El 1.º de octubre, las Fuerzas Armadas israelíes interceptaron la Flotilla Global Sumud, compuesta por más de cuarenta embarcaciones que se dirigían hacia Gaza para romper el bloqueo naval y entregar ayuda humanitaria.
Entre los muchos dirigentes que integraban esa flotilla se encontraban compañeros como Cele Fierro del FIT-U (legisladora porteña electa por el MST–Frente de Izquierda), Ezequiel Peressini (Izquierda Socialista) y Carlos Bértola (dirigente de la corriente Nuestra Patria), entre otros importantes compañeros provenientes de diversos países del mundo.
Millones de trabajadores y jóvenes en todo el mundo están llegando a la conclusión correcta de que todos los gobiernos capitalistas están siendo cómplices con el accionar del gobierno israelí. Hace pocas semanas, Milei se reunió en la ONU con Benjamín Netanyahu, principal responsable de la limpieza étnica contra el pueblo palestino. Su vocero, Manuel Adorni, anunció la disposición de colaborar en todas las instancias necesarias y de profundizar los lazos de amistad entre ambos países. Con ello, Milei se coloca al servicio de un Estado genocida, alineándose plenamente con los intereses de Trump.
Los marxistas tenemos claro que todos los gobiernos capitalistas tienen plena conciencia de la masacre que se está llevando a cabo en Gaza.
Sin lugar a dudas, es un error político apelar a la “comunidad internacional” o a las “leyes internacionales”, como plantean algunos compañeros: “exigir que todos los gobiernos del mundo actúen de inmediato y rompan el silencio cómplice frente al sionismo”.
Algunos compañeros incluso plantearon que intervenga la Cancillería argentina. “Exigimos la libertad de Cele Fierro y de toda la flotilla”, reclamó el dirigente del MST Alejandro Bodart, quien acusó al Ejército israelí de interceptar las embarcaciones en aguas internacionales, “violentando todo el derecho y actuando de manera ilegal”.
Tenemos que ser claros: la Cancillería argentina hará todo lo humanamente posible para que nuestros compañeros permanezcan presos el mayor tiempo en Israel, y la hipócrita “comunidad internacional”, como mucho, emitirá algún comunicado de “solidaridad”, pero no moverá un solo dedo para impulsar de forma genuina su libertad.
Nuestros llamados deben dirigirse a las organizaciones de la clase obrera en todo el mundo, y ni siquiera a los dirigentes. Deben ir a los trabajadores, a los jóvenes y a todos los que verdaderamente defienden la causa de un mundo mejor y se oponen al genocidio en Palestina.
Muchos países europeos están siendo sacudidos por masivas protestas espontáneas de la juventud y los trabajadores. El viernes, dos millones de personas salieron a las calles solo en Italia, protestando contra las acciones del Estado sionista y también contra el gobierno de ajuste de Meloni. Paralizaron autopistas y trenes, y ocuparon el puerto de Livorno y anteriormente el puerto de Génova para que materiales de guerra sean transportados hacia Israel.
Este es el camino a seguir: movilizaciones masivas, huelgas, bloqueos y un boicot coordinado de los trabajadores. Solo estas acciones pueden dañar los intereses materiales de la máquina de guerra sionista. La cuestión de echar al gobierno de Milei, derrocar a los capitalistas y a todos los gobiernos cómplices del genocidio debe estar en primera línea de estas protestas. La tarea de los comunistas es clara: explicar que el enemigo principal está en casa. El régimen capitalista que sostiene a Milei y que ataca a nuestras condiciones de vida y trabajo es el mismo que ofrece su apoyo a Netanyahu. La mejor manera de ayudar a la libertad de nuestros compañeros y compañeras secuestrados en la prisión Israeli de Ktzi’ot, es organizar la lucha contra los empresarios, banqueros y terratenientes, y sus representantes políticos. La burguesía es justamente la correa de transmisión del imperialismo, contra ellos deben ir dirigidos nuestros esfuerzos.
¡Acabemos con el genocidio! ¡Palestina libre!
¡Abajo los belicistas! ¡Abajo los criminales de guerra!
¡Boicot obrero a Israel: ¡bloqueemos todo!
¡Libertad a las y los detenidos de la Flotilla Global Sumud!
¡Abajo Milei! ¡Por un gobierno de Trabajadores!
¡Por una federación socialista de Oriente Medio!