Balance de las elecciones porteñas

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En lo que se refiere al Ballottage, es comprensible que la inmensa mayoría del electorado de izquierda y centroizquierda agrupe su voto alrededor de Filmus, como un rechazo instintivo a las políticas más represivas y antisociales vinculadas a la derecha y a Macri. Pero no nos hacemos ilusiones con respecto a un eventual gobierno de Filmus. Para mejorar la situación de los trabajadores y demás capas populares de la Ciudad se necesita una política que no es la que defienden el gobierno nacional ni el p el propio Filmus, como enfrentar los intereses de los empresarios y los poderosos en lugar de administrar la miseria del sistema.

Para derrotar a la derecha, debemos construir una alternativa de izquierda

La campaña electoral de las legislativas porteñas fue la más insulsa y falta de contenido político de los últimos años. Los temas de clase (empleo, salario, vivienda, transporte, etc) estuvieron completamente ausentes del debate y de las propuestas de los candidatos burgueses, ya fueran de derecha o "centroizquierda". Esto unido a las denuncias estridentes de unos contra otros, al margen de las preocupaciones de los trabajadores, hizo que la participación electoral se situara en un nivel medio-bajo, bordeando el 70%. Tomando en cuenta el 3% de los votos blancos y nulos, la participación se situó realmente en el 67%.

Qué significa la victoria de Macri

La elección se polarizó entre Filmus y Telerman. Ambos disputaban la misma franja política del electorado porteño, lo que favoreció claramente a Macri, quien no encontró en los otros dos candidatos un oponente real que contrarrestara sus discursos demagógicos.
Macri es consciente del terreno que está pisando. Mostró un perfil bajo, renunciando a un discurso agresivo de derecha. Ni siquiera permitió que Blumberg ni López Murphy, claramente identificados con políticas derechistas y represivas, asomaran sus narices por la Capital.
Pese al 45,6% de los votos obtenido por Macri, su victoria en el Ballottage del 24 de junio no está decidida.
En las elecciones porteñas del 2003, los dos candidatos de derecha, Macri y Patricia Bullrich, obtuvieron en conjunto un porcentaje de voto algo mayor que el obtenido el pasado 3 de junio por Macri, el 46,6% de los votos (25.000 votos más); y luego Macri fue derrotado en la definición final por Aníbal Ibarra. Esta vez Macri concentró todo el voto de derecha. Su victoria depende más de lo que hagan en estas semanas Filmus y Kirchner, que lo que haga o diga el propio Macri.

¿Puede ganar Filmus el Ballottage?

El segundo puesto obtenido por Filmus es muy significativo. Telerman comenzó su campaña electoral hace un año, consiguió todos los apoyos políticos imaginables y hasta algunos inimaginables, saqueó escandalosamente los fondos de la Ciudad para financiar su campaña, y se enfrentó a un oponente como Filmus, con poco carisma personal y miembro de un gobierno que fue muy golpeado en las últimas semanas por el malestar social. La campaña electoral de Filmus fue desastrosa. Realmente su triunfo se decidió en la última semana, por la percepción en una parte del electorado de que Telerman aparecía más vinculado a posiciones de derecha y por la intervención decisiva de Kirchner en los últimos días, lo que le dio el envión final que le permitió superar a Telerman.
Probablemente gran parte de los votos de Telerman irán a Filmus en el Ballottage, lo mismo que la mayoría de los votos que fueron a las opciones menores de izquierda. Pero eso no le garantiza la victoria. Filmus necesitaría una movilización mayor del electorado que rechaza claramente a la derecha, lo que implicaría una participación de votantes muy superior al 3 de junio. Pero eso dependerá de la agresividad y la contundencia con que Filmus y el gobierno de Kirchner enfrenten a Macri en las próximas semanas.

El balance de la izquierda

Aunque la izquierda sufrió el efecto del llamado "voto útil" a favor de Filmus en las elecciones, las listas más vinculadas a posiciones de izquierda cosecharon en torno al 9%-10%, con todas sus diferencias y matices. Consideramos muy positivo que la izquierda recuperara una banca en la Legislatura porteña de la mano de Patricia Walsh. Los trabajadores y sectores desposeídos tienen ahora la oportunidad de que una voz que representa sus intereses se haga oír en la misma. Patricia Walsh y la lista que impulsó el MST detentan una importante responsabilidad y es su obligación no defraudar las expectativas creadas en una franja muy importante de los trabajadores y la juventud de la Capital. Aunque con posiciones más moderadas, también Claudio Lozano tiene que demostrar si se concreta el distanciamiento político iniciado por la mayoría de la dirección de la CTA con respecto al gobierno, convergiendo con la izquierda en la denuncia de sus políticas, o se empantana en la amorfidad del "centroizquierdismo".
El PO pagó su actitud sectaria negándose tajantemente a confluir en una lista común, siendo relegado a una posición marginal. Sería un paso adelante que sus dirigentes revieran esta posición y emplazaran honestamente y sin condicionamientos al MST y demás fuerzas que integraron su lista, a un frente común para las próximas contiendas electorales de la primavera.
En lo que se refiere al Ballottage, es comprensible que la inmensa mayoría del electorado de izquierda y centroizquierda agrupe su voto alrededor de Filmus, como un rechazo instintivo a las políticas más represivas y antisociales vinculadas a la derecha y a Macri. Pero no nos hacemos ilusiones con respecto a un eventual gobierno de Filmus. Para mejorar la situación de los trabajadores y demás capas populares de la Ciudad se necesita una política que no es la que defienden el gobierno nacional ni el propio Filmus, como enfrentar los intereses de los empresarios y los poderosos en lugar de administrar la miseria del sistema. De ahí que la Corriente Socialista El Militante llame a votar en blanco para este Ballottage y hagamos un llamamiento a la organización y la lucha que es lo que, en última instancia, nos permitió siempre a los trabajadores avanzar y mejorar en nuestras condiciones de vida y de trabajo.
Para enfrentar a la derecha y conjurar el "mal menor" del centroizquierdismo, lo que necesitamos en definitiva es construir una real alternativa de izquierda.