agua. La patronal y la empresa de seguridad quieren tratarnos peor que a los presos para quebrar nuestra voluntad de lucha. No lo van a lograr. Pelearemos hasta conseguir nuestros reclamos. Denunciamos estos graves hechos y exigimos la intervención del gobierno nacional, provincial y municipal de Vicente López para frenar este avasallamiento a los derechos de los trabajadores, estos hechos dignos de una dictadura militar.
Pedimos la solidaridad de todos los organismos de DDHH, de los partidos políticos, de los diputados y legisladores, de todos los trabajadores para enfrentar este duro ataque y para poder conquistar nuestras mínimas reivindicaciones.
Trabajadores de Pilkington Automotive en lucha por nuestra dignidad